La semana que comienza en La Promesa no será una cualquiera. Durante meses, los espectadores hemos estado aguardando el desenlace de una de las tramas más largas y determinantes de la serie: la misteriosa muerte de Jana. Más de ciento sesenta capítulos después, al fin la verdad se abre paso y el rompecabezas se resuelve. Sin embargo, la revelación no llega para todos los personajes, sino para nosotros, los seguidores, que veremos cómo el destino de los protagonistas se sacude con fuerza mientras ellos mismos permanecen enredados en engaños, medias verdades y venganzas personales.

Lunes, capítulo 670: decisiones drásticas y recuerdos reveladores

El lunes arranca con un golpe inesperado: Manuel decide dar un giro radical a su vida. El joven renuncia a su cargo para crear su propia empresa, sorprendiendo a Leocadia, que contaba con él como pieza esencial en sus planes. Esta renuncia es una declaración de independencia, pero también el inicio de un nuevo conflicto con su familia.

Mientras tanto, Curro continúa con la búsqueda desesperada de Ángela. La muchacha sigue desaparecida y todas las pistas lo conducen a un callejón sin salida. Esa frustración incrementa sus sospechas contra el capitán De la Mata, cuya sombra se alarga cada vez más sobre la historia.

En la zona de servicio, Vera y Lope intentan acercarse tras sus continuas disputas. La reconciliación parece posible, pero los sueños familiares de ella contrastan con las inseguridades de él, generando un nuevo muro entre ambos.

Por otro lado, Pía y Ricardo reciben resignados la sentencia de Cristóbal Vallesteros, que marca un antes y un después en su porvenir en el palacio. Santos, con la aprobación del mayordomo, aprovecha para hacer leña del árbol caído.

En cocinas, Candela abre su corazón a Toño y le confiesa secretos de su pasado que podrían curar las heridas en su relación con Simona. Al mismo tiempo, María Fernández no logra soportar el peso de su amor prohibido por Samuel y termina derrumbándose después de una noche de excesos.

En la zona noble, Catalina, arropada por los trabajadores, logra humillar al varón de Valladares de una manera que quedará marcada en la memoria del noble. Leocadia, desesperada por la falta de salidas, acepta el chantaje de Lorenzo: permitirle casarse con Ángela. Pero justo cuando el capitán acusa directamente a la señora de Figueroa de haber asesinado a Jana, esta empieza a recordar lo que ocurrió aquella fatídica noche del disparo. El velo de la verdad comienza a levantarse.

Martes, capítulo 671: presiones y reconciliaciones

El martes, Leocadia se muestra cada vez más nerviosa por la ausencia de noticias de Ángela. Presiona a Lorenzo para que cumpla con lo prometido, mientras Curro está dispuesto a denunciarlo ante el sargento Burdina y abrir así una investigación formal.

Lejos del palacio, el varón de Valladares recibe en su hogar una nueva provocación: Catalina ha cometido la imprudencia de dejar estiércol en su puerta, un acto que desatará consecuencias inmediatas aunque no del modo esperado.

En paralelo, Toño logra cerrar heridas del pasado gracias a las revelaciones de Candela y se reconcilia definitivamente con Simona. Este gesto llena de orgullo a Enora y fortalece la unión entre los criados.

Por otra parte, Santos no desaprovecha ocasión para humillar a su padre, con Cristóbal Ballesteros como cómplice silencioso. Y en medio del caos, María Fernández despierta con resaca, incapaz de recordar nada de lo ocurrido en su noche de juerga, hasta que Teresa y Samuel le cuentan en qué estado vergonzoso llegó a casa.

Finalmente, Petra sufre un accidente en los jardines que tensiona aún más su ya complicada relación con Cristóbal.

Miércoles, capítulo 672: la revuelta y el regreso inesperado

El miércoles la tensión social alcanza su punto más alto. Una revuelta contra los nobles sacude el palacio. Adriano teme que el conflicto esté apenas comenzando, mientras que Catalina minimiza los riesgos. Pero el peligro es real: el varón de Valladares, enfurecido por la afrenta de Catalina, irrumpe con amenazas directas contra los Luján.

En medio del caos, Ángela reaparece tras días de secuestro. Está débil, confundida y marcada por el trauma de lo vivido. Su madre, Leocadia, estalla contra Lorenzo, culpándolo de haber inventado aquel falso secuestro para manipularla.

En la servidumbre, Simona celebra con Enora su reconciliación con Toño, mientras que Vera, aunque se alegra por ellas, se siente cada vez más sola e incapaz de recomponer su propia familia.

Petra, llena de rencor, exige a Cristóbal represalias por su accidente, y Ricardo Pélliz se enfrenta al abuso de poder de Ballesteros, quien le recuerda con cinismo que siempre tiene la opción de marcharse.

En el hangar, Manuel, Toño y Enora trabajan con ilusión en un nuevo proyecto que simboliza un futuro distinto. Pero el entusiasmo se ve amenazado cuando Alonso lanza un ultimátum: Manuel debe retractarse con Leocadia y cumplir con sus obligaciones empresariales.

Jueves, capítulo 673: Alonso al ataque

El jueves, Alonso insiste en que aún hay posibilidades de reconciliación entre Manuel y Leocadia. El marqués se obstina en que su hijo rectifique, pero todo indica que ese camino está cerrado.

Tampoco hay vuelta atrás para Catalina: su afrenta contra el varón de Valladares se publica en los periódicos, que la señalan como instigadora de las revueltas en la zona de servicio.

En paralelo, Santos hostiga a María Fernández para sonsacarle información sobre lo ocurrido en la verbena de los Luján. Lope, en un intento por acercarse de nuevo a Vera, recibe un rechazo frontal: ella está cansada de sentirse vigilada por su pasado.

Por su parte, Pía no tiene más remedio que traer a Dieguito al palacio, enfrentándose al inminente enfado de Cristóbal Vallesteros.

Viernes, capítulo 674: tormentas familiares y nuevos comienzos

El viernes la tensión llega al clímax. Catalina confiesa abiertamente su venganza contra el varón de Valladares, lo que provoca una tormenta en el seno de los Luján. Alonso teme que su hija haya cruzado una línea de la que ya no hay retorno, mientras que Leocadia la enfrenta con dureza.

Martina, por su parte, se ve forzada a aceptar un puesto en el patronato de la Milagrosa para mejorar la imagen pública del marquesado.

En la servidumbre, Curro y Ángela viven un reencuentro íntimo y tierno, aunque saben que aún carecen de pruebas sólidas contra Lorenzo. El amor se mezcla con la frustración de la impotencia.

En el hangar, Manuel y Alonso logran un acuerdo de respeto mutuo, delimitando sus ámbitos de poder. Pía y Ricardo, en tanto, sueñan con un futuro juntos pese a la constante persecución de Ballesteros. María Fernández agradece a Samuel por cuidarla tras su noche de excesos, reforzando su vínculo con él.

Toño, emocionado por su amor hacia Enora, planea pedirle matrimonio, aunque ella pide más tiempo. Mientras tanto, Vera, harta de sentirse juzgada por su pasado, rompe definitivamente con Lope. La llegada inminente de los duques de Carril al palacio por su hija añade una última nota de intriga a un final de semana cargado de giros.