¡Lorenzo de la Mata deja LA PROMESA! El motivo te sorprenderá | AVANCES Y SPOILERS

Alla promessa una notizia scuote l’intero palazzo: Lorenzo De Mata lascia la tenuta dei marchesi de Luhan

El palacio de los marchesi de Luhan se encuentra una vez más en el ojo del huracán. Esta vez, la noticia que sacude sus cimientos llega con la partida de Lorenzo De Mata, el capitán cuyo nombre ha estado ligado durante meses a intrigas, secretos y tensiones en cada rincón de la promesa. Sí, es cierto: Lorenzo prepara sus maletas y se despide del lugar que durante tanto tiempo fue escenario de sus maniobras y juegos de poder.

La partida no podría llegar en un momento más delicado. La familia de los Luhan enfrenta dificultades económicas graves, rivalidades internas y conflictos cada vez más intensos entre los señores y la servidumbre. Lorenzo, como se sabe, siempre vivió a expensas de la casa, aprovechando la generosidad de su cuñado Alonso y, especialmente, la complicidad de la fallecida Cruz, la marchesa. Pero ahora parece que sus comodidades llegan a su fin, y el tiempo de actuar ha llegado.

Según se murmura en los pasillos, el capitán se alejará de la promesa por un período breve, quizá un par de meses, con la intención de buscar una rica heredera para el joven Curro. A simple vista, el gesto podría interpretarse como un intento de ayudar a la familia en crisis, pero los rumores apuntan a motivos mucho más personales y estratégicos. Nadie olvida que Lorenzo nunca ha sido precisamente altruista.

Avance del capítulo 612 de 'La Promesa', del lunes, 9 de junio

La relación de Lorenzo con los habitantes del palacio siempre ha sido complicada. Su arrogancia y doblez le han granjeado más enemigos que aliados. En un contexto de crisis financiera, algunos susurran que su partida podría ser un modo elegante de eludir el compromiso de conceder el préstamo prometido a los marchesi. Otros opinan que, simplemente, busca ganar tiempo, alejándose de las responsabilidades que jamás lo han atraído. Lorenzo no es alguien que se sacrifique por otros, ni siquiera por su propia familia.

Sin embargo, su decisión no está motivada solo por cuestiones económicas. Entre las sombras de su partida se esconde una historia de pasiones reprimidas y errores del pasado. En los próximos días, según los rumores, asistiremos a una escena que promete dejar a todos sin palabras: Lorenzo, bajo los efectos del alcohol, besará impulsivamente a Leocadia de Figheroa. Un gesto cargado de emociones antiguas, un recuerdo de sentimientos que jamás se extinguieron.

Leocadia, visiblemente sorprendida y perturbada, rechaza el beso con firmeza, aunque durante un instante sus ojos reflejan una chispa de aquel vínculo pasado. Todo indica que entre ellos existió un lazo sentimental años atrás, una conexión que ahora vuelve a emerger, amenazando con desestabilizar a ambos. Este acontecimiento siembra la semilla de un nuevo interrogante que podría sacudir los cimientos de la promesa: ¿podría Lorenzo ser el verdadero padre de Anghela, la hija de Leocadia? La coincidencia de fechas y la tensión cargada de miradas y frases suspendidas no hacen sino alimentar esta posibilidad, escandalosa pero creíble, que altera la dinámica de toda la familia y el palacio.

Si este secreto llegara a confirmarse, las repercusiones serían enormes: no solo cambiaría la relación entre Leocadia y Anghela, sino también afectaría a Curro, a los marchesi y al equilibrio interno del palacio. Lorenzo, de ser cierto, estaría unido de manera inseparable a la familia Figheroa, enfrentándose al mismo tiempo a la mujer que ahora amenaza a Cruz y jura vengarse. Desde la llegada de Leocadia, el palacio se ha convertido en un campo de batalla silencioso, donde cada día surgen nuevas confrontaciones, secretos y alianzas inesperadas.

Cruz, una vez todopoderosa en su reino, ahora se siente humillada, aislada y atrapada en la red de sus propias mentiras. Cada movimiento del pasado parece perseguirla, y la sombra de Lorenzo añade otra capa de tensión a su vida ya complicada. Si realmente comparte con Leocadia un secreto tan íntimo, Lorenzo podría poseer información capaz de destruir su reputación de manera irrevocable.

A pesar de todo, el destino del capitán sigue siendo incierto. Se dice que su ausencia no será prolongada y que pronto regresará al palacio, tal vez acompañado de una nueva esposa, un aliado inesperado o con planes aún más peligrosos. Lorenzo no se aleja sin motivo; cada acción suya esconde una estrategia, y su regreso podría cambiar radicalmente la situación.

La Promesa: ¿Estaba don Lorenzo enamorado de la marquesa?

Mientras tanto, la promesa respira un alivio momentáneo. Su partida genera un silencio temporal, una tregua tras meses de tensión, aunque se trata de un silencio engañoso, como la calma antes de la tormenta. Todos saben que Lorenzo volverá, y cuando lo haga, nada será igual. La familia se prepara para enfrentar nuevos desafíos, mientras la crisis económica continúa agravándose: los recursos escasean, las tierras rinden menos y los almacenes casi vacíos. Catalina sueña con revitalizar la tenuta con proyectos innovadores, pero Alonso parece haber perdido la esperanza, y Cruz se aferra a métodos antiguos: engaños, manipulaciones y alianzas de conveniencia.

Si Leocadia representa un peligro externo, el verdadero riesgo podría regresar desde manos inesperadas: las de Lorenzo. Entre rumores, sospechas y revelaciones, la verdad sobre su pasado y su relación con Leocadia aún permanece velada. Sin embargo, hay algo innegable: la historia entre ellos no ha concluido. El beso robado, las miradas cómplices y la tensión latente sugieren que aún queda mucho por descubrir. Quizá, tras los muros del palacio, se oculta un secreto aún más profundo, aquel que une irremediablemente los destinos de Lorenzo, Leocadia y Anghela.

Cuando la noche cae sobre la promesa, las luces se apagan una a una, pero las sombras permanecen. La partida de Lorenzo marca el fin de un capítulo y el inicio de otro, una ausencia que proporcionará alivio a algunos y hará temblar a otros. La promesa no olvida, y quienes se van siempre dejan atrás secretos que, tarde o temprano, vuelven para cobrar lo que les corresponde. La tensión está servida, y los próximos episodios prometen ser un torbellino de revelaciones y confrontaciones que nadie querrá perderse.