LA PROMESA – ADRIANO INCRÉDULO ¡DESCUBRE QUIÉN ES REALMENTE LA VERDAD SOBRE CRISTÓBAL ES DEVASTADORA
**La promesa avances, el velo rasgado, un matrimonio secreto, un aborto en el límite y la caída de una impostora**
El episodio que se avecina en La Promesa promete romper todas las expectativas, desatando un torbellino de emociones y secretos que amenazan con derrumbar los cimientos de la familia y el palacio. Nada es lo que parece, y cada decisión, cada gesto, está cargado de consecuencias que pondrán a prueba la fortaleza de todos los personajes. La historia de las cartas de Catalina, fuente de esperanzas y desesperación, llega a un punto crítico. Después de días de anticipación febril y susurros de ilusión, Leocadia pronuncia la sentencia que hiela la sangre de los marqueses: las misivas no contienen información útil. Un silencio mortal invade los salones, obligando a la familia a aceptar que la desaparición de Catalina seguirá siendo un misterio. Pero, como suele suceder en La Promesa, esta aparente derrota encierra una trampa: Leocadia, la mensajera de la devastadora noticia, no es lo que aparenta. Su papel de portadora de la verdad es en realidad la cubierta de una red de engaños cuidadosamente tejida que pronto podría venirse abajo. La frialdad de su comunicación no es más que el último acto de una estrategia destinada a proteger sus intereses, pero la estabilidad de su engaño está al borde del colapso.
Lejos de los grandes salones, en los pasillos del servicio, se desarrolla el núcleo emocional más desgarrador del episodio. María Fernández enfrenta un conflicto interno que la consume: su embarazo, lejos de ser una bendición, se ha transformado en una carga insoportable. Sus miedos, la presión social y la incertidumbre sobre su futuro la empujan al límite, y en un momento de vulnerabilidad confiesa su tormento a Pía. La reacción de esta es inmediata y llena de dramatismo: confirma a Samuel que María considera seriamente la posibilidad de un aborto. La noticia no solo sacude a quienes la rodean, sino que enfrenta al personal del palacio a dilemas de moralidad y humanidad. La decisión de María Fernández pende como una espada sobre su cabeza, y el episodio muestra cómo lucha con todas sus fuerzas para decidir entre continuar o renunciar. Cada escena con ella es un retrato de angustia y resiliencia, dejando claro que su camino será determinante para su vida y para quienes la aman.
Mientras tanto, el amor prohibido entre Curro y Ángela alcanza niveles insostenibles. Su viaje de despedida, concebido como un último instante de felicidad, se convierte en una tortura emocional. Ambos se encuentran atrapados en la desesperación de la separación obligada y la promesa de no buscarse pesa más que cualquier otra obligación. Cada mirada, cada silencio, refleja el dolor de dos almas que se niegan a rendirse ante el destino impuesto. El episodio los muestra sumidos en un sufrimiento silencioso, donde cada paso hacia la felicidad parece un acto de traición a la obligación social y a los planes de Leocadia. Sin embargo, el hilo que los une es más fuerte que cualquier amenaza, y su incapacidad de cumplir con la promesa anunciada promete traer consecuencias imprevisibles.

El giro más inesperado llega con la invitación al aniversario de bodas del duque de Carvajal y Cifuentes. Este evento, aparentemente festivo, se convierte en un obstáculo insalvable para la boda secreta de Ángela y Beltrán. La exigencia de la presencia de toda la familia en la corte trastoca los planes de Leocadia, pero su obstinación en mantener la fecha de la boda revela un nerviosismo inquietante. ¿Por qué tanta urgencia? ¿Qué teme que se descubra si el enlace se pospone? Su insistencia despierta sospechas, especialmente en Lorenzo, quien continúa investigando la relación de Leocadia con Beltrán. La boda, que debería ser un acto de celebración, se transforma en una carrera contra el tiempo, donde cualquier error podría desenmascarar las complejas intrigas de la marquesa.
Por otro lado, Petra enfrenta su caída más humillante. Degradada a simple sirvienta, su rabia y sentimiento de traición la convierten en una bomba de tiempo. Samuel y Pía intentan ofrecerle apoyo, pero su orgullo herido la empuja hacia la venganza. Su descenso no es solo un castigo, sino el preludio de un peligroso despertar que podría alterar los equilibrios en el palacio. Petra, con su ira contenida y su deseo de justicia, se prepara para un futuro donde cada acción será un desafío a quienes le arrebataron su estatus.
La guerra de las recetas robadas sigue encendiendo tensiones. Enora confiesa a las cocineras que pospuso su boda por falta de confianza, dejando a Simone y Candela desconcertadas y decepcionadas. La frustración colectiva ante la impunidad de Madame Cocot se intensifica, y el fracaso de Vera por detener el plagio reaviva la determinación de las cocineras. El episodio demuestra cómo la injusticia y la rivalidad profesional pueden convertirse en fuerzas que moldean el destino de cada personaje, incluso en el ámbito más cotidiano de la cocina.
Teresa, por su parte, recibe una propuesta inesperada de Cristóbal: convertirse en la futura gobernanta del palacio. Este ascenso representa un cambio radical en su vida, lleno de responsabilidades y riesgos, pero también de oportunidades para demostrar su valía. La decisión de Teresa será crucial, no solo para su destino personal, sino también para los delicados equilibrios de poder dentro del palacio. Su vacilación refleja la complejidad de asumir un papel tan importante en un entorno donde las intrigas y las ambiciones personales amenazan constantemente la estabilidad.
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El episodio avanza mostrando cómo las intrigas de Leocadia se vuelven cada vez más audaces. No conforme con manipular a la familia, amenaza a Curro, avisándole que será expulsado de la Promesa tras la boda. La posición de Curro se vuelve cada vez más precaria, y su única esperanza reside en que la verdad sobre Leocadia salga a la luz antes de que sea demasiado tarde. Cada decisión, cada movimiento de los personajes, está impregnado de tensión, y la llegada del rey al aniversario del duque añade un nuevo factor de riesgo y oportunidad. Adriano, invitado al evento, se debate entre asistir o mantenerse al margen, mientras Alonso intenta persuadirlo, intuyendo que la ocasión podría revelar secretos largamente guardados.
El enfrentamiento entre Lorenzo y Leocadia marca otro punto culminante. Las sospechas de Lorenzo sobre la prisa de Leocadia lo llevan a exigir explicaciones sobre su relación con Beltrán. Leocadia, hábil y manipuladora, intenta desviar las sospechas, pero Lorenzo no es fácil de engañar. Su conversación se convierte en un duelo psicológico donde cada palabra y cada mirada tienen un peso decisivo, y donde la máscara de Leocadia corre el riesgo de caer de forma definitiva.
El episodio concluye con el reencuentro prohibido de Curro y Ángela, un acto de rebeldía y pasión que desafía todas las reglas impuestas por Leocadia. Este encuentro secreto es un símbolo de su amor inquebrantable, pero también un riesgo mortal. Su abrazo final deja a los espectadores con el corazón en vilo, conscientes de que cualquier descubrimiento podría desencadenar una venganza devastadora. Paralelamente, Jacobo se aproxima peligrosamente a descubrir la verdad sobre las cartas de Catalina. Su investigación detallada y persistente amenaza con desmoronar la red de mentiras de Leocadia, poniendo en riesgo la estabilidad de la familia y el futuro de todos los involucrados.
Entre la angustia de María Fernández, la audacia de Curro y Ángela, las intrigas de Leocadia, la caída de Petra y la oportunidad de Teresa, el episodio 714 de La Promesa se presenta como un torbellino de emociones, secretos y decisiones imposibles. Cada personaje enfrenta dilemas que podrían cambiar su destino, y cada acto, cada palabra y cada decisión contribuyen a un clímax que promete redefinir la historia del palacio y la vida de todos sus habitantes.