BEGOÑA PIERDE CREDIBILIDAD DELANTE DE LUZ POR CULPA DE GABRIEL, EN SUEÑOS DE LIBERTAD
La intriga sigue creciendo en Sueños de libertad y, como viene siendo habitual, los espectadores serán testigos de un capítulo cargado de tensión, emociones encontradas y giros inesperados que podrían cambiarlo todo para los personajes principales. En el centro de la trama se encuentra Gabriel, cuya astucia vuelve a salir a la luz, consiguiendo ocultar la verdad y dejar en evidencia a Begoña, quien pierde terreno frente a su amiga Luz. Pero, ¿cuánto tiempo más podrá mantenerse este frágil equilibrio?
El inicio: una junta decisiva en la empresa
El episodio comienza con una expectación máxima en la sala de juntas de Perfumerías de la Reina. Los miembros del consejo se reúnen para decidir el futuro de don Pedro, cuya enfermedad ha debilitado su capacidad de liderazgo. Con solemnidad, Gabriel toma la palabra e inicia la votación que definirá el destino de la compañía.
Joaquín rompe el hielo asegurando que tanto él como Luis están a favor de la moción de censura y que consideran a Marta la persona idónea para asumir la dirección. Damián, consciente de lo delicado del momento, recuerda que se trata de una medida transitoria, pero aun así respalda la propuesta.
Las intervenciones se suceden hasta que llega el turno de Tasio, cuyo voto se vuelve decisivo. Aunque se muestra crítico y acusa a los presentes de conspirar contra Pedro, finalmente reconoce que debe fidelidad a su familia y termina apoyando a Marta. El ambiente se carga de tensión, pero también de alivio: la votación es unánime y Marta queda designada como la nueva directora.
Marta, incapaz de aceptar el mando
Sin embargo, la aparente victoria dura poco. Cuando todos esperan palabras de gratitud, Marta rompe en llanto y confiesa que no se siente capaz de asumir el cargo. Con un gesto dramático, abandona la sala dejando atónitos a los presentes. Solo Andrés intenta seguirla, mientras el resto observa entre el desconcierto y la frustración.
Gabriel, fiel a su carácter frío y calculador, permanece tranquilo. Aunque su plan ha estado a punto de desmoronarse, logra mantener las apariencias y disimular su implicación. El relevo en la empresa, lejos de resolverse, se convierte en una nueva bomba de relojería que amenaza con estallar en cualquier momento.
En la casa de los De la Reina: el drama íntimo de María
Paralelamente, en la mansión familiar, se desarrolla otra trama cargada de emoción. Luz acompaña a Begoña a visitar a María, que continúa luchando contra las secuelas de su accidente. Con amabilidad profesional, Luz pregunta por su estado de salud y por los progresos en la clínica de rehabilitación.
María, con un gesto cansado, responde con cierta resignación: los ejercicios son los mismos, aunque ahora con aparatos, lo que le provoca dolores musculares. Luz insiste en la necesidad de hacer un examen físico más completo, especialmente de sus piernas. Pero la reacción de María es de rechazo inmediato: asegura que están “muertas” y que nunca volverá a tener la vida de antes.
El choque entre María y Luz
Luz, tratando de mantener la calma, intenta explicarle que estas pruebas son rutinarias y necesarias para descartar cualquier evolución, pero María se siente invadida y humillada. Begoña observa todo con incomodidad, intentando mediar sin éxito.
Finalmente, Luz realiza algunas pruebas de sensibilidad, pero los resultados son nulos: María no muestra reacción alguna. Desbordada por la frustración y la rabia, María estalla y echa de la habitación tanto a Luz como a Begoña, acusándolas de hacerle pasar por una tortura innecesaria.
La escena no solo deja a Luz confundida, sino que también mina la credibilidad de Begoña, quien había insistido en la conveniencia de la visita. A ojos de Luz, parece que su amiga no sabe realmente cómo manejar la situación con María.
El oscuro secreto de Gabriel
Lo que ni Luz ni Begoña sospechan es que detrás del aparente estancamiento de María hay una mano invisible que manipula la situación: Gabriel.
Horas antes, él le había inyectado un anestésico en las piernas para evitar cualquier signo de sensibilidad que pudiera despertar sospechas. Su objetivo es claro: mantener oculta la verdad sobre el estado real de María y asegurarse de que nadie descubra lo que realmente sucede.
Con voz fría y calculadora, Gabriel le advirtió:
“No podemos impedir que te examinen, pero si reaccionas, podrían empezar a sospechar. Es mejor así. Ellas se tranquilizan y tú permaneces a salvo.”
María, atrapada entre la dependencia y el miedo, acepta este cruel juego, aunque cada día siente más pesado el peso de la mentira.
Begoña, en entredicho
La consecuencia inmediata es devastadora para Begoña. Su amiga Luz, que había confiado en su criterio, la ve ahora como alguien que ha exagerado o malinterpretado la situación de María. La tensión entre ambas se palpa, y Begoña empieza a sentir cómo su palabra pierde valor frente a la evidencia manipulada por Gabriel.
El desconcierto la consume: ¿cómo puede defender su intuición si las pruebas parecen contradecirla? La sombra de Gabriel crece cada vez más sobre ella, debilitando sus alianzas y dejándola cada vez más aislada.
Preguntas que quedan en el aire
El capítulo se cierra con varios interrogantes que prometen mantener en vilo a los seguidores de la serie:
- ¿Logrará Begoña descubrir que Gabriel es quien manipula en secreto la situación de María?
- ¿Podrá Marta sobreponerse a su crisis de confianza y aceptar finalmente la dirección de la empresa?
- ¿Hasta cuándo conseguirá Gabriel sostener la red de mentiras sin que todo se derrumbe a su alrededor?
- ¿Recuperará Luz la confianza en Begoña o se alejará de ella convencida de que se equivoca?
Conclusión
Sueños de libertad demuestra, una vez más, que es mucho más que una simple telenovela: es un mosaico de emociones humanas, de luchas internas y de estrategias que enfrentan a los personajes entre la verdad y la mentira, la lealtad y la traición, la esperanza y la resignación.
El papel de Gabriel como titiritero en la sombra refuerza su rol como uno de los grandes antagonistas de la serie, capaz de manipular tanto en los negocios como en la intimidad familiar. Mientras tanto, Begoña se enfrenta al reto de no perderse a sí misma ni la confianza de quienes más quiere, aunque cada paso que da parece hundirla más en la trampa tendida por Gabriel.
El público, por su parte, queda atrapado en la espera de la siguiente entrega, deseando respuestas y preparado para nuevos giros que seguirán sacudiendo las vidas de los protagonistas.