Hola, soy tu Gustav. Aquí me tienes como siempre con un vídeo de La Promesa

Amigos, prepárense porque la semana se pone intensa. Nos acercamos al capítulo 702, que podremos disfrutar el miércoles 22 de octubre, y promete ser uno de los más emocionantes de esta temporada. La historia viene cargada de secretos revelados, confesiones largamente esperadas y un aire general de resignación que lo convierte en un episodio explosivo. Vamos a desglosar lo que nos espera.

Comenzamos con la confesión que todos estábamos esperando. María Fernández, esa joven siempre alegre y trabajadora, aparece completamente abatida. La veremos en una escena con Teresa, confesando que empieza a pensar que el amor no es para ella. Su semblante está apagado, sin fuerzas, y cuando entra el padre Samuel, la muchacha evita su mirada y se retira. Lo que al principio parece una simple huida, se convierte en una confesión plena: finalmente, entre lágrimas, María se sincerará con el sacerdote y revelará un secreto que podría cambiar la percepción que todos tienen sobre ella. Según los rumores, este secreto está relacionado con aquella noche de la verena de Luján, un episodio hasta ahora envuelto en misterio y del que nadie conocía toda la verdad. Esta trama promete sacudir a los personajes y a los espectadores.

Mientras tanto, en la zona noble, la tensión no cede. Ángela de Figueroa enfrenta una decisión desgarradora. La hija de la postiza se muestra resignada y le confiesa a Curro que nunca amará a Beltrán como lo ama a él, pero que, si esa es la voluntad de su familia, se casará con él. Curro queda destrozado: lo que parecía un sacrificio noble se transforma en un castigo doloroso. Ambos saben que al aceptar esta farsa están enterrando lo poco que quedaba de su amor. La escena está llena de silencios cargados, miradas rotas y un dramatismo que refleja cómo a veces el amor verdadero sufre en silencio. Sin embargo, este sacrificio podría salvarlos de un destino aún más cruel: el capitán Garrapata, cuya presencia habría sido una verdadera muerte en vida para Ángela. La resignación de la joven y la impotencia de Curro dan a esta historia un dramatismo que atraviesa cada gesto y cada palabra.

Mientras los jóvenes luchan con sus sentimientos, la astuta Leocadia de Figueroa sigue moviendo sus piezas en la sombra. La postiza, fiel a su estilo manipulador, examina detenidamente una carta de Catalina junto a Ballesteros y concluye que podría ser falsa: la misiva carece de sello oficial y parece haber sido introducida al palacio con la ayuda de un cómplice. Con su característico tono venenoso, Leocadia deja claro a su amante que quiere descubrir quién está detrás de este engaño. Cada frase que pronuncia es una puñalada disfrazada de cortesía, y cada movimiento suyo una nueva trampa. Su objetivo: confrontar al varón de Valladares y determinar si Catalina sigue siendo la joven deslenguada que tanto la irrita. En esta dinámica, la astucia y la manipulación de Leocadia se convierten en el motor de la intriga, afectando a todos los personajes de manera directa.

Beltrán de Azar, por su parte, se encuentra atrapado entre dos mundos. La propuesta de matrimonio con Ángela lo toma completamente por sorpresa. Educado y con ideales modernos, el joven no esperaba verse envuelto en un matrimonio concertado. Sin embargo, Leocadia sabe que Ángela y Beltrán comparten sensibilidad social y convicciones similares, y utiliza esta conexión para presionarlo. Beltrán deberá decidir entre el deber, el interés o la compasión hacia Ángela, y su reacción marcará un cambio radical en el futuro sentimental de la joven. La tensión de este encuentro será palpable, y el miércoles podremos ver cómo esta inesperada decisión altera para siempre la vida de ambos.

En paralelo, la trama de Petra Arcos continúa su desarrollo. La joven intenta reincorporarse al trabajo pese a no estar del todo recuperada, y su esfuerzo por demostrar fortaleza provoca una recaída. Ballesteros informa a Leocadia y al marqués sobre su estado de salud, despertando la curiosidad y el control obsesivo de la postiza. Petra, determinada a cumplir con su deseo de encontrarse personalmente con Leocadia, se enfrenta a su propia fragilidad física mientras la señora de Figueroa la recibe con su sonrisa falsa habitual, midiendo cada gesto de la joven con ojos calculadores. Esta escena resalta el conflicto entre la fuerza de voluntad y las limitaciones del cuerpo, y promete momentos cargados de tensión y riesgo.

En otra parte del palacio, Toño y Manuel se enfrentan a un conflicto personal con Enora. Toño, arrepentido, reconoce que quizá fue demasiado duro con ella y que debería haber hablado en privado. Manuel, en cambio, deja claro que el daño real no provino de él, sino de las mentiras de su prometida. Justo cuando parece que la conversación se cierra, Enora regresa, decidida a aclararlo todo. Su vuelta genera incertidumbre: ¿vendrá a confesar mentiras pasadas o revelará algo que lo cambiará todo? Su aparición promete mantener la tensión y generar giros inesperados en la trama.

Por último, Alonso de Luján revive recuerdos dolorosos al ver a su sobrina Martina con los bebés, recordando a su hija Catalina. La nostalgia lo invade, y sus palabras con Adriano reflejan un desgaste emocional profundo: el marqués, cansado de cartas misteriosas y conflictos interminables, siente cómo todo lo que amaba se desmorona a su alrededor. Sus reflexiones actúan casi como un presagio: lo que se avecina en el palacio no será fácil para nadie, y la serie sigue construyendo un ambiente de tensión y suspense que nos mantiene al borde del asiento.

En resumen, el capítulo 702 nos traerá confesiones largamente esperadas, traiciones, secretos que salen a la luz y decisiones difíciles que marcarán el destino de los personajes. María revelará su secreto a padre Samuel, Ángela enfrentará su sacrificio amoroso, Beltrán será presionado a aceptar un matrimonio inesperado, Petra luchará con su recuperación mientras enfrenta la manipulación de Leocadia, y Alonso vivirá recuerdos que alimentan la nostalgia y la tensión. Cada historia se entrelaza, manteniendo un ritmo que combina emoción, drama y anticipación, dejando claro que nadie en La Promesa estará a salvo de las consecuencias de sus decisiones.

No te pierdas este capítulo, porque la combinación de secretos revelados, decisiones críticas y la constante tensión entre los personajes promete un episodio que mantendrá a todos pegados a la pantalla. Soy tu Gustav y, como siempre, me despido con un gran beso apretado. La historia sigue avanzando y cada momento cuenta.