LORENZO TOPA CON LA IGLESIA: NO SE PUEDE CASAR CON ÁNGELA || CRÓNICAS de #LaPromesa #series

La historia de La Promesa da un giro lleno de intriga y tensión con el destino de Ángela, atrapada entre el amor que siente por Curro y las cadenas invisibles de la presión social y familiar. Lo que parecía una huida romántica se transforma en un callejón sin salida donde los chantajes, el miedo al escándalo y las artimañas de doña Leocadia convierten la vida de su hija en un laberinto sin salida. A ello se suma la sombra amenazante del capitán Garrapata, que con sus secretos funestos logra tener el control de cada movimiento.

Ángela, al inicio, estaba convencida de escapar con Curro, su gran amor. Estaba dispuesta a dejar atrás la vida de apariencias y la rigidez de la Promesa para comenzar de cero. Sin embargo, doña Leocadia, con su característico poder de manipulación y chantaje emocional, logró sembrar en ella la semilla de la duda. La madre postiza no solo habló como progenitora, sino como calculadora estratega, utilizando frases cargadas de culpa y amenaza velada, llevándola a interiorizar palabras que no eran suyas, sino el eco del control materno. Poco a poco, aquella ilusión de libertad se fue marchitando, reemplazada por un sentimiento de resignación y temor. Así, Ángela terminó convencida de que huir con Curro no solo sería un error, sino un escándalo imperdonable: dejarse llevar por un bastardo y un lacayo.

En paralelo, Curro se enfrenta a la desesperanza. Su amor por Ángela es genuino, pero debe luchar contra un muro de obstáculos. Aun así, no está solo: López se convierte en su aliado, recordándole que no puede rendirse y que debe hallar un modo de impedir aquella boda que amenaza con condenar a Ángela a una vida de infelicidad. El joven, desesperado y valiente, llega a ofrecer abandonar para siempre la Promesa, marcharse y desaparecer del panorama a cambio de que doña Leocadia rompa el compromiso de su hija con Lorenzo. Sin embargo, el poder de negociación de Curro es mínimo frente a los miedos profundos que atenazan a Leocadia.

La verdadera razón de la negativa de la madre postiza no es la condición social de Curro ni el qué dirán. La raíz de su resistencia se encuentra en un secreto oscuro: la implicación de Leocadia en la muerte de Hann Expósito. Ese crimen, oculto durante tanto tiempo, es la carta que el capitán Garrapata guarda celosamente. Es su arma de chantaje, el motivo por el cual Leocadia se ve obligada a aceptar todas las condiciones que le impone y por lo que manipula a su hija sin ningún reparo. Para ella, no existe más preocupación que su propia supervivencia. Ni Ángela, ni Curro, ni el amor verdadero tienen valor frente a la amenaza de que su pasado salga a la luz.

En un momento dado, surgió la hipótesis de que Ángela y Curro podrían casarse en secreto antes de que se concretara la unión con Lorenzo. De esta forma, el matrimonio de Ángela con el otro hombre sería imposible. Sin embargo, tras el bombardeo de chantajes emocionales de su madre, Ángela pierde el valor y la determinación, descartando esta posibilidad. Su miedo al escándalo pesa más que su amor, demostrando hasta qué punto Leocadia logró adueñarse de sus pensamientos.

Es en este punto cuando entra en escena Samuel, el sacerdote. El joven cura podría convertirse en la pieza clave de este ajedrez cargado de tensiones. Como hombre de fe, Samuel sabe que el matrimonio de Ángela y Lorenzo carece de un fundamento real: no hay amor, solo coacción y manipulación. En su corazón arde la certeza de que esa unión es inválida, y la propia Iglesia Católica de la época reconocía que un enlace celebrado bajo miedo o presión no tenía validez. De alzar la voz, Samuel tendría la capacidad de frenar el casamiento, denunciando el vicio de consentimiento ante la diócesis o sus superiores. Su decisión no estaría exenta de riesgos, pues enfrentarse a Leocadia y al capitán Garrapata implicaría ponerse en el ojo de la tormenta. Sin embargo, este acto le daría la oportunidad de ser coherente con su fe y con la confianza que Ángela ha depositado en él, al rogarle que no permita esa boda.

La situación guarda paralelismos con episodios históricos de la nobleza europea, donde los matrimonios solían ser concertados por conveniencia política y económica más que por amor. En múltiples ocasiones, la Iglesia intervenía para anular enlaces viciados por coacción o engaño. El ejemplo más emblemático es el de Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos. Su primer matrimonio con Arturo de Inglaterra se anuló tras la muerte de este. Luego, fue comprometida con Enrique VIII, su cuñado. Años más tarde, Enrique buscó la nulidad para casarse con Ana Bolena, provocando un cisma que terminó en la ruptura de Inglaterra con Roma. Este hecho demuestra que la Iglesia, en aquel entonces, tenía la potestad y el poder para cuestionar y hasta invalidar matrimonios bajo ciertas condiciones.

Así, Samuel se enfrenta a una encrucijada similar, con la posibilidad de convertirse en el instrumento que devuelva la justicia y la verdad a la Promesa. Si decide actuar, podría salvar a Ángela de un destino impuesto y devolverle la posibilidad de elegir su camino. Su papel, como el de los obispos y cardenales del pasado, podría alterar el curso de los acontecimientos en la serie.

En conclusión, el eje del conflicto no es simplemente un triángulo amoroso entre Curro, Ángela y Lorenzo, sino un entramado mucho más complejo donde el miedo, el chantaje, la manipulación y la lucha por la libertad individual marcan cada movimiento. Doña Leocadia representa el peso del secreto y la ambición egoísta; Curro encarna la pureza del amor y la valentía de luchar contra todo; Ángela simboliza el dilema eterno entre lo que dicta el corazón y lo que exige la sociedad; y Samuel aparece como una esperanza de justicia y fe.

La Promesa nos muestra que, a pesar de las apariencias, los muros del palacio no son tan sólidos como parecen: detrás de ellos laten pasiones prohibidas, secretos inconfesables y la posibilidad de que, incluso en el terreno de la Iglesia, se encuentren las claves para detener un destino injusto. Lorenzo podrá haber ganado terreno, pero el poder de la verdad y la fe podrían ser su mayor obstáculo. El enfrentamiento con la Iglesia será, sin duda, un punto de inflexión que marcará para siempre la historia de estos personajes.