LA PROMESA – URGENTE: Enora se ALÍA con Leocadia y TRAICIONA a Manuel en PLENA EXPOSICIÓN del hangar

Ángela y Curro: La huida del corazón | La Promesa, capítulo 708 (martes 4 de noviembre de 2025)

La finca de Luján despierta bajo una neblina espesa que parece presagiar que nada será igual. En el aire se respira un silencio tenso, el tipo de silencio que precede a los grandes cambios. Los criados se mueven con cautela, las miradas se cruzan con desconfianza, y las voces, incluso las más alegres, suenan cargadas de inquietud. Porque todos lo sienten: algo está a punto de romperse en La Promesa, algo que dejará huellas profundas.

El episodio 708 abre con una conversación cargada de tensión entre Cristóbal y Leocadia. Él, siempre observador, ha empezado a notar movimientos extraños entre Ángela y Curro. Las excusas, los paseos furtivos, las miradas que esquivan preguntas… nada pasa desapercibido. Convencido de que ambos traman algo, lanza una advertencia directa a Leocadia: “Si no detienes esto, puede ser demasiado tarde”. Ella, que intenta mantener la compostura, finge calma, pero su mente ya se llena de dudas. ¿Y si realmente están planeando escapar?

Consciente de que el control se le escapa, Leocadia toma una decisión calculada: permite que Curro y Ángela realicen un viaje de despedida. Es un movimiento estratégico, un intento de demostrar confianza… o de tenderles una trampa. Sabe que si hay un plan oculto, ese viaje será el momento decisivo. Pero lo que no puede prever es hasta qué punto los sentimientos de los jóvenes los llevarán a arriesgarlo todo.

Ángela, por su parte, ya ha dejado de temer. Tras meses de ser vigilada, controlada y manipulada, siente que no tiene nada que perder. En su interior, la idea de libertad late con la fuerza de un corazón que vuelve a aprender a soñar. Ve en Curro la promesa de una vida distinta, un amor sin cadenas ni mandatos. En su mirada se refleja la determinación de una mujer dispuesta a enfrentarse al mundo entero si hace falta.

Curro no es ajeno a esos sentimientos. Por primera vez siente que puede decidir sobre su destino. La vida en la finca le ha enseñado obediencia y resignación, pero junto a Ángela descubre el valor de la esperanza. Los dos saben que la huida no será fácil, que si los descubren pagarán un precio alto, pero el deseo de vivir sin miedo supera cualquier obstáculo. Cada palabra entre ellos suena a despedida y a promesa.

La Promesa - Manuel ofrece a Enora volar con él

Mientras tanto, Pía, siempre atenta a los movimientos del personal, comienza a sospechar. Percibe la inquietud de Ángela, las miradas evasivas, los silencios repentinos. Todo le hace pensar que algo está ocurriendo. Cuando intenta hablar con ella, la joven evita responder, y Pía entiende que hay secretos que solo el tiempo revelará. Aun así, no puede evitar preocuparse, sobre todo porque siente que Curro está involucrado.

Pero la calma se rompe con un giro inesperado: Beltrán, sin medir las consecuencias, confiesa algo que podría desbaratar los planes de todos. En una conversación impulsiva, le revela a Leocadia que ha escuchado rumores sobre Ángela y Curro, y que sospecha que ella no está tan comprometida con su futuro matrimonio como aparenta. Leocadia, furiosa por lo que considera una traición a su autoridad, empieza a tejer una nueva estrategia para asegurarse de que nadie la desafíe.

Al mismo tiempo, la acción se traslada al hangar, donde Manuel entrevista a Don Luis, recomendado por Enora como posible nuevo ensamblador. La conversación transcurre con cortesía, pero la decisión final sorprende a todos: Manuel elige a Ambrosio, un hombre de origen humilde, con menos experiencia, pero con una intuición mecánica que él considera indispensable. La elección divide al equipo y despierta murmullos. Algunos la ven como un error; otros, como una apuesta valiente. Manuel, firme, se mantiene fiel a su instinto.

En el ámbito sentimental, la historia de Jacobo y Martina vive un nuevo giro. Él se siente acorralado por los celos, incapaz de aceptar la cercanía de Martina con Adriano. Busca consejo en Beltrán, quien, más calmado, le advierte que sus reacciones podrían destruir lo poco que queda de su relación. Jacobo intenta escucharlo, pero el corazón, dominado por el orgullo, no siempre entiende razones. Sin embargo, un impulso lo lleva a buscar a Martina para pedirle perdón. Ella, cansada de las discusiones, lo escucha con frialdad, pero poco a poco las palabras sinceras logran ablandar su corazón.

La reconciliación llega justo cuando ambos presencian un hecho inquietante: Adriano recibe una carta firmada por Catalina. El nombre los deja helados. Todos creían cerrada esa historia, pero la misteriosa carta reabre viejas heridas y despierta nuevas preguntas. ¿Qué contiene? ¿Por qué ahora? ¿Y quién realmente la envió?

La Promesa: Enora Méndez, apasionada de la aviación

Mientras tanto, en la cocina, un nuevo conflicto se cocina —literalmente—. Las recetas de Lope continúan apareciendo en el periódico bajo otro nombre. Simona, Candela, Vera y el propio Lope se sienten estafados y deciden investigar por su cuenta. Juntos trazan un plan para desenmascarar al impostor, convencidos de que alguien dentro del palacio está robando sus ideas. Entre risas, discusiones y nervios, el grupo se convierte en una suerte de detectives improvisados, decididos a defender lo suyo.

En otra parte de la finca, Petra lucha contra su cuerpo. Cada día le cuesta más mantener el ritmo, pero su orgullo no le permite mostrar debilidad. Se esfuerza por ocultar su fragilidad, aunque sus manos tiemblan y su rostro palidece. Algunos lo notan, pero ella lo niega. “Estoy bien”, repite una y otra vez, aunque su mirada la delata. Detrás de su dureza se esconde una mujer agotada, que teme ser reemplazada si muestra un atisbo de debilidad.

Y mientras todos se enredan en sus propios conflictos, la fuga de Ángela y Curro parece inminente. La noche cae sobre Luján, y la finca se sumerge en un silencio espeso. En un rincón oscuro, los dos jóvenes preparan su huida: unas pocas pertenencias, unas monedas, y una esperanza compartida. Ángela le toma la mano a Curro y le susurra: “No quiero volver a mirar atrás”. Él asiente, sabiendo que lo que están a punto de hacer no tiene vuelta atrás.

Pero justo cuando parecen libres, una figura los observa desde la distancia. ¿Es Pía, movida por el deber? ¿Cristóbal, vigilante como siempre? ¿O acaso Leocadia, esperando el momento para intervenir? La respuesta se desvelará al amanecer, cuando el carruaje que los lleva al futuro cruce los límites de la finca y el eco de sus ruedas marque el inicio de un nuevo destino.

El capítulo 708 de La Promesa promete ser uno de los más intensos y reveladores. Entre confesiones, fugas y engaños, la historia avanza hacia un punto de no retorno. La verdad, como siempre, acecha entre los muros de Luján, dispuesta a salir a la luz cuando menos se la espera.

Y así, entre sombras, amores prohibidos y secretos inconfesables, La Promesa sigue demostrando que el pasado nunca muere… solo espera su momento para volver.