In un momento storico in cui il cambiamento sembra impossibile, Hann Exposito osa sognare l’impossibile, diventare medico. Cruz tenta di sottrarre con l’inganno le quote della promessa a Martina, ma non è tutto. Vedremo finalmente lo scontro finale tra Cruz e Leocadia, dove quest’ultima getterà la maschera e rivelerà il vero motivo che l’ha portata a tornare alla promessa. Una verità che gela il sangue alla marchesa.

En un período histórico donde los cambios parecían inalcanzables, Hann Exposito se atreve a soñar con lo imposible: convertirse en médica. Mientras tanto, Cruz trama para arrebatarle a Martina las participaciones de La Promesa mediante engaños, pero la intriga no termina ahí. Estamos a punto de presenciar el enfrentamiento definitivo entre Cruz y Leocadia, un choque que promete revelar secretos tan impactantes que dejarán helada a la marchesa. Antes de sumergirnos en los eventos, te invito a dejar un comentario, aunque sea un simple “hola”, ya que tu apoyo es invaluable para el canal y ayuda a que esta historia llegue a más personas.

La decisión de Hann de ingresar a la universidad para estudiar medicina representa un punto de inflexión no solo para ella, sino para todas las mujeres que, como ella, buscan un futuro distinto en una sociedad que aún las quiere confinadas al silencio y la sumisión. La historia de Hann se desarrolla en la España de principios del siglo XX, una época marcada por rígidas convenciones sociales que limitaban drásticamente el acceso de las mujeres a la educación superior. La universidad seguía siendo un espacio casi exclusivo para hombres, y solo algunas mujeres valientes se atrevían a desafiar esa barrera. Hann, con su inteligencia, determinación y espíritu libre, encarna a esa nueva generación que exige el derecho a estudiar, a decidir y a construir su identidad más allá de los límites impuestos.

Su interés por la medicina no es casual. Durante su estancia en la casa del doctor Teodoro, Hann mostró talento y curiosidad por las ciencias médicas. Aquella experiencia dejó una huella profunda en ella, despertando un deseo que nunca se apagó: entender el sufrimiento humano y encontrar formas de aliviarlo. En un reciente encuentro con Anghela, la hija de Leocadia, Hann confesó haber sido acogida en la casa del médico tras las trágicas vicisitudes que afectaron a su madre Dolores y a Ramona, quien la llevó allí para salvarla. Fue en esa casa donde Hann encontró no solo refugio, sino también inspiración. Observando el trabajo del doctor, aprendió a leer la fuerza de la ciencia y la importancia de la compasión.

Tras años de sacrificios, la joven criada está lista para dar el paso más grande: ingresar a la universidad y estudiar medicina, un sueño que para una mujer de su tiempo equivale casi a un acto de rebeldía. Sin embargo, los obstáculos son enormes. La crisis económica de la familia Luan hace casi imposible costear su educación, y la sociedad mira con desconfianza a cualquier mujer que aspire a ejercer la medicina. Incluso para alguien como Hann, que ha ganado respeto y confianza dentro del palacio, el camino hacia la independencia está lleno de desafíos. Aun así, su determinación es inquebrantable, su mente brillante y su deseo de conocimiento más fuerte que cualquier prejuicio.

Este contexto histórico refleja la lucha real de las mujeres españolas de la época. Hasta finales del siglo XIX, el acceso femenino a la universidad era oficialmente prohibido, y solo gracias a pioneras como Concepción Arenal en 1871, la primera mujer en obtener un título universitario en España, y Clara Sanchis en 1882, quien se graduó en medicina en la Universidad Central de Madrid, el muro comenzó a resquebrajarse lentamente. Estas mujeres allanaron un camino difícil pero esencial para quienes vendrían después. En el mundo de La Promesa, ambientado alrededor de 1916, la decisión de Hann es extraordinariamente valiente: en una sociedad donde el rol femenino estaba confinado al hogar, al servicio o al matrimonio, su aspiración a estudiar medicina se convierte en símbolo de libertad, progreso y modernidad.

Mientras Hann persiste en su sueño, en el Palacio de los Luan la tensión crece. Los problemas económicos continúan afectando a toda la familia, y las preocupaciones por el futuro son cada vez mayores. En este ambiente de incertidumbre surge un nuevo conflicto: la herencia de Margherita Lopis. Martina, la joven hija de Margherita, anuncia públicamente ser la nueva propietaria del 25% de La Promesa, una participación cedida por su madre. La noticia se difunde rápidamente, y Cruz, como un depredador, percibe la oportunidad de actuar. La marchesa, consciente de la situación financiera de la familia, traza un plan para aprovecharse de la joven y quedarse con su parte.

Mientras Alonso, el marqués, aparece desorientado y sin capacidad de reacción, Cruz demuestra nuevamente su astucia y carácter manipulador. Su objetivo esta vez es Martina, a quien siempre mostró una afectuosa pero calculada cercanía, en contraste con el trato hacia sus propios hijos. Cruz y Alonso intentan convencer a Martina de entregar la gestión de su 25% a ellos, pero la joven, con sorprendente madurez, decide confiar esa administración a su prima Catalina, un desafío directo a la autoridad de la marchesa. La reacción de Cruz es inmediata: la idea de que Catalina tenga voz en la propiedad la enfurece, y juntas idean nuevas estrategias para presionar a Martina. Al no lograrlo con palabras, Cruz planea engañarla, intentando que venda su parte bajo falsos pretextos. Sin embargo, la familia carece de liquidez, lo que complica su plan.

En paralelo, Giacobo, prometido de Martina, aparece y desaparece del palacio bajo el pretexto de atender asuntos propios. Algunos sospechan que su interés en Martina está ligado a la herencia, mientras otros creen en su sinceridad. Su ausencia genera rumores y mantiene un clima de incertidumbre que Cruz podría aprovechar.

Mientras tanto, la tensión alcanza su punto álgido con el esperado enfrentamiento entre Leocadia de Figheroa y Cruz de Luchan. Tras semanas de intrigas, la verdad sale a la luz: Leocadia revela que su regreso a La Promesa tiene un propósito de venganza. Cruz, obsesionada con descubrir al traidor que filtró los secretos de los Luan y de Hann, busca ayuda en quien menos debería: Leocadia, la misma mente detrás del escándalo. Con frialdad calculada, Leocadia guía a Cruz hacia el fotógrafo responsable, asegurando que pague para obtener la carta anónima. Al leerla, Cruz descubre que Leocadia es la traidora, y se enfrenta a la magnitud de su error.

El enfrentamiento verbal entre ambas es tenso: Cruz intenta reconciliarse y pedir perdón por órdenes pasadas, pero Leocadia, con fría determinación, deja claro que busca venganza y no perdonará. La marcha es inevitable; la tensión es palpable y amenaza con explotar en cualquier momento.

Mientras tanto, Anghela, hija de Leocadia, lidia con sus propios conflictos emocionales. Perturbada por sus sentimientos hacia Curro y por las complejidades de la relación de este con Martina, decide abandonar sus estudios en Suiza, un gesto que muchos consideran imprudente, pero que refleja su determinación y sensibilidad. La joven también muestra su lado solidario, ayudando a los más necesitados, ganándose el afecto de Curro y reforzando su carácter independiente.

Así, en el corazón de La Promesa, las vidas de estas mujeres se entrelazan en una red de poder, orgullo y venganza. Hann persigue su sueño de medicina, símbolo de la lucha femenina; Cruz trama para recuperar el control; Leocadia se prepara para ajustar cuentas; y Anghela busca equilibrar amor e independencia. La historia se mueve hacia un clímax donde secretos, traiciones y decisiones valientes definirán el destino de todas ellas.