FIN DEL MATRIMONIO DUCAL SIN AMOR NI CONFIANZA || Avance y reseña del capítulo 289 de Wild Valley

Título: “¿Todavía me quieres, José Luis? — El principio del fin en Valle Salvaje”

El episodio de esta semana en Valle Salvaje ha dejado al público con el corazón encogido. La escena entre José Luis y Victoria, esa pregunta directa —“¿Todavía me quieres?”—, marca un antes y un después. No hace falta más diálogo para entender que lo suyo ha llegado a su punto final. Todo se apaga con el silencio de José Luis al marcharse y la impotencia de Victoria al no poder pronunciar una palabra. Es el colapso de un matrimonio que, desde su boda, solo ha conocido la derrota.

Victoria se ha convertido en el alma sufriente de esta historia. Desde hace capítulos, su vida parece una sucesión de castigos. Cada semana recibe un golpe nuevo, cada episodio la hunde un poco más, y aunque intenta mantenerse en pie, el destino se empeña en recordarle que la felicidad le está prohibida. Lo que comenzó como un enlace de conveniencia terminó convirtiéndose en una pesadilla emocional.

El detonante del final entre el Duque y Victoria llega con la revelación de Dámaso: él ya había visto a Victoria antes de presentarse oficialmente ante José Luis. Un secreto que ella nunca confesó, y que se convierte en la última grieta que hace estallar lo que quedaba de su relación. Era inevitable. La desconfianza, los celos, la culpa y el pasado maldito de ambos los arrastraron a este punto sin retorno.

Y mientras todo esto ocurre, hay tramas que empiezan a entrelazarse peligrosamente. La figura del Duque se consolida como el gran villano, manipulando cada movimiento con una frialdad que hiela la sangre. Lo que para otros sería un desastre, para él es una oportunidad perfecta. Su matrimonio destruido se transforma en un campo de maniobras: José Luis no solo pierde a Victoria, sino también su reputación, y el Duque aprovecha la ocasión con maestría. Su ambición no tiene límites, y su camino hacia la corte parece cada vez más claro, aunque para lograrlo deba arrasar con todos a su paso.

Valle Salvaje | Avance semanal del capítulo 48 al capítulo 51

La conversación entre Don Hernando y el Duque en el viaje a Burgos es simplemente magistral. Hernando intenta advertirle de traiciones, pero el Duque, con su sonrisa venenosa, demuestra que él mismo es la traición encarnada. Su doble cara deja al público sin palabras: el hombre que parecía un aliado, en realidad, ha sido siempre el enemigo.

Y si hablamos de traiciones y miedos, no se puede ignorar la situación de Leonardo. Su bloqueo emocional ya no es un simple rasgo de carácter, sino el reflejo del terror que lo consume. Bárbara, su confidente, lo ve quebrarse cuando él admite no querer asistir a la fiesta de los varones de Burgos. Sabe que esa celebración es una trampa, y no se equivoca. Detrás de las luces y los brindis se esconde una emboscada mortal urdida por José Luis, dirigida a Don Hernando.

Leonardo ya no es el mismo desde la ausencia de Doña Amanda. Ella fue, en su momento, un rayo de esperanza en su vida, la figura que devolvió algo de luz a su historia. Pero su desaparición ha dejado un vacío narrativo evidente. El guion parece haber quedado cojo sin su presencia. Incluso la actriz, María Molins, confirmó que no pudo continuar temporalmente en la serie, y esa ausencia se siente en cada plano. Sin Amanda, Leonardo es una sombra, un personaje atrapado entre la parálisis y el miedo. Su bloqueo es, en el fondo, la manifestación de la pérdida de su guía, de su faro emocional.

El guion intenta compensar esta ausencia con frases que apuntan a ella, recordando su influencia, pero la historia lo acusa. Se nota que faltan escenas, que la trama necesitaba de su regreso para completar el arco de Leonardo. Todo indica que su reaparición será inminente, quizá en unas semanas, trayendo de vuelta los conflictos pendientes y, con ellos, un nuevo terremoto emocional para Valle Salvaje.

Mientras tanto, la trama de Luisa da un giro inesperado. El comandante de la Santa Hermandad ha regresado, y con su tono tranquilo anuncia lo que nadie esperaba: Luisa ha confesado. Esa confesión la pone en una situación extremadamente delicada. Todo apunta a que será el sacrificio necesario para limpiar culpas ajenas, como ya ocurrió en otras series del mismo universo narrativo, donde los personajes inocentes pagan por pecados ajenos antes de desaparecer. Luisa, sin embargo, no parece un personaje acabado. Todo sugiere que volverá, que aún le queda historia por contar, aunque deba atravesar el infierno antes de hacerlo.

Valle Salvaje | Avance semanal 18 de agosto: Victoria enferma

En paralelo, se consolidan los nuevos escenarios de la serie. El decorado temporal de la prisión, aunque más modesto, ha sido comparado por muchos con el de la primera película de Piratas del Caribe, evocando ese aire oscuro y opresivo que tan bien le sienta a las tramas de encierro y castigo. Un símbolo más del tono sombrío que ha adoptado la serie en esta etapa.

Y como si el destino no pudiera detenerse, la historia de Amadeo e Isabel se aproxima a su punto de ebullición. Lo que empezó como una trama secundaria, considerada irrelevante por muchos espectadores, se ha transformado en el eje que puede desencadenar la gran confesión. Isabel está al borde de revelar todos sus secretos, y Amadeo parece decidido a no detenerse hasta lograrlo. Nadie lo esperaba, pero este arco narrativo se ha convertido en una bomba de relojería lista para estallar.

Todo indica que Valle Salvaje se prepara para un final de ciclo: personajes que se van, secretos que se revelan, alianzas que se rompen. José Luis, cada vez más cerca de su salida, podría irse no solo derrotado, sino arrastrando a todos en su caída. La sombra de la traición lo persigue, y el público ya no lo ve como un hombre, sino como una encarnación del mal. “Lucifer está en José Luis”, dicen los fans, y no es una exageración.

Entre tanto caos, queda claro que los guionistas están cerrando tramas para abrir otras nuevas. El futuro de Valle Salvaje se dibuja en medio de las ruinas emocionales de sus protagonistas. Y si algo ha demostrado esta serie, es que después de cada caída, siempre llega una nueva guerra.

La pregunta que abrió el episodio —“¿Todavía me quieres?”— resuena como un eco trágico en todo el capítulo. No hay respuesta, solo silencio. Un silencio que lo dice todo: el amor entre José Luis y Victoria ha muerto, pero el fuego de la venganza, del deseo y del orgullo sigue ardiendo con más fuerza que nunca. Y eso, en Valle Salvaje, solo puede significar una cosa: el verdadero infierno está a punto de comenzar.