La Promesa del 29 al 3 Octubre; Ángela y Curro preparan su huida pero son descubiertos.

La semana del 29 de septiembre al 3 de octubre de 2025 en La Promesa se convierte en un torbellino de emociones, intrigas y decisiones desesperadas que marcan un antes y un después en la vida de cada uno de los personajes. Aunque en apariencia el palacio intenta recuperar la calma tras la marcha de Catalina, la llegada de una carta del varón de Valladares lo sacude todo. Su contenido inesperado reabre heridas que parecían cerradas y siembra nuevas dudas en los habitantes, especialmente en Alonso y en los suyos, que ven cómo la tranquilidad dura apenas unos instantes. El desconcierto de Manuel frente a Enora también crece. Incapaz de descifrar sus intenciones, el heredero empieza a sospechar de cada movimiento y teme que su confianza sea traicionada. A su alrededor, nadie parece conocerla, lo que refuerza el misterio que envuelve a la mujer. Esa sombra lo mantiene inquieto y cada día más determinado a descubrir la verdad.

Mientras tanto, Petra se sumerge en un deterioro físico y emocional que no logra ocultar. Apenas come, su ánimo se desploma y los errores se acumulan, despertando la preocupación de quienes conviven con ella. La salud de la ama de llaves amenaza con convertirse en una tragedia más dentro del palacio, aunque ella hace todo lo posible por aparentar fortaleza. En paralelo, Cristóbal comienza a sentir el peso de sus actos. Alonso, presionado por Curro, lo enfrenta directamente, exigiéndole que enmiende su error devolviendo a Pía al lugar que le corresponde. La tensión lo consume, mientras la culpa se convierte en un enemigo silencioso que lo desgasta. Curro, por su parte, decide plantar cara a Lorenzo. Lo acusa de querer casarse con Ángela solo para dañarlo, y Lorenzo no solo no lo desmiente, sino que lo confirma con frialdad. Ante ese panorama, el joven desesperado incluso ofrece marcharse del palacio si con ello evita la boda. La determinación de Curro contrasta con el estado de Ángela, que tras hablar con Leocadia queda sobrecogida y paralizada por las revelaciones. Su madre insiste en justificar lo que no tiene defensa, dejando a la muchacha atrapada en un mar de confusión. A todo esto se suma Federico, que regresa a los alrededores del palacio. López lo enfrenta y le advierte que no moleste más a Vera, quien ya carga con demasiados problemas. El clima general es de angustia contenida y tensión a punto de estallar.

El martes 30 la amenaza sobre Curro y Ángela se intensifica. Ella vive con el temor de que Lorenzo descubra sus planes y tome represalias contra Curro, pues sabe bien de lo que es capaz. Los jóvenes se aferran a la idea de huir, pero la duda sobre si lograrán escapar a tiempo los carcome. Al mismo tiempo, Leocadia trata de convencer a Alonso de que le permita encargarse de la administración de las tierras, pero sus argumentos no lo convencen y el distanciamiento entre ellos se acentúa. Enora sigue tejiendo sus movimientos en secreto y logra sustraer planos de los proyectos de Manuel, aunque él empieza a estar más alerta que nunca. La sensación de que nadie la conoce, ni siquiera de oídas, lo empuja a desconfiar más. Adriano, hundido tras la partida de Catalina, pierde la dirección de su vida y Martina intenta ayudarlo, incluso pidiendo a Jacobo colaboración en un proyecto del patronato. López, aunque no evita el encuentro entre Vera y Federico, logra sacudir al joven revelándole quién es su verdadero padre. Esa confesión descoloca a Vera, que queda atrapada en la incertidumbre sobre si debe retomar vínculos familiares o alejarse de ellos. Ricardo, consumido por la ausencia de Pía, no logra levantarse del pozo de culpa en el que está atrapado, mientras Cristóbal percibe cómo su autoridad se debilita frente a la intervención de Alonso y busca el respaldo de Leocadia para no perder terreno.

El miércoles 1 de octubre trae consigo un regreso esperado pero lleno de complicaciones: el de Pía. Aunque algunos sueñan con verla de nuevo en el palacio, Leocadia no quiere que Alonso se implique demasiado y decide marcar distancia, complicando el proceso. A la vez, Adriano revela una decisión tan drástica como dolorosa que impacta a Alonso y sacude a la familia. La salud de Petra empeora de forma alarmante. Ni los cuidados de María Fernández le ofrecen alivio, y su debilidad se vuelve cada vez más evidente. Frente a esa oscuridad, Curro y Ángela se mantienen aferrados a su amor, soñando con un futuro en libertad a pesar de los obstáculos. Sin embargo, la relación con Leocadia se agrava cuando Ángela intenta acercarse y recibe solo reproches y frialdad. Esa herida emocional abre un abismo entre madre e hija. En el palacio, la ausencia de Pía, la fragilidad de Petra y los choques entre los señores empiezan a desestabilizar también al servicio. Todo parece pender de un hilo, y las decisiones de Catalina, Adriano y Curro repercuten en cada rincón.

El jueves 2 de octubre Adriano, devastado por la ausencia de Catalina, contempla abandonar el palacio con sus hijos. La noticia se expande rápido y causa temor entre los suyos, que no quieren perder también a él. Manuel, buscando recomponer lazos con Toño, promete dejar de lado sus investigaciones sobre Enora, aunque la desconfianza no desaparece de su interior. Mientras tanto, Petra sigue debilitándose a ojos de todos. Federico, finalmente enfrentado a la verdad sobre su padre, decide unirse a López para proteger a Vera, que necesita apoyo firme. Por otro lado, el personal del servicio empieza a rebelarse contra las imposiciones de Cristóbal. Ricardo suplica por el regreso de Pía, pero el mayordomo se mantiene inflexible, aumentando la tensión. Curro y Ángela, listos para huir, se topan con el chantaje emocional de Leocadia. Desconcertados, ven tambalearse su decisión. Desesperado, Curro propone un sacrificio: marcharse solo para que su madre no obligue a Ángela a casarse con Lorenzo. Su determinación lo muestra dispuesto a renunciar a todo con tal de protegerla, pero la duda es si Leocadia aceptará esa salida.

El viernes 3 la situación alcanza un clímax. La idea de que Adriano pueda marcharse después de Catalina golpea fuerte a todos. Martina intenta persuadirlo con todas sus fuerzas, negándose a ver cómo la familia se desintegra aún más. Petra, por su parte, se encuentra en un estado crítico, sin mejoras visibles, y la preocupación entre el servicio crece de manera alarmante. Ricardo se siente cada vez más hundido al ver que Alonso no logra traer de vuelta a Pía, mientras Vera afronta un futuro incierto después de que López y Federico bloquean su regreso a casa. El golpe definitivo llega cuando Petra desaparece sin dejar rastro. Nadie sabe dónde está, y el miedo se adueña del palacio, con el fantasma de lo peor acechando. Curro, al límite, siente que sus opciones se han agotado. Con la boda de Ángela y Lorenzo acercándose, solo le queda arriesgarlo todo en un último acto desesperado. El ambiente en La Promesa se vuelve irrespirable, aunque todavía queda un resquicio de esperanza para quienes se atrevan a desafiar el destino.

En estos capítulos, las decisiones personales se convierten en detonantes que sacuden los cimientos de todo el palacio. Las fugas, los sacrificios, las culpas y las traiciones se entrelazan en una red cada vez más asfixiante. Ángela y Curro, atrapados entre el amor y las imposiciones, ven cómo su plan de huida se tambalea hasta el borde de ser descubierto. Petra se desmorona física y anímicamente, mientras Adriano y Catalina dejan tras de sí un vacío casi imposible de llenar. El futuro se torna incierto, y la promesa de libertad parece más lejana que nunca.