DESCUBRE LA VERDAD SOBRE LA VUELTA DE CRUZ || CRÓNICAS de #LaPromesa #series
El nombre de Cruz Izquierdo, la marquesa de los Bercreartas, sigue resonando en cada rincón del Palacio de La Promesa. Aunque su salida de la serie marcó un antes y un después, su figura continúa proyectando una sombra alargada sobre la trama, alimentando las expectativas de los seguidores que no dejan de preguntarse si algún día volverá. La actriz que la encarnó con tanta fuerza, Eva Martín, ha hablado abiertamente sobre su experiencia, su despedida y las razones que la llevaron a dar un paso al costado, despejando las dudas sobre el posible regreso de la gran villana fundacional de la historia.
Desde su primera aparición, Cruz se erigió como un personaje inolvidable: fría, calculadora, capaz de manipular con sutileza y de cometer los actos más atroces sin pestañear. Fue ella quien, en los inicios de la serie, acabó con la vida de Tomás y más tarde dejó morir a su cuñado Fernando, consolidándose como la fuerza oscura que mantenía en vilo a todos. Su control sobre Petra, su enfrentamiento constante con Catalina y su obsesión con Alonso convirtieron su nombre en sinónimo de pólvora y tensión dentro de la trama.
La salida de Cruz no fue casual. Fue acusada de la muerte de Jana Expósito, víctima de una trampa urdida por doña Leocadia, que colocó el botón de la bata de la marquesa en la mano de la joven al morir. De este modo, se construyó una historia que la condujo directamente a la cárcel y que sirvió para introducir a una nueva villana. Con ello, los guionistas aseguraban que la ficción no perdiera fuerza y que la transición resultara natural para el espectador. Así, mientras Cruz quedaba tras las rejas, Leocadia se afianzaba como su sucesora en el trono de la maldad.
Eva Martín reveló que su decisión de abandonar la serie no estuvo motivada por conflictos internos, sino por el agotamiento. Tras más de dos años y medio de trabajo diario, interpretando a un personaje tan exigente en un formato de emisión continua, la actriz sintió la necesidad de descansar. El desgaste físico y mental de enfrentarse a guiones extensos con un lenguaje de época, sumado a las largas jornadas de rodaje, la llevaron a solicitar una pausa para reencontrarse consigo misma, atender su vida personal y explorar otros proyectos artísticos.
Curiosamente, su salida coincidió con la de Ana Garcés, la actriz que daba vida a Jana, lo que obligó al equipo creativo a rediseñar con rapidez el rumbo de la ficción. La incorporación de Leocadia se convirtió entonces en una jugada estratégica, presentándola primero como amiga de Cruz y luego revelando sus verdaderas intenciones de venganza. Este giro narrativo permitió no solo dar continuidad a la serie, sino también mantener vivo el espíritu de intriga y maldad que caracterizaba a la marquesa.’

Durante los 553 capítulos en los que Eva Martín dio vida a Cruz Izquierdo, su interpretación se convirtió en uno de los pilares de La Promesa. Su carisma y la intensidad de su personaje hicieron que el público desarrollara una relación de amor y odio hacia ella. En la calle, la actriz llegó a recibir comentarios tan contradictorios como “te odio, ¿me das un abrazo?”, reflejo de la admiración que despertaba su trabajo, incluso cuando el personaje resultaba detestable.
Eva no ha ocultado el cariño que siente por el equipo con el que compartió tantas horas de rodaje. En varias entrevistas ha descrito a Bambú Producciones y al creador de la serie como parte de su familia profesional, subrayando el ambiente de compañerismo que se vivía tras las cámaras. También destacó el éxito de la ficción, no solo en España, sino en muchos otros países, donde logró conquistar audiencias y obtener reconocimientos tan prestigiosos como el Emmy Internacional a la mejor telenovela.
Sobre el futuro de Cruz, Eva Martín fue clara. Afirmó que, en una serie diaria, si un personaje no muere, siempre existe la posibilidad de que reaparezca si la trama lo exige. Sin embargo, también reconoció que, para ella, la etapa de la marquesa está cerrada. En sus propias palabras, “esta etapa está concluida para mí”. Con ello, dejó entrever que no tiene planes inmediatos de regresar, aunque no cerró del todo la puerta a un futuro regreso si las circunstancias cambian.
Dejó además una frase que se ha convertido en un guiño para los seguidores: “Mientras haya promesa, hay marquesa”. Con ello, quiso transmitir que, aunque no esté presente físicamente en la serie, su legado y su influencia permanecen vivos, latiendo en cada escena donde se menciona su nombre o se recuerda su sombra. Esa posibilidad abierta mantiene viva la esperanza de quienes sueñan con volver a ver a Cruz desplegar su poder y su abrecartas en el palacio.
Por ahora, la realidad es clara: Cruz Izquierdo no volverá en el corto plazo. Eva Martín ha decidido seguir otros caminos y priorizar su bienestar personal y artístico. No obstante, el universo de La Promesa nos ha enseñado que todo puede suceder. Tal vez dentro de un año, si la serie continúa con la fuerza que hasta ahora ha demostrado, la actriz se replantee retomar a la villana que tantas pasiones desató. Y si eso ocurriera, el regreso de Cruz sería, sin duda, un acontecimiento capaz de sacudir a la audiencia y reactivar las intrigas palaciegas con la misma intensidad del primer día.
En definitiva, la etapa de Cruz Izquierdo ha quedado en pausa, no extinguida. El personaje sigue presente en el recuerdo colectivo, en las cartas que envía desde la cárcel, en el cuadro de su retrato que aún vigila desde la distancia, y en la certeza de que, aunque no vuelva pronto, su esencia forma parte inseparable de La Promesa.