LA PROMESA: La carta de Catalina esconde un SECRETO MORTAL. Adriano, el único que lo sabe
LA PROMESA: La carta de Catalina esconde un SECRETO MORTAL. Adriano, el único que lo sabe, inicia un RESCATE SUICIDA
En La Promesa, una carta que aparenta ser un simple mensaje de paz oculta un grito de auxilio desesperado. Catalina, bajo la apariencia de un retiro espiritual en un convento, en realidad se encuentra en grave peligro, y solo Adriano, guiado por un amor inquebrantable y un instinto que no falla, percibe la verdad oculta entre las palabras cuidadosamente elegidas de su amada. Mientras todos a su alrededor leen calma y tranquilidad, él siente la urgencia de actuar. La noche cae sobre el palacio como un manto oscuro, y Adriano, con el corazón latiente, examina una y otra vez la carta de Catalina, convencido de que cada línea es un código secreto que revela su cautiverio.
A pesar de la incredulidad del Marqués Alonso y los intentos de Martina por persuadirlo de descansar, Adriano no duda. Cada palabra que parece inocente para otros le confirma un peligro mortal: Catalina está atrapada, manipulada por enemigos que buscan chantajear a su familia. Preparando un viaje solo, oculto a los ojos de todos, monta su caballo y se lanza hacia lo desconocido, armado solo con su valor y un pequeño crucifijo que Martina le entrega como amuleto protector.

El camino hacia Soria se convierte en un desafío casi sobrehumano. Entre campos desolados, colinas solitarias y un clima implacable, Adriano sigue la guía de su intuición y del recuerdo vívido de la caligrafía de Catalina, repitiendo en su mente las palabras que revelan su cautiverio. Tras horas de viaje, llega a una posada donde descubre que la historia del convento era falsa: Catalina había pasado por allí con hombres rudos y siniestramente vigilantes, confirmando los peores temores de Adriano. Sin perder un instante, se dirige hacia la casa abandonada donde la joven está retenida.
La tensión alcanza su punto máximo cuando Adriano observa a través de una rendija cómo los secuestradores vigilan a Catalina, discutiendo órdenes de mantenerla cautiva y, si es necesario, eliminar a quien intente rescatarla. El corazón de Adriano late con fuerza, pero no titubea. En un arriesgado movimiento, espera a que los hombres se alejen y entra al edificio. Paso a paso, escalera arriba, hasta encontrarla: Catalina, aterrada y esposada, ve en él su salvación. Sus lágrimas de miedo se transforman en alivio mientras Adriano corta sus ataduras y la protege, desafiando cualquier peligro.
El escape es vertiginoso. Adriano enfrenta a los secuestradores, usando su astucia y fuerza para superar los obstáculos y llevar a Catalina a salvo hasta su caballo. Cabalgan juntos a través del bosque, perseguidos por la amenaza, hasta que la oscuridad de la noche los envuelve y dejan atrás las colinas de Soria, rumbo a La Promesa.
A su regreso, la tensión en el palacio es palpable. Alonso queda atónito ante las noticias que confirman la valentía de Adriano y la supervivencia de Catalina. La verdad sobre su secuestro y la conspiración de Valdez sale a la luz: Catalina nunca estuvo en un convento, sino atrapada para chantajear al marqués. La familia se enfrenta a la mezcla de alivio, emoción y culpa; pero para Adriano, solo importa que Catalina está viva y que su amor ha triunfado.
Sin embargo, mientras el palacio celebra la recuperación de Catalina, un nuevo misterio comienza a gestarse. En el hangar de Manuel, la joven Enora sufre un accidente inesperado mientras ayuda con los prototipos de un avión. Aunque parece una torcedura menor, su desaparición al día siguiente siembra preocupación y tensión entre los protagonistas, dejando claro que La Promesa aún guarda secretos y peligros que acechan a quienes se atreven a amar con pasión y valentía.