Avance Sueños de Libertad, capítulo 425: María vs. Gabriel: ¡Andrés despierta!
María vs. Gabriel: ¡Andrés despierta!
El capítulo 425 de Sueños de libertad promete ser un torbellino de emociones, peligro y decisiones extremas. Desde el hospital hasta los despachos de Perfumerías De la Reina, cada escena es un enfrentamiento entre lealtad, ambición y amor. María emerge como la heroína inesperada cuando irrumpe en la habitación del hospital justo en el instante crítico en que Gabriel, con frialdad calculadora, estaba dispuesto a acabar con la vida de Andrés. Con un coraje que desborda miedo y cansancio, ella le advierte que no permitirá que vuelva a acercarse a su marido, incluso si eso implica acabar con él. Su mirada feroz y su determinación son la barrera que separa la vida de Andrés del monstruo que acecha.
Mientras tanto, fuera del hospital, la fábrica vive su propio caos. La propuesta italiana que promete rescatar a Perfumerías De la Reina exige el control del 51% de la compañía, y los socios comienzan a vacilar. Damián se encuentra acorralado, Begoña se precipita hacia un matrimonio que genera dudas y suspicacias, e Irene deja atrás la colonia con una verdad que estremece a Damián hasta lo más profundo. La tensión se dispara y la pregunta que todos se hacen es inevitable: ¿podrá María proteger a Andrés de un nuevo ataque? ¿Quién traicionará a Damián en la junta? Y, sobre todo, ¿qué secretos revelará Gabriel cuando el coma de Andrés finalmente llegue a su fin?

En la habitación del hospital, el silencio es casi palpable, un ente que respira al ritmo de los monitores que vigilan la vida de Andrés. Postrado e inmóvil, parece más una escultura que el hombre vibrante que fue. María, agotada y con un amor que duele físicamente, permanece a su lado, negándose a ceder mientras siente cada segundo como un peso insoportable. Su vigilante mirada es interrumpida por una sombra en el pasillo: Gabriel ha entrado, moviéndose con un sigilo que hiela la sangre. Su sonrisa fría y calculadora revela sus intenciones y la jeringuilla que sostiene en la mano anuncia un peligro inminente.
María se enfrenta a él con una mezcla de miedo y coraje, descubriendo la verdadera amenaza. Gabriel intenta disfrazar su intención mortal con una mentira absurda, afirmando que la jeringuilla contiene vitaminas para Andrés, pero María no se deja engañar. La mujer asustada se transforma en una defensora feroz. Con un movimiento rápido, logra arrebatarle la jeringuilla, demostrando que nadie, ni siquiera Gabriel, puede tocar a su marido. La tensión explota, los insultos y las amenazas se intercambian en un duelo verbal donde María deja claro que está dispuesta a cualquier cosa para proteger a Andrés. Su promesa de defenderlo, aunque implique violencia, convierte su amor en un muro infranqueable frente a la maldad de Gabriel.
La frialdad y la arrogancia de Gabriel se resquebrajan ante la determinación de María, quien mantiene su posición a pesar de la amenaza de revelaciones que podrían destruirla. La confrontación termina con Gabriel retrocediendo, aparentemente derrotado, mientras María, exhausta pero victoriosa, toma la mano de Andrés y la cubre de besos, jurando protegerlo sin descanso.
Mientras el hospital se calma tras el enfrentamiento, en los despachos de la colonia, la realidad empresarial se desploma. Damián recibe la noticia de que Massina, la empresa italiana que representa la última esperanza, exige el 51% de Perfumerías De la Reina a cambio de su inversión. La reacción del patriarca es visceral: indignación y furia se mezclan en un grito que resuena como un rugido de león defendiendo su territorio. Sin embargo, incluso la ira más poderosa no puede ignorar la cruda realidad: la deuda y la quiebra acechan, y la posibilidad de perder el control de la empresa es inminente. Tasio propone convocar una junta extraordinaria de accionistas para votar el futuro de la compañía, dejando a Damián frente a la amarga aceptación de que ya no tiene el control absoluto.
En paralelo, la vida personal de los personajes continúa entretejiéndose con el drama empresarial. Digna, en la cocina de los Merino, observa con creciente preocupación los planes precipitados de Begoña y la influencia que Gabriel ejerce sobre ella. Su instinto, forjado por la experiencia y la tragedia personal, le advierte que algo no va bien y teme que Begoña camine hacia una “jaula de oro” sin darse cuenta. Luz escucha y valida sus temores, prometiendo guiar a Begoña sin confrontarla directamente, intentando equilibrar el deseo de libertad con la amenaza que se cierne sobre su futuro.

La despedida de Irene añade otra capa de emoción al capítulo. En la estación de tren, Cristina y Digna se despiden con abrazos cargados de amor y tristeza, mientras prometen cuidarse y perseguir sus sueños a pesar de la distancia. Este momento de afecto y nostalgia contrasta con el caos que domina la colonia y la fábrica, recordando que, incluso en la adversidad, los vínculos humanos son la fuerza que sostiene la esperanza.
De vuelta en la casa grande, Manuela descubre un indicio que podría cambiarlo todo: Begoña está embarazada, un secreto que, una vez revelado, podría poner en jaque los cimientos de la familia De la Reina y complicar aún más los planes de Gabriel. La tensión crece, y la sensación de que el desastre es inminente se hace presente en cada rincón de la colonia.
Finalmente, llega el momento más esperado: Andrés comienza a despertar. Un parpadeo sutil, un gesto pequeño pero monumental, que llena de alegría y alivio a María y Damián. Sus ojos recorren la habitación, reconociendo a su familia, y un rayo de esperanza ilumina la oscuridad que había dominado la vigilia. La emoción desborda a quienes lo aman, mientras la noticia se comunica a Gabriel, cuya reacción gélida revela que ahora su juego se ha vuelto más peligroso: Andrés es consciente, y el secreto que Gabriel tanto temía podría salir a la luz en cualquier momento.
El capítulo 425 termina con la sensación de que la guerra por la empresa, por Begoña y por la verdad apenas comienza. María se establece como la guardiana de la vida de su marido, Damián enfrenta la posible pérdida del control de su legado y Gabriel se encuentra acorralado por sus propias ambiciones y secretos. La serie logra mantener al espectador al borde del asiento, entre el peligro, la emoción y la intriga, marcando un antes y un después en la historia de Sueños de libertad.