La historia de La Promesa continúa envolviendo a sus seguidores con un torbellino de emociones, intrigas y giros inesperados. En el episodio 678, previsto para emitirse el jueves 18 de septiembre de 2025 en La 1 de TVE, los personajes enfrentan situaciones límite que pondrán a prueba sus sentimientos y decisiones. Antes de adentrarnos en lo que viene, conviene repasar lo que ocurrió en la entrega anterior y cómo esas tensiones marcarán el rumbo de los acontecimientos.

La jornada pasada estuvo marcada por múltiples frentes abiertos. Catalina, fiel a su carácter firme y orgulloso, se negó a dar su brazo a torcer frente a las presiones que recibe. Sin embargo, Leocadia, siempre calculadora, no desaprovechó la ocasión para intentar manipular la situación en beneficio propio. Mientras tanto, Santos descargó sobre Ricardo las tareas más pesadas y agotadoras, en lo que parecía un castigo encubierto o una estrategia para doblegarlo.

En otro rincón de la finca, Lope y Vera siguen arrastrando las secuelas de su ruptura. La tensión contenida entre ambos se hace evidente en cada encuentro, con emociones que no logran expresarse del todo pero que influyen en el ánimo de ambos jóvenes. Por su parte, Manuel, lleno de entusiasmo y determinación, avanza con sus ayudantes en la nueva empresa que ha decidido levantar. Juntos empiezan a concretar los primeros diseños, soñando con un proyecto que podría marcar un antes y un después en su destino.

Pero si alguien muestra una ambición sin límites, ese es el barón de Valladares. Su afán de poder y control lo lleva a cruzar líneas cada vez más peligrosas. En la anterior entrega lanzó una amenaza que superó todas las anteriores, dejando claro que no se detendrá hasta conseguir lo que desea. Catalina se convierte en el blanco de esas amenazas, pues el barón busca obligarla a abandonar La Promesa. La hija del marqués, sobrecogida por el miedo y la rabia, comienza a contemplar seriamente la posibilidad de marcharse. Sin embargo, Adriano y otros personajes no logran comprender su decisión, generando un conflicto interno que la debilita aún más.

En paralelo, Manuel no puede evitar sospechar de Enora. La joven ha tenido comportamientos extraños y actitudes que despiertan en él la duda de si oculta algo importante. ¿Será un secreto capaz de alterar los planes de todos? Petra, fiel a su carácter punzante, añade tensión entre el personal de servicio. Su temperamento se vuelve cada vez más irascible, al punto de que el ambiente en la casa se carga de discusiones y comentarios malintencionados.

A pesar de estas tensiones, la cocina se convierte en escenario de rumores que despiertan ilusiones. La noticia de una posible boda entre Toño y Enora comienza a circular, llenando de alegría a Simona, quien no puede ocultar su emoción ante la idea de un enlace que podría unir a dos personas queridas por ella. Entre cuchicheos y sonrisas, las criadas fantasean con lo que podría ser una celebración memorable dentro de La Promesa.

Pero no todo es dicha ni ilusión. Vera, antes de finalizar la cuarta entrega de la semana, rechaza la ayuda de sus amigos. Su orgullo y su necesidad de independencia la llevan a tomar una postura dura, aunque eso signifique aislarse aún más. Este gesto deja entrever que su camino emocional seguirá siendo difícil y solitario, al menos por ahora.

Uno de los golpes más duros de este episodio llega para Pía. La mujer, que tanto ha luchado por mantener a salvo a su hijo y por encontrar su lugar en la finca, recibe una devastadora noticia: será trasladada a Aranjuez, por disposición directa de Cristóbal. Esta orden implica una separación forzada de su pequeño, lo que desgarra su corazón y la sume en una profunda tristeza. El frío comportamiento de Cristóbal, que no muestra compasión alguna, hiere no solo a Pía sino también a quienes conocen su sufrimiento.

En medio de este dolor, Curro y Ángela se refugian en su amor clandestino. La pasión y la complicidad entre ellos se intensifican, aunque viven bajo la sombra del secreto. Cada encuentro se convierte en un riesgo, pero también en una reafirmación de sus sentimientos. No obstante, Lorenzo empieza a sospechar de la cercanía entre su hija y Curro. De hecho, presiona a Leocadia para que concrete cuanto antes la boda de Ángela, dejando caer indirectamente que intuye algo entre ambos jóvenes. Esta situación abre la puerta a futuros conflictos, pues de confirmarse los rumores, las consecuencias serían graves para todos.

El capítulo 678 de La Promesa promete mantener al público al borde de la intriga. El barón de Valladares seguirá con su juego de amenazas y manipulaciones, mientras Catalina se enfrenta al dilema de proteger a sus hijos o resistir el chantaje. Pía deberá afrontar la angustia de la separación de su hijo, causada por la frialdad implacable de Cristóbal, y la tensión en la cocina seguirá creciendo con los rumores de la boda. Vera, por su parte, continuará lidiando con sus emociones contenidas, y Enora quedará bajo la atenta mirada de Manuel, que desconfía de sus secretos.

En definitiva, este episodio marcará un punto clave en la trama, pues combina el dolor más desgarrador con la esperanza de nuevos comienzos. El amor oculto, las alianzas estratégicas y la lucha por la supervivencia dentro de la finca se entrelazan en una historia que demuestra por qué La Promesa se ha convertido en una de las ficciones más seguidas y comentadas. La frialdad de Cristóbal hacia Pía, la presión del barón sobre Catalina y la sospecha sobre Enora conforman un cóctel narrativo lleno de tensión, capaz de atrapar al espectador hasta el último minuto.