UNA SEMANA DE INFARTO: BODAS, HUIDAS Y ENFERMEDADES || AVANCE SEMANAL La Promesa
La Promesa: Una Semana de Infarto con Bodas, Huidas y Enfermedades
La semana que se avecina en La Promesa está cargada de revelaciones inesperadas, tensiones familiares, planes de fuga desesperados y la sombra inminente de la enfermedad. Los capítulos del 29 de septiembre al 3 de octubre prometen mantener a los espectadores al borde del asiento, con tramas que entrelazan amor, traición, secretos ocultos y decisiones que podrían cambiar para siempre el rumbo de la finca.
El eje central de estos días recae en la figura de Petra Arcos, el ama de llaves cuya salud se deteriora a pasos agigantados. Todos en la zona de servicio comienzan a notar que Petra apenas prueba bocado y su carácter, ya de por sí áspero, se intensifica frente a quienes intentan ayudarla. Teresa, con su habitual bondad, trata de asistirla, pero recibe de Petra la misma dureza de siempre. Sin embargo, lo que realmente despierta temor en todos es el comentario popular de Candela: cuando alguien pierde el apetito, la muerte se acerca. Esta sentencia resuena como un presagio funesto en los pasillos de La Promesa.
A lo largo de la semana veremos cómo los dolores de Petra aumentan, los desmayos se repiten y ni siquiera las manos compasivas de María Fernández consiguen aliviarla con masajes o cuidados. Su ausencia en el trabajo se vuelve cada vez más evidente, y el servicio entero teme lo peor. Llega un punto en el que nadie se atreve a entrar en su habitación, pues todos creen que podría haber muerto. La incógnita de quién será capaz de reunir el valor para comprobarlo mantiene en vilo tanto a criados como a espectadores. ¿Será este el desenlace definitivo para Petra o habrá un giro inesperado que altere su destino?
Mientras tanto, Curro y Ángela se enfrentan a un dilema desgarrador. Su amor, genuino y profundo, choca con el destino impuesto por doña Leocadia y el capitán Lorenzo. En un intento desesperado por salvar a la joven, Curro se humilla ante el capitán, suplicándole que renuncie a la boda con Ángela. Incluso llega a ofrecerse a abandonar La Promesa para siempre con tal de protegerla. Pero Lorenzo, lejos de ceder, disfruta con la angustia de su rival y deja claro que su objetivo es infligir el máximo dolor.
Ángela, lejos de rendirse, se planta frente a Lorenzo con una valentía que sorprende. La joven no se calla nada y lo enfrenta con palabras duras, descargando toda su rabia y desprecio hacia ese hombre que pretende dominar su vida. Aunque doña Leocadia intenta convencerla de aceptar el matrimonio como única salida, Ángela comienza a trazar un plan propio para escapar de ese destino. Sin embargo, la gran incógnita permanece: ¿podrán realmente ella y Curro huir juntos o la red de amenazas que los rodea se cerrará sobre ellos antes de tiempo?
La partida de Catalina también sigue teniendo consecuencias devastadoras. Su ausencia deja un vacío imposible de llenar, especialmente en Adriano, su marido, que se hunde en la desolación. Esta semana, sumido en el dolor, se plantea abandonar la finca con sus hijos, una decisión que genera alarma entre todos. Alonso, que ya ha sufrido la partida de su hija sin saber cuándo regresará, se enfrenta al temor de perder también a sus nietos. La posibilidad de que Adriano se marche con ellos le causa un dolor inmenso.
Martina, prima de Catalina, intenta convencerlo de que permanezca en La Promesa. Ella sospecha que el encuentro de Catalina con el barón de Valladares fue decisivo en su desaparición, aunque Jacobo insiste en que lo olvide. La tensión crece hasta el punto de que Adriano anuncia decisiones drásticas que amenazan con fracturar aún más a la familia. La finca se convierte en un escenario de incertidumbre y peligro, donde cada paso puede desencadenar consecuencias irreversibles.

El misterio de Enora sigue generando sospechas. Manuel, guiado por su intuición, está convencido de que la joven esconde algo. El hallazgo de que ha vuelto a robar planos de diseño aumenta las dudas sobre su verdadera identidad. Lo más inquietante es que nadie en los alrededores parece conocerla, lo que alimenta la sospecha de que podría ser una infiltrada o una espía industrial. Toño, enamorado e ingenuo, defiende su inocencia con firmeza, mientras Simona y Candela intentan apaciguar los ánimos. Manuel, pese a prometer que dejará de investigar, no puede renunciar a descubrir la verdad. La pregunta sigue en el aire: ¿qué oculta realmente Enora?
Otro conflicto importante involucra a Pía, Ricardo y el poder implacable de Ballesteros, apodado “Rasputín”. El marqués Alonso, arrepentido de haber permitido que Pía se marchara a Aranjuez, intenta rectificar su decisión. Sin embargo, Ballesteros se aferra a su autoridad y convierte el regreso de la doncella en una batalla de poder. Además, impone un severo régimen disciplinario: tres infracciones graves significan despido inmediato. Candela y Ricardo son los primeros en sentir el peso de su mano dura. Ricardo, aún convaleciente, es obligado a limpiar chimeneas en los tejados, mientras Candela lo acusa de haberse inventado el supuesto mandato de la dama de la reina como excusa para castigar a Pía. Poco a poco queda más claro que Ballesteros y doña Leocadia trabajan en conjunto dentro de un plan oscuro y calculado.
La tensión también se traslada a la historia de Vera, su hermano Federico y López. Federico regresa decidido a recuperar a su hermana, pero se topa con la oposición de López, quien le advierte que regresar con su padre sería un error mortal para la joven. La discusión escala rápidamente hasta llegar a los golpes, cuando Federico, cegado por la ira, agarra a López de la pechera después de que este acuse a su padre de criminal y asesino. Sin embargo, a medida que los días avanzan, Federico empieza a descubrir la verdad detrás de la fachada de su progenitor. Poco a poco, se acerca a López, formando una alianza con él para proteger a Vera de un destino fatal.
Así, los capítulos de esta semana en La Promesa nos sumergen en un torbellino de secretos revelados, amenazas de muerte, sacrificios personales y enfermedades sin control. La finca se convierte en un polvorín donde cada decisión puede marcar el final de una vida, un amor o una familia. Petra lucha contra el ocaso de su existencia, Curro y Ángela se rebelan contra un futuro impuesto, Adriano se debate entre quedarse o partir, Manuel sigue la pista de un enigma, y Federico se enfrenta a verdades que sacuden su mundo.
En definitiva, esta semana será una de infarto en La Promesa, donde las pasiones, las intrigas y el dolor se mezclan para crear un relato que avanza con la fuerza de una tormenta. Cada personaje, atrapado en sus propios dilemas, se convierte en pieza clave de un destino común que amenaza con arrastrarlos a todos hacia un desenlace inesperado y sobrecogedor.