AVANCE DE SUEÑOS DE LIBERTAD, MIÉRCOLES 17 DE SEPTIEMBRE ANTENA 3, CAPITULO 398, BEGOÑA NO SE RINDE

El próximo episodio de Sueños de Libertad, correspondiente al capítulo 398, se emitirá este miércoles 17 de septiembre a las 15:45 horas en Antena 3. La entrega promete emociones intensas, confrontaciones familiares y nuevas sospechas que podrían dar un vuelco a todo lo que los personajes creían cierto. Entre los grandes protagonistas de este capítulo estarán Tasio, Damián, Andrés, Irene, Cristina y, sobre todo, Begoña, cuya determinación marcará un antes y un después en la historia.


Tasio y Damián: un vínculo imposible

El capítulo arranca en la cantina, donde Damián se acerca a su hijo Tasio con un gesto aparentemente conciliador. Le aconseja que se tome unos días de descanso tras los duros acontecimientos recientes, recordándole que Andrés puede cubrirlo, como él mismo lo ha hecho en otras ocasiones. Sin embargo, Tasio responde con frialdad y firmeza: prefiere seguir trabajando, pues se acerca el aniversario de la banda de los De la Reina y siente que no puede abandonar sus responsabilidades.

Damián insiste en que debería cuidarse, pero Tasio corta la conversación, agradeciendo únicamente que su padre respetara su decisión de impedirle acudir al funeral de Ángela. La respuesta de Damián es sincera y emotiva: reconoce que no asistió porque entendía que era su voluntad, aunque confiesa que le dolió profundamente no estar a su lado en un momento tan doloroso.

Con el corazón en la mano, admite sus errores del pasado: nunca tuvo el valor de actuar correctamente y ahora intenta reparar los daños. Le dice a Tasio que, para él, tanto él como Ángela siempre fueron importantes, aunque nunca lo demostrara. Pero el joven lo interrumpe con dureza: no puede tratarle como un padre.

La escena se carga de dramatismo cuando Damián, con pesar, le llama “hijo” y le pide que no sigan en guerra. Le recuerda que incluso la propia Ángela quiso que ambos se reconciliaran antes de morir. Aun sabiendo que es demasiado pronto para Tasio, promete esperar el tiempo que haga falta. Con determinación afirma que seguirá luchando por ganarse su lugar en la familia y jamás se rendirá.


El futuro de la empresa: Andrés y Tasio chocan

Más tarde, Tasio llega al despacho de los De la Reina, donde se encuentra con Andrés. Este, en un gesto fraternal, le recuerda que lo considera un hermano y que hará lo posible por evitar que los asuntos de la empresa se interpongan en su relación. Tasio, molesto, replica que en esa familia los negocios siempre terminan por imponerse.

La conversación rápidamente deriva hacia un asunto crucial: la sucesión de don Pedro. Andrés explica que, dado el delicado estado de salud del patriarca, es necesario buscar un reemplazo cuanto antes para asegurar la estabilidad de la empresa. Gabriel ya les ha informado de que pueden elegir a un sucesor si existe unanimidad entre los accionistas.

Según Andrés, tanto su padre, como Marta, María y él votarán a favor de sustituir a don Pedro, mientras que no está claro qué harán los Merino. Tasio, indignado, estalla: considera una humillación apartar al hombre cuando todavía es capaz de tomar decisiones. Para él, deberían al menos esperar a su muerte antes de decidir. Andrés se defiende: nadie busca humillarle, pero la empresa no puede sostenerse sin un liderazgo fuerte y constante.

Finalmente, Andrés revela que Marta es la candidata elegida para ocupar la dirección. Ya tiene experiencia y creen que puede devolver estabilidad al negocio. Tasio escucha con disgusto, agradece con ironía la “sinceridad” y se retira con rabia contenida, presintiendo que la familia vuelve a excluirlo de las decisiones clave.


Cristina e Irene: la herida de don Pedro

En paralelo, la trama se traslada al delicado vínculo entre Cristina e Irene. Cristina visita a Irene y, al verla abrumada con los documentos que Pedro aún debe firmar, le propone ir juntas a verle. Irene, tajante, se niega. No quiere volver a ver a su hermano.

Cristina insiste en que lo visitó recientemente y que, al mirarle a los ojos, creyó percibir un arrepentimiento sincero. Irene se enfurece: para ella, Pedro sigue siendo el mismo manipulador de siempre. Aunque Cristina reconoce que también pensaba eso, asegura que vio en él a un hombre moribundo que podría estar diciendo la verdad.

Irene, con dureza, le responde que Pedro solo busca no morir en soledad. Cristina intenta convencerla de que quizás su arrepentimiento sea real, pero Irene, firme, sostiene que se trata de otro engaño más. Lo acusa de haberle hecho daño a ella y a muchas otras personas. Para Irene, no hay espacio para el perdón.

Cristina, conmovida, insiste en que, si no lo perdona, podría arrepentirse toda la vida. Pero Irene no cede. En su corazón solo queda dolor, un dolor demasiado profundo como para dejarlo ir.


El descubrimiento de Begoña

El hilo más impactante del capítulo llega de la mano de Begoña, quien en el dispensario no puede seguir callando. Nerviosa, se acerca a Luz y le plantea una sospecha inquietante: ¿es posible que María esté fingiendo su discapacidad?

Le cuenta que notó detalles extraños: al volver de la clínica, María tenía los zapatos manchados de barro, pero su silla de ruedas estaba completamente limpia. Además, escuchó ruidos en su habitación que parecían pasos, aunque al entrar la encontró sola, sentada en la silla. También recuerda la brusca forma en la que despidió a Olga y el hecho de que acudiera a rehabilitación en una clínica lejana, lejos de miradas indiscretas.

Al principio, Luz no da crédito. Le parece descabellado pensar que María pueda caminar de nuevo. Pero la insistencia de Begoña, que incluso contactó con la clínica “El Buen Pastor” sin recibir información alguna, termina por despertar su duda. Begoña la implora con lágrimas en los ojos: necesita que alguien la ayude a confirmar o descartar esa sospecha que la atormenta.

Finalmente, Luz accede: examinará a María para tranquilizar a Begoña. Aunque lo hace con escepticismo, esta decisión podría desencadenar uno de los giros más sorprendentes de la serie.


Cristina, atrapada entre el perdón y la desconfianza

Mientras tanto, Cristina sigue atrapada entre sus sentimientos hacia don Pedro y la postura inflexible de Irene. El detective le ha asegurado que Pedro no tiene relación con la desaparición de Pepe, pero Irene no se fía. Para ella, su hermano es y siempre será un maestro del engaño.

Cristina admite que ha perdonado a Pedro tras escuchar sus disculpas, pero Irene lo considera un error fruto de su bondad. La tensión entre ambas aumenta, dejando claro que esta trama aún tiene mucho por desarrollar.


Conclusión: Begoña no se rinde

El capítulo 398 de Sueños de Libertad será recordado como uno de los más intensos y reveladores. Por un lado, el intento de Damián por acercarse a Tasio abre una herida difícil de cerrar; por otro, la batalla por la sucesión de don Pedro amenaza con dividir aún más a la familia. Irene y Cristina encarnan la lucha entre el rencor y el perdón, mientras que Begoña se convierte en el motor de un posible descubrimiento que podría poner patas arriba a todos: ¿y si María realmente puede caminar?

El título lo resume perfectamente: Begoña no se rinde. Su instinto, sus sospechas y su valor podrían exponer la mayor mentira de todas, y con ello, alterar para siempre el destino de los protagonistas.

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