Ciao amici, sono Diego.

Prepárense, porque lo que está a punto de suceder en los próximos episodios de La Promesa dejará a todos sin aliento. Un giro inesperado sacudirá la historia: Dolores ha regresado, viva y dispuesta a revelar secretos que cambiarán para siempre el destino de la familia Luyan. Durante años, su supuesta muerte había dejado un vacío imborrable, y ahora su aparición amenaza con desmoronar la fachada de poder de Cruz. Sus confesiones sobre el oscuro pasado de Cruz, los crímenes que ha cometido y las manipulaciones ocultas impactarán profundamente a Alonso, Giana y Curro, provocando un terremoto emocional en el Palacio De Luyan y culminando en la caída definitiva de Cruz, finalmente desenmascarada y apartada de la mansión.

La escena comienza con la lluvia azotando sin piedad la campiña, transformando los caminos en barro y tiñendo el cielo de gris. Giana y Curro avanzan con dificultad entre los árboles del bosque, siguiendo las pistas que un campesino local les había dado sobre una mujer desconocida refugiada en una casa abandonada cercana al arroyo. El rumor no deja de dar vueltas en la mente de Curro; aunque parte de él duda, un instinto profundo le susurra que esa mujer podría ser Dolores, la misma que todos creían muerta y cuya desaparición había marcado para siempre a la familia.

Al llegar a la casa, la puerta cuelga de sus bisagras, y la madera húmeda gime bajo el viento. Giana levanta la linterna, cuya luz titilante refleja paredes cubiertas de moho y un suelo empapado. El aire huele a abandono y humedad. “¿Hay alguien aquí?” pregunta con voz baja, apenas audibles sobre el rugir de la tormenta. Al principio solo responde el viento, pero de las sombras emerge lentamente una figura delgada, envuelta en un chal desgastado. Su rostro, marcado por los años y la angustia, revela un sufrimiento antiguo. Giana contiene el aliento y Curro da un paso atrás, con el corazón desbocado. Dolores está frente a ellos.

Con voz apenas audible, confirma que es ella y que ha sobrevivido contra todo pronóstico. Su mirada revela una fuerza inesperada; a pesar del sufrimiento, hay un brillo de determinación que la angustia no pudo apagar. Comienza a relatar su historia: años atrás, Cruz había ordenado su asesinato por descubrir un secreto que podría arruinar su reputación y dañar a la familia Alonso. El encargado de cumplir la orden fue Rómulo, el leal mayordomo, quien al ver a Dolores suplicando por su vida no pudo disparar. Fingió su muerte, simuló un incendio y la ayudó a escapar, permitiéndole vivir en el anonimato durante años.

Durante todo este tiempo, Dolores vivió escondida, cambiando nombre, ciudad y voz, siempre temerosa de que alguien descubriera su identidad. Sin embargo, al enterarse de que Giana y Curro habían crecido y que la verdad empezaba a emerger, comprendió que no podía seguir oculta. “He vivido demasiado tiempo en silencio”, confiesa con lágrimas en los ojos. “Ahora es tiempo de que termine la mentira”.

La conversación con los jóvenes se torna crucial. Dolores les entrega la clave para acabar con Cruz: un cuaderno escondido en su habitación que contiene nombres, fechas y todas las pruebas de sus crímenes. Este registro meticuloso documenta cada mentira, cada manipulación y cada persona que Cruz había intentado doblegar a su voluntad. Curro y Giana saben que lo que han descubierto cambiará todo, y la responsabilidad de actuar correctamente pesa sobre ellos.

Mientras la tormenta continúa afuera, el trío regresa a la mansión. Cada paso está cargado de tensión; saben que Cruz no se detendrá ante nada para proteger sus secretos. Dentro de la casa, la calma es tensa. Alonso recibe invitados, distraído por las formalidades, hasta que Giana y Curro, empapados y exhaustos, le revelan que han visitado a Dolores. La noticia cae como un balde de agua fría: Alonso, incrédulo, escucha mientras se le narra la verdad sobre el incendio simulado y el papel de Rómulo, quien desobedeció la orden de asesinar a Dolores para salvarla.

El silencio posterior es devastador. Alonso abre el cuaderno, temblando mientras recorre página tras página, confirmando la magnitud de las manipulaciones de Cruz. Cada nombre, cada fecha, cada anotación lo hiere como si fueran nuevas cicatrices abiertas en su corazón. La evidencia es irrefutable: Dolores había sido víctima de la ambición de Cruz, pero ahora la verdad sale a la luz.

La tensión alcanza su punto máximo cuando Cruz aparece, elegante y desafiante, detrás de Rómulo, ignorante de que sus secretos han sido descubiertos. Giana coloca el cuaderno sobre la mesa y le expone su contenido. Cruz lo desestima como un intento inútil de destruirla, pero Curro la confronta con la verdad: dentro del diario se encuentran pruebas de sus crímenes y del intento de asesinato contra Dolores.

El enfrentamiento se torna dramático. Alonso, con la voz quebrada pero firme, declara que la mentira de Cruz ha llegado a su fin y ordena llamar a la policía. Rómulo confirma su versión de los hechos, revelando su papel en salvar a Dolores y exponiendo el complot que había estado oculto durante años. Cruz pierde el control, grita y acusa a Alonso de injusticia, pero nadie la defiende. Finalmente, es apartada de la mansión, mientras deja entrever que aún podría haber secretos por descubrir, dejando una sombra de amenaza en la familia.

El grupo comprende que, aunque Cruz ha sido destituida, el camino hacia la paz en el Palacio De Luyan aún no termina. Cada personaje está marcado por la verdad revelada y la responsabilidad de actuar correctamente para proteger a quienes aún podrían ser víctimas. Dolores, al haber enfrentado a Cruz y contado toda la verdad, inicia un nuevo capítulo, mientras Alonso y su familia empiezan a reconstruir la confianza y la seguridad en su hogar.

La historia concluye con un aire de tensión y esperanza: la mentira ha sido expuesta, pero el futuro sigue siendo incierto. Cada decisión tomada, cada prueba guardada y cada acción futura determinarán si la paz puede finalmente instalarse o si los secretos aún ocultos traerán nuevas amenazas. La valentía de Dolores y la determinación de Giana, Curro y Manuel marcarán la diferencia en esta lucha por justicia y redención, dejando claro que la verdad, aunque dolorosa, es la única manera de purificar la casa y garantizar un futuro más seguro para todos.

Amigos, esta es la promesa de los próximos episodios: un enfrentamiento épico entre la verdad y la mentira, donde Dolores se convierte en la heroína que desafía años de secretos y Cruz enfrenta la consecuencia de su ambición desmedida. La historia está lejos de terminar, y cada revelación nos recuerda que incluso las sombras más oscuras pueden ser iluminadas por la verdad.