Avance del capítulo de ‘La Promesa’ de hoy: la enfermedad letal de Petra genera conmoción

La Promesa: Entre la enfermedad, el amor y la traición — Capítulos 690-691 (Spoiler)

La Promesa se ha consolidado con el paso de los meses como una de las series diarias más exitosas y comentadas de la televisión española. Esta historia, ambientada en un palacio cargado de secretos, pasiones y venganzas, ha sabido conquistar al público con un relato que mezcla el drama humano, las tensiones sociales y los giros imprevisibles del destino. En los capítulos más recientes, emitidos los días 6 y 7 de octubre, los acontecimientos han dado un giro trascendental que marcará el futuro de sus protagonistas.

El capítulo 690 comenzó con una decisión que sorprendió a todos: Adriano, tras meditar profundamente, opta por quedarse en el palacio. Su presencia vuelve a alterar el equilibrio de la familia, especialmente de su esposa, Catalina, y de quienes ven en él una figura imprevisible. Por mediación de Martina, el marido de Catalina accede a ceder la gestión de las tierras a Leocadia y Jacobo, un gesto que podría traer tanto beneficios como nuevos conflictos. Esta decisión, sin embargo, no logra calmar las tensiones latentes en la casa, donde cada acción tiene repercusiones que nadie imagina.

Mientras tanto, el drama de Petra alcanza un punto crítico. Su salud se deteriora visiblemente y el diagnóstico del doctor Salazar no deja espacio a la esperanza: la fiel sirvienta padece tétanos, una enfermedad mortal en aquella época. La noticia cae como un jarro de agua fría sobre el servicio, que la considera una compañera ejemplar, y también sobre los señores, conscientes de que su pérdida significaría mucho más que la ausencia de una empleada. En paralelo, la repentina marcha de Ricardo provoca un terremoto emocional, especialmente en Santos, que queda descolocado y abatido por la inesperada partida.

Por su parte, Curro, decidido a no rendirse, exige a Cristóbal que haga todo lo que esté en su mano para conseguir el regreso de Pía. La joven ha sido una figura esencial en el equilibrio del palacio, y su ausencia pesa cada vez más. En medio de esta situación, Vera atraviesa un conflicto interno: sin el apoyo de su hermano para regresar a casa de sus padres, decide romper definitivamente sus lazos con Lope. Su decisión, aunque firme, deja tras de sí un aire de tristeza y resignación, reflejo de los sacrificios personales que impone la vida en La Promesa.

No todo son penas: Toño anuncia su boda con Enora, llenando de alegría y esperanza al entorno. Sin embargo, el amor en el palacio nunca es sencillo. La relación entre Curro y Ángela se encuentra al borde del abismo; los recientes acontecimientos, lejos de acercarlos, los han distanciado irremediablemente. Ambos jóvenes, atrapados entre las convenciones sociales y los juicios ajenos, se ven incapaces de vivir su amor con la libertad que tanto anhelan. Pero la sorpresa más grande está por llegar durante una cena familiar, cuando el capitán Lorenzo de la Mata, en un acto de audacia, se levanta para pedir públicamente la mano de Ángela.

El impacto de esta escena es devastador. La sorpresa se apodera de todos los presentes, especialmente de Curro, que contempla impotente cómo la mujer que ama es prometida a otro. Lorenzo, con su gesto, no solo busca honrar a Ángela, sino también consolidar su posición dentro de la familia, movido por razones que podrían ser más políticas que sentimentales. Este acontecimiento marca un punto de no retorno: el amor de Curro y Ángela se enfrenta a su prueba más dura, y la promesa de felicidad que alguna vez compartieron parece desvanecerse bajo el peso del deber y las apariencias.

El capítulo 691, emitido el martes 7 de octubre, retoma la historia justo después de este acontecimiento. Curro, profundamente afectado, observa junto a la familia Luján la pedida de mano de Lorenzo a Ángela. La escena se convierte en un espectáculo doloroso donde la impotencia se mezcla con la rabia. Adriano, por su parte, continúa sumido en una profunda tristeza por la ausencia de Catalina. La única chispa de esperanza que logra animarlo proviene de Leocadia, quien, movida por su lealtad, contrata a un detective privado para encontrar a Catalina y traerla de vuelta.

Mientras tanto, Martina toma la pluma para escribir a Margarita, poniéndola al tanto de los últimos sucesos en el palacio. No obstante, decide omitir un detalle crucial: la pedida de mano entre Lorenzo y Ángela. Este silencio revela su intención de evitar un escándalo o tal vez de proteger a alguien, pero también demuestra que en La Promesa las verdades se esconden tanto por miedo como por estrategia. La enfermedad de Petra, que ya ha sido confirmada como terminal, golpea duramente a todos, tanto al servicio como a los señores. Su figura, símbolo de esfuerzo y lealtad, deja una huella imborrable que anticipa un futuro lleno de dolor y cambios.

En el ala del servicio, las tensiones también aumentan. Vera mantiene las distancias con Lope, aunque su intuición le dice que pronto se cruzará nuevamente con su hermano. Su actitud cautelosa refleja el temor a repetir errores del pasado, pero también una madurez adquirida a base de pérdidas. Por otro lado, Manuel se muestra cada vez más receloso con Enora. Aunque todos celebran su compromiso con Toño, él no logra confiar plenamente en ella. Decidido a descubrir la verdad, planea ponerla a prueba, consciente de que en el palacio nadie es quien parece ser.

El regreso de Pía supone otro punto de inflexión. Su llegada es recibida con mezcla de alivio y expectación. Apenas cruza el umbral del palacio, su primera pregunta es por Ricardo, lo que deja entrever que su marcha abrupta sigue siendo un misterio no resuelto. Pía regresa con la determinación de encontrar respuestas, aunque su retorno podría remover secretos que muchos preferirían mantener enterrados.

Estos capítulos de La Promesa resumen la esencia de la serie: la lucha constante entre el amor y el deber, entre la verdad y el silencio, entre el poder y la justicia. Cada personaje, desde los nobles hasta los sirvientes, carga con su propio conflicto moral, y todos están atrapados en una red de emociones que los lleva, inevitablemente, hacia la tragedia o la redención.

La enfermedad de Petra, el compromiso de Ángela, la tristeza de Adriano y el regreso de Pía son piezas de un mismo tablero donde el destino se mueve con lentitud pero con precisión implacable. En La Promesa, ningún gesto es inocente, y cada decisión tiene un precio. Los próximos capítulos prometen desvelar si la verdad logrará imponerse al engaño o si, una vez más, el amor quedará sacrificado ante los intereses de los poderosos.