AVANCE DE SUEÑOS DE LIBERTAD, JUEVES 18 DE SEPTIEMBRE ANTENA 3, CAPITULO 399, MARÍA SE ARREPIENTE
El episodio 399 de Sueños de libertad comienza con una escena cargada de tensión en casa de don Pedro. Tasio llega con noticias frescas sobre la situación en la fábrica y, con cierta incomodidad, le informa acerca de la moción de censura que se ha celebrado. Pedro, molesto, quiere saber los resultados y Tasio responde que Marta ha resultado vencedora en la votación. Con un gesto de sinceridad, le admite que él también votó por ella, no solo por lazos de sangre, sino porque realmente cree en sus capacidades. Sin embargo, sorprendentemente, Marta ha rechazado la oportunidad de volver a dirigir la empresa, argumentando que no se siente lista. Este rechazo abre un vacío de poder que Gabriel intenta llenar con una propuesta de consenso, idea respaldada por Damián, quien lo presenta como figura neutral. Tasio, decepcionado, afirma que sin Marta no ve razón para seguir apoyando el plan.
Don Pedro, aunque indignado, reconoce la lealtad de Tasio y lo felicita por priorizar a su hermana. Pero justo en ese momento aparece Damián, cuya visita genera incomodidad. Pedro lo acusa de haber orquestado la moción de censura para sacarlo del poder, mientras Damián le reprocha su empecinamiento en aferrarse a un puesto que ya no puede sostener. La conversación sube de tono hasta que Pedro anuncia una decisión drástica: reconoce que es tiempo de retirarse, pero no lo hará a la ligera. Afirma que él mismo elegirá a su sucesor y sorprende a todos al señalar a Tasio como el nuevo director de Perfumerías de la Reina. Damián queda sin palabras, mientras Tasio no puede evitar recordar las dudas que su madre sembró sobre las verdaderas intenciones de Pedro. ¿Realmente confía en él o solo lo utiliza como arma contra su propio padre?
La tensión se mantiene cuando Pedro redacta su renuncia y el acta del nombramiento, pidiéndole a Tasio que entregue el documento a Irene de inmediato. A Damián, en cambio, lo despide con frialdad, dejándole claro que ya no es bienvenido en su casa. El ambiente se enrarece, dejando entrever que el nuevo nombramiento traerá aún más divisiones.
En paralelo, Gabriel acompaña a María a su habitación. Ella, con inquietud, le pregunta cómo resultó la junta. Gabriel, frustrado, explica que Marta rechazó dirigir la empresa y que Damián retiró en el último momento el apoyo a su candidatura. Aunque los demás estaban de acuerdo con él, sin Marta y sin el respaldo de Damián, perdió la oportunidad de hacerse con el control. María, cada vez más desconfiada, le lanza un comentario punzante: empieza a arrepentirse de haber confiado en él, pues últimamente acumula derrotas. Gabriel se molesta y le recuerda que gracias a él no fue expulsada de la casa, advirtiéndole que no lo subestime. La tensión entre ambos marca un nuevo quiebre en su relación, dejando a María sumida en dudas sobre su futuro.
En otro frente, Joaquín recibe la noticia de que han encontrado un comprador para los terrenos en venta. El acuerdo es incluso más ventajoso de lo esperado, lo que genera un aire de celebración. Luis se muestra agradecido con Gabriel por su propuesta de consenso, aunque reconoce que no prosperó. Sin embargo, la atención rápidamente se desplaza hacia la venta de los terrenos, lo que garantizará la ampliación de capital y mantendrá la participación de la familia en la empresa. Gabriel, aunque guarda las apariencias, no puede ocultar su preocupación: sus planes se desmoronan poco a poco, y cada avance de los Merino amenaza con dejarlo fuera de juego.
La noticia de la venta también llega a oídos de Damián, quien se muestra satisfecho de que la familia pueda cumplir con sus compromisos financieros sin perder influencia. Andrés, aunque más reservado, confía en que Marta aún recapacitará y asumirá la dirección en algún momento. Pero Damián interrumpe cualquier esperanza al revelar que Pedro ha nombrado a Tasio como nuevo director. La sorpresa y el desconcierto dominan la sala, pues la jugada de Pedro no solo altera el equilibrio de poder, sino que también parece estar diseñada para herir directamente a Damián.
El capítulo avanza con esta revelación como punto álgido. Tasio, atrapado entre el orgullo y la duda, se convierte en la nueva figura central de la empresa, mientras las sospechas sobre las verdaderas intenciones de Pedro se intensifican. La familia queda dividida: algunos celebran la estabilidad que parece traer el nombramiento, mientras otros lo perciben como una estrategia de manipulación. Gabriel, por su parte, se enfrenta a un escenario cada vez más hostil, con sus planes debilitados y con María comenzando a cuestionar su lealtad hacia él.
Este episodio no solo pone de relieve las luchas de poder dentro de la familia y la empresa, sino también los conflictos personales que amenazan con destruir alianzas. Las dudas de María, la ambición de Gabriel, la jugada inesperada de Pedro y la designación de Tasio como sucesor marcan un antes y un después en la trama. El poder cambia de manos, pero la incertidumbre y el resentimiento se mantienen, anticipando que lo que está por venir será aún más turbulento.
El episodio concluye con un aire cargado de traiciones veladas, sospechas y arrepentimientos. María, en silencio, parece convencerse de que su apuesta por Gabriel ha sido un error, mientras Tasio inicia un nuevo camino lleno de responsabilidades, sin saber si realmente ha sido elegido por mérito o por conveniencia. En esta encrucijada, el futuro de Perfumerías de la Reina queda envuelto en sombras, y cada decisión amenaza con desencadenar un nuevo conflicto que pondrá a prueba los lazos familiares y la fortaleza de cada personaje.