🎃 “Un ultimátum, una despedida y un secreto robado: lo que nadie espera en La Promesa del 3 al 7 de noviembre” 🎃

El ambiente en La Promesa se tiñe de misterio, traición y emociones al límite. Esta semana, los capítulos 707 al 711 prometen un torbellino de sentimientos y giros que mantendrán a los espectadores al borde del sofá. Tras un fin de semana marcado por el Día de Todos los Santos y Halloween, los corazones en el palacio de Luján se preparan para enfrentar sus propios fantasmas —los del pasado, los del amor y los de la culpa.

Todo arranca el lunes 3 de noviembre, cuando Ángela toma una decisión que sacude los cimientos del palacio: impone a su madre un ultimátum definitivo. “O me permites viajar con Curro o no habrá boda con Beltrán.” Doña Leocadia, acostumbrada a manipular a su hija a su antojo, no puede creer que Ángela haya encontrado el valor para desafiarla. El golpe es doble, porque Beltrán —movido por la honestidad— decide confesarle a su prometida que Leocadia le ofreció una generosa dote para asegurarse la boda. Esta revelación deja a Ángela helada y al borde del llanto, pero también la libera. Por primera vez, comprende hasta qué punto su madre ha intentado dirigir su vida.

En la cocina, el misterio se espesa. López y sus compañeros descubren que las recetas que aparecen en el periódico bajo el nombre de Madame Cocot son prácticamente idénticas a las suyas. Las ilustraciones, los detalles, los ingredientes… nada es casualidad. Alguien dentro del palacio ha robado su trabajo. Mientras tanto, en el hangar, Toño intenta salvar su relación con Enora, pero ella le pide distancia, lo que provoca tensiones que incluso Manuel intenta mediar. En la zona noble, Jacobo estalla de celos al ver que Martina ha olvidado su cita con él por acompañar a Adriano, aunque el joven intenta disculparla. Y entre tanto, Petra lucha contra su propio cuerpo: su salud sigue tambaleándose, pero su orgullo la empuja a demostrar a Cristóbal y a Leocadia que aún es capaz de dirigir el servicio. Samuel, preocupado, la ayuda en secreto.

El martes, en el capítulo 708, Manuel continúa con su sueño aeronáutico y entrevista a varios ensambladores. Finalmente, se decanta por uno de ellos, aunque Toño y Enora no se ponen de acuerdo con su elección. En el ala noble, Jacobo busca consuelo en Beltrán por su crisis con Martina, pero los dos acaban reconciliándose justo cuando Adriano recibe una nueva carta de Catalina. Su reacción, sin embargo, es fría y desconcertante: ya no siente nada. A su vez, Leocadia parece ceder ante la petición de Ángela de viajar con Curro, aunque lo hace con la intención de vigilar cada paso. Beltrán, ilusionado, cree que la boda está cerca y se lo confiesa a Jacobo. Curro, por su parte, descubre la verdad sobre el embarazo de María Fernández, pero Pía le pide que se mantenga al margen. En la cocina, las cocineras inician una investigación para descubrir quién ha filtrado las recetas, y Petra sigue ocultando su debilidad física mientras la amenaza de su despido se cierne sobre ella.

El miércoles 5 de noviembre, la emoción alcanza su punto más alto. Ángela y Curro viajan a la montaña para despedirse. Allí, el paisaje se convierte en testigo de un amor imposible que aún late bajo las heridas del tiempo. Entre silencios y miradas, intentan cerrar su historia, pero un malentendido lo complica todo. La tensión y el cariño se entrelazan en una secuencia desgarradora. Mientras tanto, en la Promesa, Petra vuelve a desafiar sus límites y se enfrenta directamente a Cristóbal Ballesteros, en una escena que promete ser una auténtica bomba emocional. En la nobleza, Adriano confiesa a Martina que la carta de Catalina no le ha provocado emoción alguna, y se siente perdido. Cristóbal, decidido a aclarar el misterio de Madame Cocot, interroga a López, quien lo niega y asegura que alguien le robó sus recetas. Pía, preocupada por María Fernández, le sugiere hablar con el padre de su hijo, pero ella no puede. La vergüenza y el miedo la paralizan. Alonso, mientras tanto, aconseja a Manuel que confíe en su instinto al elegir quién ensamblará sus motores.

El jueves 6 de noviembre, los conflictos personales amenazan con desestabilizar el progreso del hangar. Enora le pide a Toño una pausa en su relación, provocando fricciones laborales. Manuel intenta mediar entre ellos, pero las tensiones crecen. Finalmente, deciden contratar a don Luis, un hombre que despierta el entusiasmo de Enora y la duda de Alonso. En el palacio, Jacobo se alía con Leocadia, compartiendo su desconfianza hacia las cartas de Catalina y apoyando sus planes para la boda de Ángela y Beltrán. Martina, en cambio, se siente cada vez más alejada de su prometido, y el distanciamiento entre ambos se hace evidente. Fuera del palacio, Ángela y Curro viven su último día juntos, entre risas tristes y abrazos que saben a despedida. Samuel intenta acercarse a María Fernández, pero ella lo rechaza una vez más, mientras Pía le advierte que mantenga las apariencias para no ser descubierta. En el pueblo, Madame Cocot se convierte en un fenómeno, y López empieza a sospechar de Vera, aunque ella también lo niega. Petra recibe una valoración positiva de Cristóbal, pero Leocadia, implacable, exige su despido, acusándola de cometer errores imperdonables.

Y finalmente llega el viernes 7 de noviembre, con un capítulo 711 que promete dejar huella. Leocadia justifica el despido de Petra de la forma más cruel posible: “Es material averiado”, sentencia sin pestañear. Cristóbal se lo comunica al ama de llaves, que se derrumba, rota y humillada. Mientras tanto, la señora de Figueroa avanza sin descanso en la organización de la boda de su hija, fijando la fecha para la semana siguiente. María Fernández sigue atormentada, indecisa y consumida por el miedo. El padre Samuel se ofrece a ayudarla, mientras Teresa, ajena a la verdad, cree que su tristeza tiene que ver con su antigua relación con el sacerdote. En el hangar, Manuel descubre que la elección de don Luis puede ser un error: el proyecto es demasiado grande para él, aunque Enora insiste en defenderlo. Las cocineras, intrigadas por el plagio de las recetas, piden ayuda a Manuel para descubrir al culpable.

Por último, Jacobo, herido por la distancia con Martina, empieza a obsesionarse con las cartas de Adriano. Está convencido de que algo no encaja, de que hay una mentira escondida entre esas líneas. Pero ¿será paranoia o una nueva manipulación tejida por Leocadia?

Así concluye una semana cargada de emociones en La Promesa, donde los amores imposibles, las traiciones silenciosas y los secretos robados dibujan el retrato de un palacio que nunca descansa. Las decisiones de hoy marcarán los destinos de mañana. Y cuando las campanas suenen anunciando la boda, puede que nada —ni nadie— sea lo que parece.