Sueños de Libertad Capítulo 428 (Andrés mejora, pero la guerra familiar continúa)

Hola amigos, bienvenidos a este adelanto extendido y muy especial de Sueños de Libertad.

En los próximos episodios, nos sumergimos en un capítulo cargado de emociones intensas, donde los fantasmas del pasado, los secretos ocultos y la culpa acumulada comienzan a pasar factura a cada miembro de la familia. Las tensiones, que hasta ahora se mantenían latentes, estallan de manera inesperada, obligando a todos los personajes a enfrentarse a sus propios errores, miedos y verdades incómodas. La historia arranca en el hospital, donde Andrés lucha por recuperar su fuerza tras los acontecimientos recientes que lo han dejado al borde de la desesperación. La habitación está silenciosa, con solo el sonido constante del reloj y el pitido rítmico de los monitores rompiendo la quietud, marcando el paso del tiempo y la fragilidad de su recuperación.

De pronto, la puerta se abre y entran sus primos Luis y Joaquín. Ambos llevan en el rostro una mezcla de preocupación y alivio, al notar que Andrés parece más animado. Luis, con gesto cálido y cercano, se acerca y pregunta: “¿Cómo te encuentras, primo? ¿Te duele algo?” Andrés, recostado sobre las almohadas, responde con una sonrisa que apenas logra esconder el esfuerzo: “Estoy mejor, gracias. Los médicos dicen que todo va bien, aunque no será fácil volver a estar al 100%.” Luis mira alrededor y se percata de que María no está en la habitación. Andrés le aclara con calma que ella ha estado junto a él casi todo el tiempo, pero que en ese momento había bajado a tomar una infusión. Su cercanía ha sido constante desde que ingresó al hospital, dejando entrever el cuidado silencioso y la preocupación que ella siente por él.

Joaquín interviene con un tono más serio, recordando los días de tensión: “Nos diste un gran susto, primo. Vinimos hace unos días, pero estabas en muy mal estado.” Andrés baja la mirada con una expresión sombría y admite con pesar: “Sí, lo sé. Incluso llegaron a pensar que no saldría de esta. Pero gracias a Dios, aquí estoy. Lo que no puedo aceptar es lo que le hicieron al pobre Benítez. Tascia nos contó todo. Fue una injusticia total.” Luis suspira, abrumado, y comenta: “Estamos intentando asimilarlo. Todo esto ha sido demasiado: primero la situación con la fábrica, luego lo de Rozar… parece que nunca hay descanso.” Andrés, con una mezcla de tristeza y resignación, reconoce que al final, ellos lograron su objetivo. Joaquín añade con amargura: “Sí, usaron otra empresa para engañarnos, y lo peor es que lo planearon desde el principio.”

Avance 'Sueños de Libertad', capítulo del lunes 10 de febrero: la gran  venganza de don Pedro con Andrés

Mientras la conversación continúa, sin que nadie lo note, Damián aparece en la puerta del cuarto, escuchando en silencio. Sus puños están apretados, su mirada cargada de ira y decepción. Andrés, ajeno a la presencia de su padre, sigue hablando sobre la sensación de que el destino había sido sellado desde la muerte de Jesús. Todo parecía indicar que su deseo de que la fábrica terminara en manos extranjeras se había cumplido. La tensión se corta de repente cuando Damián da un paso adelante y, con voz firme, interrumpe: “¿Les parece correcto hablar de desgracias delante de un enfermo?” El silencio cae al instante, y Andrés lo mira sorprendido: “Padre, por favor. Cálmese.” Pero Damián no cede. La ira lo domina mientras recuerda advertencias pasadas: “Si me hubieran escuchado y hubieran votado en contra de esa venta, nada de esto habría pasado.” Luis intenta responder, pero Damián lo detiene con voz alta y cargada de emoción: “No me digas que no fue sencillo. Lo advertí una y otra vez, pero nadie quiso oírme. Ahora todos estamos pagando las consecuencias.” Andrés, con un tono apaciguador, interviene: “Padre, no los culpe. Solo querían lo mejor.”

Damián, con ironía y tristeza, replica: “¿Lo mejor? Llamas lo mejor a perder todo por lo que trabajamos toda una vida. Esa fábrica era nuestro orgullo, nuestro legado, y ahora está en manos de quienes solo buscan aprovecharse. Ustedes, sin saberlo, ayudaron a destruirlo.” El ambiente en la habitación se vuelve pesado. Andrés lo observa con tristeza y le asegura: “Padre, por favor, no se castigue más. No todo está perdido.” Damián niega con la cabeza, conteniendo lágrimas, y admite: “Sí, lo está, hijo. Pero al menos tú estás vivo, y eso es lo único que me consuela.” Andrés intenta transmitir esperanza: “Prometo que haremos justicia y recuperaremos lo que nos pertenece.” Damián suspira profundamente y murmura: “Ojalá sea cierto. Ojalá Dios te escuche.” Luego se da media vuelta y se marcha, dejando un aura de impotencia y preocupación flotando en la habitación.

Sueños de libertad - Temporada 2 - Capítulo 428 (03-11-25)

Horas después, la noche cae sobre la casa de los Reina. Gabriel revisa por última vez su equipaje antes de emprender un viaje crucial a París. Su rostro refleja determinación, pero también un desgaste evidente por la tensión acumulada. Antes de salir, pasa por el despacho, donde se encuentra con Begoña. El encuentro es tierno y lleno de complicidad: ella lo busca para despedirse y recordarle que se cuide. Ambos intercambian un beso cargado de cariño, conscientes de que la distancia será difícil, pero necesaria. Gabriel le explica que no pudo informarle antes sobre los detalles del viaje por la presión de los preparativos y las llamadas necesarias para su misión. Begoña lo comprende y le recuerda que debe cuidar su salud, especialmente por su embarazo. Entre sonrisas y bromas ligeras, ambos se despiden, conscientes de la importancia de lo que está por venir.

En ese momento, Damián y María entran en el despacho para despedir a Gabriel. La conversación se centra en la gravedad del viaje y en la dificultad de la misión que le espera. Gabriel promete hacer todo lo posible por demostrar la mala fe de Macina en la compra de la fábrica, aunque advierte que los resultados no serán inmediatos. María, con voz calmada pero preocupada, lo aconseja sobre la cautela necesaria frente a los franceses. La conversación transmite la mezcla de esperanza, miedo y determinación que rodea los próximos acontecimientos.

Cuando Gabriel sale finalmente de la casa, la noche envuelve todo con un manto de incertidumbre. Las luces se apagan lentamente, y queda la sensación de que nada volverá a ser igual. Su viaje promete revelar secretos, enfrentar traiciones y determinar el destino de la fábrica y de la familia. Cada paso que dará en París tendrá consecuencias imprevisibles, y las decisiones tomadas allí podrían cambiar para siempre la vida de todos. Andrés, Damián, Luis, Joaquín, Begoña y María están atrapados en una red de emociones, lealtades y conflictos que apenas comienzan a desenredarse.

El capítulo que se avecina será decisivo: la búsqueda de justicia, los enfrentamientos con enemigos inesperados y la lucha por recuperar lo perdido marcarán un antes y un después en Sueños de Libertad. Lo que parecía seguro se tambalea, y cada personaje deberá enfrentar su propio juicio interno. Los secretos que permanecieron ocultos están a punto de salir a la luz, y las decisiones del pasado cobrarán un peso inesperado. Nada volverá a ser igual, y cada espectador quedará atrapado en el torbellino de emociones que promete este episodio.