Curro e Angela: Nuova storia d’amore a LA PROMESSA | ANTICIPAZIONI dal 14 al 25 OTTOBRE
Alla promessa: los secretos se entrelazan y las tensiones en el palacio alcanzan niveles inesperados
En el nuevo capítulo de Alla Promessa, los secretos y las intrigas continúan creciendo, dejando al palacio sumido en un clima de tensión que parece imposible de disipar. Leocadia toma la iniciativa y entrega a Cruz un pequeño papel con el nombre del fotógrafo que había realizado el reportaje de bodas de Ana y Emanuel. Por fin, la marchesa posee una pista concreta que podría llevarla a descubrir quién fue el responsable de filtrar a la prensa las imágenes y los detalles íntimos del matrimonio, provocando un escándalo que aún resuena en los pasillos del palacio. Sin embargo, la forma en que Leocadia obtuvo dicha información permanece envuelta en misterio, y esto no tarda en despertar la suspicacia de Lorenzo, quien observa todo con su característico instinto y astucia. El capitán intenta sonsacar a Leocadia, convencido de que ella sabe más de lo que aparenta, pero sus esfuerzos resultan inútiles: Leocadia mantiene un silencio estratégico, imperturbable, que aumenta la intriga y la tensión en torno a su figura.
Mientras tanto, Catalina se refugia en la tranquilidad relativa de la propiedad para hablar con su hermano Manuel. La joven, consciente de la delicadeza de la situación, le pide expresamente que no contacte a Adriano, el hombre con quien mantuvo una breve pero intensa relación y del cual espera dos gemelos. Catalina quiere evitar abrir viejas heridas y, sobre todo, impedir la creación de nuevos escándalos que puedan afectar a todos a su alrededor. Sin embargo, Manuel cree firmemente que Adriano tiene derecho a conocer la verdad y que, como futuro padre, debe estar informado. Catalina, con voz suplicante, le implora que respete su decisión y la deje manejar la situación a su manera. Decidida a encontrar un método para enfrentar este momento crítico, Catalina recurre a Hann, solicitándole un gran favor que requiere de confianza absoluta, una acción que podría marcar un punto de inflexión en uno de los capítulos más difíciles de su vida.

Poco después llega el momento esperado: Manuel anuncia oficialmente la gran noticia durante la cena familiar. Frente a los marcheses y los invitados presentes, revela con orgullo que Hann está embarazada y que muy pronto será padre. La felicidad ilumina su rostro, un resplandor de sinceridad y esperanza que contrasta con las adversidades que ambos han atravesado. Después de las mentiras de Jimena y el dolor por el falso aborto, este embarazo representa un nuevo comienzo, una oportunidad para renacer y dejar atrás el sufrimiento.
Sin embargo, la reacción de la familia no es la esperada. La fría indiferencia de los marcheses corta como un cuchillo: Cruz permanece impasible, sin poder disimular su desdén; Alonso, sorprendido, queda paralizado y sin saber cómo reaccionar. La atmósfera de la sala se transforma: lo que debería haber sido un momento de alegría se convierte en un escenario de frialdad y humillación. Hann baja la mirada, dolida, mientras Manuel comprende que su lucha por defender a su esposa apenas comienza. La tensión familiar se hace evidente, y cada gesto refleja la complejidad de los vínculos entre los personajes.
En el sótano del palacio, la tensión no disminuye. Romulo y Petra discuten acaloradamente; el mayordomo, preocupado por la misteriosa desaparición de Santos, se ve obligado a informar a los marcheses que el joven se ha marchado sin explicación alguna. Su decisión no es fácil, pero su lealtad hacia la familia lo obliga a actuar. Petra, en cambio, insiste en que Riccardo es el verdadero responsable de la fuga del hijo, lo que intensifica el enfrentamiento entre ambos empleados y hace que Romulo tema por la escalada de la situación.
Paralelamente, María Fernández lucha por convencerse a sí misma y a sus amigas de que ha superado sus sentimientos por padre Samuel. Asegura a Teresa que no siente nada por él, pero sus gestos y miradas traicionan su corazón. Cada acción revela que su amor por el joven sacerdote sigue intacto, rozando incluso la obsesión, lo que preocupa profundamente a quienes la rodean. Teresa y Ana observan en silencio, conscientes de que esta pasión prohibida podría llevarla a un dolor inevitable.
Mientras tanto, Marselo y Lope, impulsados por la curiosidad, deciden regresar a la misteriosa habitación secreta descubierta en los sótanos, pese a las advertencias de Teresa. Los jóvenes inspeccionan cada rincón con cuidado, seguros de que encontrarán algo de gran importancia. Su perseverancia da frutos: encuentran un cajón con doble fondo, y dentro hallan algo inesperado y revelador que los deja sin palabras. Las cartas descubiertas podrían contener la clave de los secretos más oscuros de los Luhan, y su contenido promete cambiar el rumbo de los acontecimientos.
Manuel defiende a Ana con firmeza ante la familia, asegurando que no permitirá que las humillaciones continúen. Su valentía y determinación muestran que está dispuesto a proteger a su esposa a toda costa, y sorprendentemente, incluso Leocadia se alinea con la pareja, rechazando los juicios de la marchesa Cruz. A pesar de esto, Hann y Manuel sufren al ver el desinterés y la frialdad de la familia ante su felicidad, un contraste que aumenta la sensación de injusticia y tensión en el palacio.
Cruz, por su parte, finalmente logra localizar al fotógrafo que tomó las imágenes del matrimonio filtradas a la prensa, decidida a descubrir al culpable y poner fin a la traición. Alonso revela a Catalina que Cruz se niega a cederle el palacio de Cádiz, aunque promete intentar nuevamente convencerla. Mientras tanto, Lope, Marselo, Teresa y Vera examinan las misteriosas cartas halladas en el sótano, con la esperanza de que revelen secretos importantes del pasado del palacio.

Santos continúa enfrentándose con su padre Riccardo, mientras María Fernández confiesa a Hann el tormento que le provoca su amor prohibido. Curro acompaña a Ánghela a una fiesta organizada por los condes de Ballester y, aunque la velada empieza con normalidad, un encuentro inesperado con Martina cambia todo. La presencia de Martina al lado de otro hombre hiere profundamente a Curro, despertando emociones que lo dejan atónito y lleno de dolor.
Cruz, cada vez más furiosa, no se rinde en su obsesión por descubrir la verdad y exige a Alonso el dinero necesario para pagar el chantaje del fotógrafo, pero el marchese se niega. En medio de estas tensiones, Hann decide enfrentar directamente a Cruz, demostrando que no es más la doméstica sumisa de antaño, sino una mujer fuerte y decidida a proteger su dignidad y su amor. La confrontación deja a la marchesa sorprendida y consciente de que tiene enfrente una adversaria formidable.
Finalmente, Lorenzo y Leocadia se encuentran a solas y, entre secretos y miradas, se abrazan, dando inicio a una alianza que promete alterar los equilibrios del palacio y desafiar la autoridad de la marchesa Cruz. Este inesperado giro deja claro que, en Alla Promessa, nada es lo que parece y que cada secreto, cada decisión y cada gesto pueden cambiar para siempre el destino de todos los personajes involucrados.