La Promesa – Avance del capítulo 699 viernes, 17 de octubre: Martina pone en un aprieto a Leocadia
Curro, ante el abismo: el oscuro sacrificio que podría detener la boda y el plan secreto de Leocadia
En el próximo capítulo de ‘La Promesa’, la tensión alcanza niveles extremos. Curro se encuentra frente a un dilema que podría cambiarlo todo: Leocadia le exige un sacrificio que nadie más podría realizar para impedir que Ángela y Lorenzo unan sus destinos en matrimonio. La presión es inmensa, y cada segundo que pasa lo acerca más a una decisión que pondrá en juego no solo su honor, sino también su propia familia.
Mientras tanto, una sombra de intriga se extiende silenciosa por los pasillos del palacio. Martina, atenta a cada movimiento, descubre que Leocadia ha contratado a un detective privado. Oficialmente, el objetivo es investigar la carta de Catalina y tranquilizar a un Adriano cada vez más desesperado, pero Martina percibe que detrás de esa excusa se ocultan intenciones más oscuras y calculadas. ¿Qué persigue realmente Leocadia? La boda de Ángela y Lorenzo avanza con aparente normalidad, mientras los secretos y las mentiras se acumulan, listos para estallar y cambiar el destino de todos los habitantes de La Promesa.
En la biblioteca, el aire pesa como un manto sofocante. Curro, con las manos temblorosas y un libro en sus manos que apenas hojea, se sumerge en un mar de dudas. Sus ojos se pierden más allá de las páginas, contemplando un abismo que parece reflejar sus temores más profundos. Cuando Leocadia entra, cerrando la puerta tras de sí con un sonido seco, la tensión se corta como un cuchillo. Sus miradas se cruzan: él siente culpa y aprensión; ella, la urgencia de un objetivo que no admite demora.

—No has hecho nada —murmura Leocadia, con una voz que es más sentencia que pregunta.
Curro baja lentamente el libro y responde, con una mezcla de miedo y responsabilidad: lo que ella le pide es monstruoso. Su honor, su nombre, su relación con su hermana, todo está en juego. Leocadia, con intensidad febril, le recuerda la magnitud del sacrificio: permitir que Ángela se case con un hombre como Lorenzo sería un crimen silencioso. Solo un acto valiente, desesperado, puede salvarla, y él es la única pieza capaz de ejecutar esa jugada.
—Lorenzo es un hombre de apariencias —insiste ella—. Su reputación lo define. Si la destruyes, lo destruirás a él. Ya te di la información, el camino está trazado. Solo depende de ti dar el paso. Cada minuto que dudas, el lazo que aprisiona a Ángela se estrecha un poco más.
Curro se aleja de la mesa, caminando hacia la ventana. La magnitud de lo que Leocadia le exige lo aplasta. Convertirse en el traidor, en el paria, es el precio de salvar a su hermana. El plan es arriesgado, pero la alternativa lo paraliza: permitir que Lorenzo logre su objetivo significaría condenar a Ángela a un destino cruel.
Mientras él lucha con su decisión, en otra parte del palacio, Adriano se enfrenta a su propia tormenta. La carta de Catalina, que debería traerle paz, se convierte en fuente de ansiedad. Cada palabra escrita con cuidado y amor le da esperanza, pero también despierta miedo. ¿Y si Catalina está siendo coaccionada? ¿Y si su aparente seguridad oculta un peligro invisible? La paranoia lo consume, y solo la intervención de María Fernández logra calmar, aunque de manera temporal, su espíritu alterado.
—El miedo nos hace ver sombras donde solo hay luz —le dice María con suavidad—. Debemos confiar en Catalina y en su fuerza. Ha decidido cuidarse, y eso es un gran paso.
Aun así, cuando María se retira, Adriano queda nuevamente solo, enfrentando la inquietud que le provoca cada palabra de la carta. La duda y la desconfianza no ceden fácilmente, y su corazón sigue temiendo lo peor.
Mientras tanto, en el salón principal, la maquinaria de la boda sigue avanzando con precisión implacable. Lorenzo, convencido de su victoria, organiza la lista de invitados como si el triunfo ya fuera suyo. Para él, Ángela no es más que un accesorio dentro de un plan que le otorga poder y control sobre la herencia familiar. Leocadia mantiene la compostura, pero su mente no cesa de trazar estrategias y movimientos, conscientes de que cada instante que pasa es crucial para mantener el plan bajo control.
Desde otra perspectiva, Ángela sufre en silencio. Encerrada en su habitación, contempla el vestido de novia de su madre como una mortaja que simboliza la falta de libertad. La alegría que otros esperan de ella se ha convertido en vacío y miedo, mientras cada sonido desde los salones del palacio le recuerda que su voluntad ha sido anulada por fuerzas que no puede controlar.
En este mismo escenario de intrigas, Martina descubre que Leocadia ha movido una ficha crucial: entrega un sobre a un hombre misterioso, probablemente un mensaje de Catalina, mostrando que sus planes van mucho más allá de lo que aparenta. La detective observa, cuestionando los verdaderos motivos de Leocadia y temiendo que el bienestar de Catalina pueda ser solo un pretexto para maniobras más complejas.
En otro rincón de La Promesa, un soplo de esperanza y creación contrasta con la oscuridad que envuelve a los salones. Manuel y Toño reciben la pieza clave para su proyecto de motor de avión. La emoción que sienten al abrir el paquete y descubrir la válvula perfectamente mecanizada es pura, tangible. Con manos hábiles y precisas, ensamblan la pieza, convirtiendo la teoría en acción, el sueño en realidad. Cada giro de herramienta y cada ajuste los acerca a un logro que simboliza libertad y poder de creación, muy lejos de las intrigas y las manipulaciones que consumen a los demás.
Mientras la tensión y las traiciones amenazan con arrastrar a todos a un abismo, Manuel y Toño trabajan, creando algo que literalmente podría darles alas. La construcción del motor es más que un proyecto: es un símbolo de esperanza y superación, una válvula de escape frente a los secretos, mentiras y sacrificios que pesan sobre La Promesa.
En este capítulo 699, el contraste entre los dramas humanos y la pureza de la creación mecánica muestra que, incluso en medio de la traición, la perseverancia y el ingenio pueden abrir caminos inesperados. Curro se encuentra atrapado entre el deber y el miedo; Adriano entre la esperanza y la desconfianza; Ángela entre la sumisión y el miedo; y Manuel y Toño entre la paciencia y el triunfo. Cada uno, a su manera, se enfrenta a la prueba de decidir qué precio está dispuesto a pagar para proteger aquello que ama o para alcanzar aquello que sueña.
El viernes 17 de octubre promete emociones intensas: sacrificios, secretos, intrigas y revelaciones que pondrán a prueba la valentía y la lealtad de todos los personajes. ¿Será capaz Curro de realizar el acto desesperado que podría salvar a Ángela y cambiar el destino de La Promesa? ¿Descubrirá Martina la verdadera intención de Leocadia antes de que sea demasiado tarde? ¿Y Manuel y Toño lograrán culminar su proyecto mientras los dramas familiares amenazan con devorar la paz del palacio? Cada respuesta, en este episodio, promete estremecer a los espectadores y cambiar para siempre el rumbo de la historia.