LA PROMESA Avance Semanal 8 al 12 de septiembre La verdad de la muerte de JANA #lapromesa

La semana del 8 al 12 de septiembre en La Promesa se perfila como una de las más intensas y reveladoras de la temporada. Los guionistas han preparado un conjunto de episodios cargados de giros, secretos desvelados y conflictos familiares que pondrán a prueba a todos los personajes. El gran tema central será, sin duda, el recuerdo y la verdad detrás de la muerte de Jana, un acontecimiento que sigue pesando como una sombra en la vida de los protagonistas.

Desde el inicio del avance, se nos advierte que los espectadores debemos prepararnos para capítulos de alto voltaje emocional. Y es que, cuando muchos pensaban que el pasado de Jana quedaría sepultado para siempre, un suceso inesperado reabre viejas heridas. Tras las acusaciones de Lorenzo, Leocadia revive aquella fatídica noche en la que Jana perdió la vida. A través de sus recuerdos, el público tendrá acceso a detalles hasta ahora desconocidos, revelaciones que cambiarán la manera en que todos entienden su muerte. Lo que parecía un suceso cerrado se convierte en un misterio con nuevas aristas.

Mientras tanto, Manuel sorprende a todos al tomar una decisión drástica. Cansado de las presiones familiares y decidido a seguir su propio camino, renuncia a su cargo en la casa y anuncia que fundará su propia empresa junto a Enora y Toño. Este acto de independencia no tarda en generar tensiones: Alonso, que se resiste a perder el control, le exige a su hijo que rectifique y cumpla con el compromiso asumido con Leocadia. Padre e hijo se enfrentan con dureza, pero al final, tras un intercambio de reproches y verdades, logran establecer una tregua. No obstante, la reconciliación se da bajo condiciones claras: cada uno seguirá su propio rumbo, aunque sin romper completamente los lazos.

Catalina, por su parte, se convierte en protagonista de un escándalo que sacude al marquesado. Respalda a sus trabajadores en una protesta contra el varón de Valladares, llegando incluso a humillarlo públicamente. La humillación hiere profundamente el orgullo del noble, quien no tarda en buscar venganza. Adriano, más consciente de las consecuencias, teme desde el principio represalias, y sus miedos se materializan cuando el varón irrumpe lleno de ira en la propiedad de los Luján, lanzando amenazas que ponen a todos en alerta.

La situación empeora cuando un periódico señala directamente a Catalina como instigadora de las revueltas contra el marqués de Aguinaga. Este hecho desata la indignación de Alonso y de Leocadia, quienes consideran que Catalina ha cruzado un límite peligroso al exponerse públicamente de ese modo. La tensión en la familia aumenta, y la joven se ve obligada a defender sus acciones frente a una autoridad que no está dispuesta a tolerar nuevas imprudencias.

En paralelo, Curro continúa con desesperación la búsqueda de Ángela, desaparecida desde hace días. La sombra de Lorenzo planea constantemente sobre la trama: la desconfianza hacia él crece con cada minuto, y Leocadia le recuerda al capitán que debe cumplir con lo prometido. Curro, al borde de perder la paciencia, incluso se plantea denunciarlo formalmente. La tensión alcanza un punto crítico cuando Ángela reaparece, debilitada y desorientada, tras su secuestro. El reencuentro con su madre es desgarrador: lo que debería haber sido un momento de alivio se convierte en una escena amarga, ya que Leocadia descarga su furia contra Lorenzo, convencida de que él está detrás del falso secuestro.

Aunque Curro y Ángela comparten un instante íntimo y cargado de ternura tras la dura experiencia, son conscientes de que carecen de pruebas suficientes para incriminar al verdadero culpable. Este vacío de evidencias mantiene al espectador en vilo, alimentando la incertidumbre sobre lo que está por venir.

En otro frente narrativo, Candela confía a Toño secretos de su pasado que le permiten cerrar viejas heridas y reconciliarse de manera definitiva con Simona. Este acercamiento trae alegría a Enora, que celebra la paz recuperada entre sus seres queridos. Inspirado por este clima de reconciliación, Toño se arma de valor y propone matrimonio a su amada. Sin embargo, ella, aunque conmovida, le pide tiempo antes de dar un paso tan trascendental.

No todas las historias de amor tienen un desenlace tan prometedor. Vera y López, que habían logrado acercarse nuevamente, vuelven a chocar debido a sus diferencias irreconciliables. El esfuerzo de López por demostrar cercanía y la sensación de Vera de ser constantemente juzgada por su pasado terminan por dinamitar la relación. Esta ruptura definitiva deja a ambos marcados, aunque especialmente a Vera, que no logra desprenderse del peso de sus errores.

La trama también dedica espacio a Pía y Ricardo, quienes se ven obligados a acatar la dura decisión de Cristóbal sobre su futuro. La presión externa y los continuos ataques de Santos, siempre dispuesto a humillar a su padre, convierten su día a día en un calvario. Como si fuera poco, Petra sufre un percance en los jardines y exige represalias, lo que agudiza aún más sus tensiones con Cristóbal. Este llega incluso a reprender con dureza a Pía por llevar a Dieguito a La Promesa, generando un nuevo conflicto que amenaza con romper los frágiles equilibrios de la familia.

A pesar de los obstáculos, Pía y Ricardo no renuncian a soñar con un futuro juntos. Su resiliencia se convierte en un rayo de esperanza dentro de una semana marcada por las confrontaciones y las amenazas.

Por otro lado, María Fernández atraviesa una crisis personal al no poder soportar en silencio su amor por Samuel. Tras una noche de excesos, regresa en un estado deplorable al palacio, provocando las burlas crueles de Santos y la reprimenda de Teresa y del propio Samuel. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, María reconoce el apoyo y el cuidado del joven, fortaleciendo un vínculo que podría convertirse en algo más profundo.

Como si todo esto no fuera suficiente, Martina se ve obligada a integrarse en el patronato de La Milagrosa. Esta decisión no responde a su deseo personal, sino a la necesidad de limpiar la deteriorada imagen pública del marquesado. La joven deberá aprender a moverse en un terreno lleno de apariencias y tensiones políticas, poniendo a prueba su capacidad de adaptación.

En conclusión, la semana del 8 al 12 de septiembre en La Promesa nos promete emociones fuertes, giros inesperados y la revelación de secretos largamente ocultos. La verdad sobre la muerte de Jana, los enfrentamientos familiares, las reconciliaciones agridulces y las luchas de poder convierten estos episodios en un punto de inflexión para la serie.

Los espectadores, sin duda, quedarán atrapados por el torbellino de emociones y conflictos que se avecinan, confirmando que La Promesa sigue siendo una de las ficciones más apasionantes del momento.

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