AVANCE DE SUEÑOS DE LIBERTAD, JUEVES 6 DE NOVIEMBRE, ANTENA 3, CAPÍTULO 434, UN DURO GOLPE PARA DAMIÁN

Sueños de Libertad: El regreso de Gabriel desata una guerra silenciosa (Capítulo 434)

El capítulo 434 de Sueños de Libertad se abre con un clima de calma aparente en la casa de los Reina, aunque el ambiente pronto se llena de tensión. Manuela, siempre dedicada y paciente, acompaña a María en su recuperación, cuidándola con ese afecto que solo nace de la empatía y el cariño sincero. Todo parece tranquilo hasta que la llegada de Gabriel irrumpe en la escena. Su tono es, como siempre, distante pero educado, y sus palabras, cargadas de esa ambigüedad que tanto lo caracteriza. Agradece a Manuela por el apoyo que ha brindado a María en estos días difíciles, aunque su voz suene más como una formalidad que como un gesto sincero. Manuela, algo incómoda ante su presencia, opta por marcharse y dejar a los dos solos, consciente de que la conversación que está por tener lugar no necesita testigos.

María observa a Gabriel con una mezcla de sorpresa y recelo. La tensión entre ambos es palpable, y su primera frase lo deja claro: “No sabía si ibas a volver”, dice con voz contenida. Gabriel, con esa sonrisa calculada que esconde más de lo que muestra, responde con seguridad: “¿Cómo no iba a volver? Mi plan sigue avanzando, justo como quiero”. María lo desafía con ironía, recordándole que se ha atrevido a regresar sin saber si Andrés ha recuperado la memoria. Pero él no se inmuta: “Si así fuera, tú misma me lo habrías advertido. Tampoco te conviene que eso ocurra”. María suspira, resignada. Admite que, por ahora, ha logrado mantener las apariencias, pero siente que Andrés empieza a hacer demasiadas preguntas. No sabe si eso es una buena señal o el principio del fin.

Gabriel se acerca más, bajando el tono. “No podemos seguir así, María. Nos necesitamos. Tenemos que enterrar el hacha de guerra antes de que todo se venga abajo.” Ella lo mira con cautela, sin confiar del todo en su aparente sinceridad. “¿Por qué has vuelto realmente?”, le pregunta. Gabriel no duda ni un segundo. “Porque todo está llegando a su fin.” Su frialdad estremece. María, más alterada, replica que ya ha conseguido lo que quería: Brosard está al mando. Pero Gabriel, con un brillo oscuro en la mirada, revela su verdadero propósito: “Quiero ver la caída de Damián de la Reina. Quiero presenciar cómo Brosard le arrebata todo lo que tiene”.

Damián acaba con don Pedro en el avance del capítulo 396 del jueves 18 de  septiembre de 'Sueños de libertad', la serie diaria de Antena 3

El aire se espesa. Gabriel se levanta y cierra la puerta del salón con un golpe seco. María, incómoda, cambia de tema. Le advierte que en la empresa hay una nueva figura poderosa, una tal Chloe, que está tomando decisiones arriesgadas. Gabriel asiente con calma: “Sí, lo sé.” María insiste: “¿Y qué sabe exactamente esa mujer?” Él responde sin pestañear: “Nada de mi conexión con Brosard, si es eso lo que te preocupa.”

Intentando distraerse de la tensión, María deja escapar una confesión a medio tono: “Pensaba que volvías por Begoña… Supongo que sigo siendo una romántica.” Gabriel sonríe con ironía. “Si he vuelto, sería por mi hijo. Quiero que ese niño tenga lo que yo nunca tuve.” Pero María no se conforma con su respuesta y lo mira con dureza. “¿Yego no significa nada para ti?” Él, con el mismo hielo en la voz, sentencia: “Ya te lo he dicho, quiero acabar con todos.”

Esa frase hiere. María lo enfrenta, recordándole el pacto que ambos habían hecho: “Con todos no, Gabriel. Andrés y Julia están fuera de esto.” También le recuerda que espera que él la considere dentro de la empresa. “Yo también tengo aspiraciones, y sé lo que valgo.” Gabriel, sarcástico, la provoca: “Vaya, señora Duque, ahora quiere dejar de ser ama de casa para convertirse en mi mano derecha.” Pero María no se amedrenta: “Sé aprender rápido. Solo quiero que lo tengas en cuenta.” Él, más serio, asiente: “Lo tendré. Cumpliré mi parte del trato.”

Luego, su voz se ensombrece de nuevo. “El tema de Begoña se complica. Quiere que adoptemos a Julia cuando nos casemos.” María se queda sin aliento. “¿Y tú has aceptado eso?” Gabriel, imperturbable, responde: “Sabes que Begoña haría cualquier cosa por esa niña.” María, dolida, replica: “Yo también haría cualquier cosa por ella.” Pero él la corta con indiferencia: “Tú gestionarás su patrimonio, como quiso Jesús.” María lo interrumpe, indignada: “Así que Begoña tendrá un hijo y además adoptará a Julia.” Gabriel se encoge de hombros: “No tengo interés en cargar con esa niña. Pero las cosas son así.” Antes de irse, añade con frialdad: “Voy a revisar el papeleo antes de reunirme con la representante de Brosard.” María, herida, le susurra: “No todo es ganar batallas, Gabriel. Yo no dejo de perder.” Él, sin mirarla, responde: “Tú recuperarás a tu marido y volverás a caminar. Es lo que querías, ¿no?” Y se marcha, dejándola sola y sumida en sus pensamientos.

En paralelo, en la fábrica, Marta y Joaquín llegan a la sala de juntas, donde los espera Chloe. Sobre la mesa hay documentos que anuncian un cambio radical. Con tono profesional, Chloe comunica la decisión de París: “El señor Brosard ha decidido cancelar la celebración del 25 aniversario de la Banda de la Reina.” Marta no puede creerlo. “¿Cómo que no va a continuar?”, pregunta incrédula. Chloe responde con serenidad: “Nos enfocaremos en el lanzamiento del nuevo perfume masculino. Además, cambiaremos el nombre para simbolizar la unión de las dos casas: Brosard de la Reina.”

Avance del capítulo 431 de 'Sueños de libertad' del jueves, 6 de noviembre:  Cloe revoluciona la fábrica con sus propuestas

El silencio se adueña de la sala. Marta y Joaquín se miran, perplejos. Finalmente, Marta rompe a hablar: “Esto es un atropello. Ese aniversario representa nuestra historia.” Joaquín agrega: “Era el homenaje de mi hermano a mi padre.” Pero Chloe mantiene su calma glacial: “Entiendo lo que sienten, pero para París lo sentimental no es prioridad.” Joaquín, con el ceño fruncido, responde con rabia contenida: “Eso está claro.” Chloe prosigue: “Debemos mirar hacia adelante. Este evento será símbolo de nuestro futuro conjunto.” Marta, indignada, replica: “El pasado es lo que nos trajo hasta aquí.” Chloe, firme, concluye: “Entonces ha llegado el momento de dejarlo atrás.”

La tensión se dispara. Marta la desafía: “¿Lo cree usted o lo cree su jefe? Porque aún no sé si está de acuerdo con esas órdenes.” Joaquín intenta intervenir, pero ella sigue encendida. Chloe responde sin alterarse: “Yo también me debo a mi empresa, para lo bueno y para lo malo.” Joaquín pregunta por los otros perfumes planeados para el aniversario. “Serán cancelados también”, dice Chloe con frialdad. Marta, alzando la voz, exclama: “Hablan de unión, pero solo nosotros cedemos.” Chloe recoge sus documentos, concluye la reunión y se marcha con una frase ambigua: “Las cosas no serán siempre así. Gracias por su tiempo.”

Marta queda inmóvil unos segundos antes de salir de la sala. Con el rostro endurecido, se dirige a la oficina de secretaría y realiza una llamada. Al otro lado, responde Damián. “Verá, acabo de tener una conversación bastante desagradable con la señorita Dúa”, le dice Marta. Damián suspira: “No sé si quiero saberlo.” Pero ella insiste: “Se cancela el aniversario. Quieren usar la fecha para celebrar la fusión con Brosard.”

Un silencio pesado se apodera de la línea. Finalmente, Damián responde con rabia contenida: “Esos malditos están destruyendo todo lo que construimos. Gracias por avisarme, hija.” Marta cuelga, se queda mirando el vacío y comprende que una nueva guerra ha comenzado, una que pondrá a prueba no solo los lazos de sangre, sino el alma misma de la familia de la Reina.