LA PROMESA – Angela interrumpe su propia boda y expone a Leocadia delante de todos: ¡era él! Avance
La Promesa Avances: Ángela rompe la boda y desenmascara a Leocadia
En los próximos capítulos de La Promesa, el palacio se prepara para vivir un terremoto de emociones y revelaciones que nadie podrá olvidar. Todo comenzará en una mañana gris, con los rumores de una nueva boda recorriendo los pasillos del palacio. Las criadas cuchichearán entre sí, las damas se mirarán con recelo, y hasta el marqués Alonso observará desde lo alto de la escalinata, sin comprender aún la magnitud de lo que está por suceder. En medio de esta calma tensa, Leocadia avanzará con pasos calculados, elegante y satisfecha, convencida de que todo marcha según su plan.
Mientras tanto, Ángela, que se prepara frente al espejo con el rostro pálido y los ojos enrojecidos de tanto llorar, se debate entre el miedo y la obediencia a su madre. Leocadia, con fría determinación, le insistirá que acepte casarse con Beltrán de Azcárate, un hombre noble, joven y poderoso, argumentando que así no solo salvará su reputación sino que también vengará las humillaciones sufridas por Lorenzo. Ángela dudará: apenas conoce a Beltrán y siente que todo va demasiado rápido, pero la presión de su madre y la urgencia de proteger su nombre la harán ceder. Finalmente, resignada, aceptará la propuesta, y Leocadia esbozará una sonrisa triunfante.
Los días siguientes serán de preparativos para la boda. Flores, vestidos y la organización del evento mostrarán al palacio una fachada de felicidad, pero la sombra de la intriga no tardará en hacerse presente. Lorenzo, aislado y cada vez más irritado, planea en secreto cómo revertir la situación. En una noche tempestuosa, convoca a uno de sus cómplices en el antiguo establo, dejando claro que su intención es manipular el destino de Ángela y eliminar obstáculos, entre ellos a Beltrán, quien desaparece misteriosamente durante una cabalgata con destino a Villaseca. El caballo vuelve solo, el criado es hallado inconsciente, y la noticia se propaga rápidamente.

Mientras tanto, Curro, atento y desconfiado, empieza a investigar. Recopila información, habla con testigos y comienza a atar cabos. Sus sospechas apuntan a Lorenzo, pero también surgen recuerdos inquietantes de conversaciones pasadas entre Leocadia y Lorenzo que podrían involucrar a ambos en actos oscuros. Una tarde lluviosa, Curro entra en el antiguo cuarto de Leocadia y registra cajones y baúles, encontrando finalmente una caja de madera cerrada. Al abrirla, descubre un arma envuelta en un pañuelo manchado, idéntica a la que se usó para disparar a Hann. El corazón le late con fuerza: ahora tiene pruebas tangibles del crimen que cambian todo.
Curro oculta el arma y al día siguiente comparte la noticia con Pía, quien queda conmocionada. Ambos comprenden que, para garantizar justicia, necesitan pruebas adicionales y planear cómo revelar la verdad sin arriesgarse a ser desacreditados. La tensión aumenta, mientras Leocadia continúa organizando la boda de Ángela, bajo la aparente normalidad de la sociedad, y Lorenzo se mantiene al lado, confiado en que su posición es indiscutible.
Finalmente llega la mañana de la boda. Ángela, vestida y preparada, entra acompañada por Alonso. La ceremonia comienza entre flores blancas, invitados nobles y criados expectantes. Leocadia, impecable y orgullosa, sonríe confiada, mientras Lorenzo ajusta su corbata y lanza miradas frías a la novia. Sin embargo, lo que nadie espera ocurre en el momento crucial: cuando el sacerdote le pregunta a Ángela si acepta a Lorenzo como esposo, ella no pronuncia el esperado “sí”. En un gesto valiente, la joven da un paso al frente y revela la verdad ante todos.
Con voz firme, Ángela acusa a su madre de ser la verdadera responsable del disparo que acabó con la vida de Hann y de haber sabotado su tratamiento médico. Confiesa que Lorenzo colaboró para encubrir los hechos, y que Beltrán fue víctima de un plan para apartarlo de su camino. El salón queda en silencio absoluto. Los invitados se muestran incrédulos, Alonso observa atónito, y Leocadia, pálida y tambaleante, intenta negar lo evidente.
En ese instante, Curro interviene mostrando el arma y la carta firmada por Leocadia, pruebas irrefutables del crimen y del encubrimiento. La reacción es inmediata: el sargento Burdina, presente por petición del marqués, ordena la detención de Leocadia por el atentado contra Hann y por obstrucción a la justicia. Lorenzo intenta huir, pero es interceptado por los guardias y también será llevado bajo acusación de complicidad. El pánico se apodera del palacio. Leocadia grita y llora, proclamando su inocencia, mientras Lorenzo promete vengarse.
Ángela, con el vestido rasgado y lágrimas cayendo por su rostro, se derrumba en los brazos de Curro. Él la abraza, reconociendo su valentía y asegurándole que ya nadie podrá hacerle daño. Alonso, con gravedad, le felicita: ha devuelto la verdad a la familia y al palacio, un acto que quedará marcado para siempre. Afuera, el cielo se abre lentamente y el sonido de los prisioneros siendo llevados resuena por el valle, mientras Pía observa con una leve sonrisa, sabiendo que Hann finalmente descansará en paz.

Este episodio de La Promesa no solo redefine la historia de Ángela, Leocadia y Lorenzo, sino que también demuestra que la justicia y la verdad pueden prevalecer incluso en los escenarios más oscuros. La joven ha desafiado el miedo y la manipulación, enfrentándose a su madre y a toda la nobleza, convirtiéndose en el catalizador de un cambio que transformará el palacio para siempre.
La tensión, el drama y la intriga no terminan aquí. Cada gesto, cada palabra y cada revelación abre nuevas posibilidades y preguntas: ¿Cómo reaccionarán los demás miembros de la familia? ¿Qué planes de venganza ejecutará Lorenzo? ¿Podrá Ángela recuperar plenamente su libertad y proteger a quienes ama? Y sobre todo, ¿qué otras verdades ocultas saldrán a la luz tras este enfrentamiento épico?
El episodio promete dejar a los espectadores al borde del asiento, con emociones a flor de piel, lágrimas y suspiros, marcando un antes y un después en la serie. La valentía de Ángela, la traición de Leocadia y la resolución de Curro forman un entramado de secretos, intrigas y justicia que redefine cada relación dentro del palacio.
En resumen, este capítulo será un punto de inflexión decisivo: una boda interrumpida, secretos revelados, criminales expuestos y la certeza de que en La Promesa la verdad siempre sale a la luz, aunque el precio a pagar sea altísimo. La joven Ángela se convierte en el faro de justicia en medio de la oscuridad, y el destino de todos los involucrados queda ahora irremediablemente marcado por sus decisiones.
El corazón del palacio late más fuerte que nunca, y los espectadores están invitados a presenciar cómo los hilos de la mentira se rompen y la justicia, finalmente, empieza a prevalecer. La intriga, las emociones y las sorpresas continúan, prometiendo que lo mejor aún está por llegar.