La Promesa – Avance del capítulo 715: Adriano olvida a Catalina y Leocadia amenaza

Adriano olvida a Catalina y Leocadia amenaza

El jueves 13 de noviembre, La Promesa despertará con una jornada cargada de decisiones difíciles, emociones contenidas y secretos que amenazan con estallar. Adriano, atrapado entre la nostalgia y la necesidad de avanzar, comienza a desprenderse del recuerdo de Catalina, mientras Alonso observa con cierta tristeza cómo su esperanza se desvanece lentamente, consciente de que el joven hijo enfrenta su propio proceso de liberación emocional. Jacobo, por su parte, se sumerge en los últimos indicios de las cartas de Catalina, cada detalle lo acerca a una revelación que podría sacudir los cimientos de la casa.

En medio de esta tensión, Teresa recibe una oferta inesperada de Cristóbal: convertirse en la nueva ama de llaves del palacio. Una propuesta que llega mientras Petra, aún frágil tras su caída, lucha por encontrar su lugar nuevamente. La noticia corre silenciosa por los pasillos, como un susurro que anticipa cambios inminentes. Teresa, con el corazón dividido, camina por la galería con paso lento pero decidido, debatiéndose entre la lealtad a su amiga Petra y la oportunidad que podría redefinir su futuro. Pía, siempre observadora, percibe la mezcla de miedo y determinación en Teresa, recordándole que la lealtad no consiste en quedarse inmóvil, sino en asumir las responsabilidades que se presentan con valentía y respeto.

Mientras Teresa contempla su decisión, Petra, en su habitación, enfrenta su propio duelo. El pañuelo entre sus manos es testigo silencioso de la herida que la ha dejado fuera del centro de la casa, un lugar que ella había hecho suyo durante años. Orgullosa y dolida, Petra se debate entre aceptar la realidad y mantenerse firme, consciente de que su recuperación será lenta y que, por el momento, nadie le concederá el lujo de sentir alivio.

En la biblioteca, Jacobo examina cada carta con detenimiento. Sus dedos rozan un pequeño pliegue en el papel, un detalle que lo hace sospechar que las misivas no provienen de un simple correspondencia, sino que esconden un truco deliberado. La tinta ligeramente distinta y el barniz en los márgenes lo llevan a una única conclusión: Leocadia podría estar detrás de todo. El pensamiento lo sacude, mezclando fascinación y temor por la maestría con la que alguien ha tejido esta red de mentiras y verdades a medias.

La Promesa', avance del capítulo 715 del jueves 13 de noviembre de 2025

Mientras tanto, Lorenzo pierde la paciencia y confronta a Ángela. Su enfado surge al percibir cercanía entre ella y Beltrán, y exige respuestas claras, dispuesto a no tolerar más ambigüedades. Ángela, con la serenidad que ha aprendido a mantener, le responde con firmeza, aclarando que su afecto hacia Beltrán no es una conspiración ni una amenaza, sino un vínculo basado en respeto y humanidad. La tensión entre ellos refleja un choque de principios: la rigidez del control contra la dignidad de quien se mantiene firme, incluso frente a la autoridad.

En la cocina, la rutina continúa con su propio ritmo. Simona y Toño viven su día a día con silencios que pesan y gestos que hablan de lo que no se dice. Toño confiesa su amor mientras Simona lo escucha con atención, comprendiendo que las heridas más profundas no siempre se ven, y que la confianza rota requiere tiempo para reconstruirse. Manuel, por su parte, reconoce su incapacidad para confiar plenamente en Enora, un acto de sinceridad que demuestra que enfrentar la verdad, aunque dolorosa, es necesario para seguir adelante.

En la terraza, Alonso observa a Adriano, quien se mantiene erguido frente al vacío, aprendiendo a vivir sin lo que alguna vez creyó imprescindible. Al pronunciar el nombre de Catalina, Adriano siente que ya no le pesa, que el recuerdo ha perdido la intensidad que lo consumía, y comprende que soltar a alguien no significa traicionar, sino permitir que la vida continúe. Alonso le confirma que cerrar un capítulo no es un acto de traición, sino un paso hacia la madurez emocional, hacia la posibilidad de abrirse a algo nuevo sin cargar con el pasado.

Mientras el día avanza, Lope y las cocineras se ven envueltos en su propio misterio: Madame Cocotte, con sus caprichos y bromas, les enseña sin proponérselo que la atención y la complicidad pueden ser herramientas más valiosas que la rigidez de la rutina. Cada gesto, cada risa compartida, es un pequeño equilibrio dentro de la casa, un respiro frente a las tensiones que se acumulan en cada pasillo.

Pero la calma es efímera. Leocadia recorre los corredores con la seguridad de quien no tolera contratiempos. Encuentra a Curro en el alféizar y le lanza una advertencia directa: una vez que su hija se case, hará todo lo posible por expulsarlo de La Promesa. Curro, firme y sereno, responde con una dignidad contenida, dejando claro que la verdad que ha construido dentro de la casa no se puede arrebatar. La tensión entre ellos es un duelo silencioso: eficacia versus paciencia, amenaza contra resistencia.

La Promesa' avanza una amenaza de expulsión y el posible ascenso de un  personaje en su

Mientras la noche cae, Jacobo llega al cuarto de costura, decidido a confirmar sus sospechas sobre Leocadia. Cada cajón, cada frasco, cada sello revisado lo acerca a la evidencia que necesita para desenmascarar la trama. Pero la sombra de Leocadia aparece en el umbral, convirtiendo la búsqueda en un juego peligroso, un enfrentamiento donde el conocimiento y la astucia se miden en silencios y gestos. La casa, testigo de cada movimiento, parece contener la respiración, consciente de que algo decisivo está a punto de revelarse.

Ángela, sola ante la ventana, reflexiona sobre la amistad, el afecto y la lealtad. Beltrán, que pasa por el corredor sin interrumpirla, se convierte en un testigo silencioso de su decisión de vivir sus sentimientos con conciencia, sin permitir que el miedo o la maledicencia guíen sus actos. En la cocina, Simona y Toño continúan su ritual de cuidado y paciencia, mientras Manuel se retira con la esperanza de que sus palabras puedan reconstruir la confianza perdida.

Finalmente, la amenaza de Leocadia permanece como un telón de fondo inquietante: la boda de su hija marcará un punto de inflexión, y su intención de vaciar los pasillos de aquellos que le incomodan añade una presión constante sobre todos los habitantes de La Promesa. Sin embargo, los afectos y las alianzas recién tejidas, desde la cocina hasta la biblioteca, desde el jardín hasta la capilla, demuestran que incluso bajo la sombra de la manipulación y el poder, la verdad y la lealtad encuentran su espacio para florecer.

El jueves 13 de noviembre no será simplemente el día en que Adriano comienza a olvidar a Catalina; será también el día en que cada personaje reafirma quién es y qué está dispuesto a defender. La tinta de la verdad, más fuerte que el barniz de las mentiras, empieza a marcar el rumbo de los próximos acontecimientos, anunciando que las cartas, los secretos y las decisiones de todos en La Promesa están lejos de haber concluido.