La detención de Orhan sume a la familia Korhan en un torbellino de caos. Los cimientos de la familia se tambalean y la ira que Ferit había acumulado durante tanto tiempo está a punto de estallar. Su resentimiento hacia Seyran emerge con fuerza; él ve a Seyran impulsada por un deseo de venganza, considerando a la familia Korhan un objetivo al que atacar por cualquier medio. Lo que más le desconcierta es la contradicción que representa Seyran: la misma mujer que arriesgó su vida para salvar a Kazım ahora pretende encarcelar al padre de aquel hombre. Estas emociones extremas llevan a Ferit al límite de su paciencia.

Seyran, por su parte, permanece firme en su postura. Para ella, Orhan es el único responsable y debe pagar por sus crímenes. No retrocede ni un paso, considerando su acción no como venganza, sino como una justicia necesaria. Esta diferencia de opiniones abre una brecha aún más profunda entre ambos. La tensión alcanza su punto máximo cuando la policía también detiene a Ferit y a Abidin, sumiendo la situación en un caos total.

Seyran observa atónita mientras los ojos de Ferit, llenos de furia y decepción, lo dicen todo. Para él, lo ocurrido deja de ser justicia y se convierte en traición por parte de Seyran. Al ser llevado al coche policial, Ferit se aleja sin dirigirse a ella, un silencio que se convierte en un mensaje doloroso y marca un punto de quiebre en su relación. La noticia de la detención de Orhan se propaga rápidamente en la mansión, provocando pánico.

La familia Korhan siente que todo se descontrola. İfakat, intentando mantener el control, alerta de inmediato a Halis Korhan. Sin embargo, lo que escucha desata su furia: no solo las acusaciones de secuestro e intento de asesinato de Kazım son intolerables, sino también que Latif e İfakat lo hayan mantenido en secreto. Esta traición es la gota que colma el vaso. La confianza dentro de la familia queda destrozada y Halis desata su ira contra Latif e İfakat. Latif intenta sugerir la posible inocencia de Orhan, pero la determinación de Halis es inquebrantable. Para él, quienes llevaron a la familia a esta situación deben pagar.

El escándalo que mancha el nombre de Orhan ha arruinado la reputación de los Korhan, debilitando la empresa y su posición social. Entre un silencio lleno de miedo, todos esperan con incertidumbre los próximos movimientos de Halis. Además, la breve relación pasada de Pelin con Serter resurge con la noticia de su embarazo. El regreso de Serter a Estambul y su actitud persistente colocan el secreto más profundo de Pelin al borde de ser revelado.

Pırıl percibe la inquietud de su amiga, y Pelin finalmente confiesa la relación. Sin embargo, Pırıl sospecha que el bebé podría no ser de Ferit, sino de Serter. Pelin lo niega con firmeza, aunque por dentro alberga un miedo profundo. Mientras tanto, Serter, decidido a descubrir la verdad, inicia su investigación. Esta situación acorrala a Pelin, ya que la revelación de su secreto podría destruir la vida que intenta reconstruir con Ferit. La recuperación de Kazım trae una chispa de esperanza, aunque el médico advierte que cojea temporalmente, un golpe a su orgullo. Tras rozar la muerte, Kazım elige agradecer por estar vivo y decide dejar atrás rencores y errores.

Una noticia desde Gaziantep sacude a Kazım: su viejo amigo Ökkeş vendrá a Estambul. Esta visita será no solo un alivio moral, sino también una oportunidad de confrontar las sombras de su pasado. Halis Korhan acude a la comisaría para evaluar la situación de Orhan y Ferit. Ferit interpreta la llegada de su abuelo como un salvavidas, convencido de que una sola palabra de Halis los liberará. Orhan comparte la esperanza, pero pronto recibe un golpe devastador. Halis lo acusa con severidad, arruinando sus expectativas. Ferit, paralizado por la frialdad de su abuelo, comprende que no habrá perdón esta vez.

La policía libera a Ferit pero remite a Orhan al fiscal con solicitud de arresto. Ferit implora a su abuelo que intervenga, pero Halis se mantiene firme. Orhan enfrenta un proceso que conducirá a su encarcelamiento, mientras İfakat hace lo posible por impedir que el escándalo llegue a los medios. Contener la curiosidad periodística resulta más difícil de lo esperado y la reputación de la familia y la empresa pende de un hilo.

Suna estalla en furia, acusando a İfakat de no proteger a Orhan y de intentar encubrir los hechos. La discusión escala rápidamente hasta que Kaya interviene. Pelin, al ver la tensión, se desmaya, causando pánico en la mansión y centrando la atención nuevamente en su embarazo y salud. Ferit, atrapado entre la prisión de su padre, la incertidumbre sobre Pelin y su relación con Seyran, enfrenta un colapso emocional. La sombra de la venganza de Kazım se cierne y los conflictos familiares y escándalos públicos intensifican la presión.

Seyran, abrumada por los recuerdos de Ferit, choca accidentalmente con un hombre que la ayuda amablemente, un encuentro que marcará un punto de inflexión en su vida. Ferit y Halis regresan a la mansión, aumentando la tensión. Ferit percibe la traición de su abuelo hacia su padre. En la mente de Seyran, un padre debe proteger siempre a su hijo, pero Halis ve la realidad con severidad y acusa a Ferit de dejarse llevar por sus emociones.

En el hospital, Pelin cae enferma. Seyran, a pesar de sus resentimientos, acude a preocuparse por ella y el bebé. Ferit también se dirige al hospital, dividido entre la responsabilidad y la sospecha de manipulación. Ökkeş llega para ver a Kazım, y Seyran lo acompaña, enfrentándose a recuerdos del pasado y emociones intensas. Suna, buscando respuestas a las predicciones de una vidente, y Zerrin, furiosa por el regreso de Serter y el posible padre del bebé, generan un conflicto explosivo. Ferit interviene, intentando proteger a Pelin y contener la situación, mientras los secretos y las intrigas se multiplican.

Gülgün descubre los juegos de Pelin y confronta a İfakat y luego a Pelin, quien amenaza con suicidarse si se revela la verdad. Esto le enseña a Pelin que no lucha contra enemigos aislados, sino contra toda la familia Korhan, obligándola a idear un nuevo plan. Seyran decide enfrentar a Kazım, buscando evitar que su sed de venganza consuma a ambas familias, pero él se mantiene firme y exige que Seyran rompa todo vínculo con Ferit para protegerse.

Pelin y Pırıl son seguidas por Serter durante una salida, aumentando la tensión. Suna, a través de la vidente, revive su pasado con Ferit, reconociendo sentimientos ocultos. Pelin se enfrenta a Serter, quien exige la prueba de ADN, y Ferit interviene para protegerla. La revelación accidental de Pırıl de que Serter podría ser el verdadero padre del bebé sacude a todos, dejando a Ferit y Seyran paralizados ante la magnitud de la traición y la mentira. Este momento marca el inicio de una nueva era que alterará completamente el equilibrio familiar y emocional.