‘La Promesa’, avance semanal: Más cartas y una inminente boda

Avance semanal de ‘La Promesa’: Más cartas y una inminente boda, del 3 al 7 de noviembre

La nueva semana en La Promesa se tiñe de intensas emociones, despedidas, secretos y un enlace que amenaza con romper más corazones de los que une. En los silenciosos pasillos del palacio, donde cada respiración parece escucharse entre los muros de piedra, se avecinan días decisivos que marcarán un antes y un después para sus habitantes.

El otoño cae sobre la finca con un aire gélido que parece calar hasta el alma. En medio de este ambiente tenso, Ángela da un paso inesperado que sacude los cimientos de la familia Figueroa. Cansada de vivir bajo el yugo de su madre, Leocadia, la joven se planta con una determinación que sorprende incluso a ella misma. Declara que no habrá boda con Beltrán si antes no se le permite un último viaje con Curro, el hombre que realmente ama. Su tono firme y su mirada encendida descolocan a la matriarca, que por primera vez siente resquebrajarse su control.

Leocadia, siempre astuta, calcula sus opciones. Sabe que o cede o lo pierde todo, y aunque le repugna la idea, accede con una advertencia helada: si Curro hace derramar una sola lágrima a su hija, conocerá la peor de sus venganzas. Ángela, sabiendo el peso de esas palabras, acepta su permiso envenenado. Pero el secreto viaje no tarda en despertar sospechas. Beltrán, ignorante del trasfondo de la partida, cree que los preparativos de Ángela son para su inminente boda, una confusión que promete estallar pronto.

Mientras el amor prohibido se abre paso lejos del palacio, en el hangar Manuel recibe una noticia que podría cambiarlo todo: su proyecto de motor ha sido aceptado por una empresa que quiere fabricarlo a gran escala. La alegría lo embriaga, pero la elección del ensamblador ideal genera discordia entre sus socios. Toño apuesta por la experiencia de Don Luis, mientras Enora defiende el fuego creativo del joven Ambrosio. Al final, Manuel opta por el segundo, sin saber que su decisión sembrará la discordia entre sus compañeros y pondrá en riesgo el equilibrio del taller.

En las cocinas, otro tipo de tormenta se desata. Lope descubre con horror que un periódico local publica recetas bajo el nombre de “Madame Cocotte”, idénticas a las suyas. Entre indignación y desconcierto, el cocinero se siente traicionado: alguien dentro de La Promesa ha robado su arte. Candela, Simona y Vera se convierten en investigadoras improvisadas, dispuestas a desenmascarar al impostor que se esconde tras el elegante seudónimo francés.

Avance semanal de 'La Promesa': Más cartas y una inminente boda, del 3 al 7  de noviembre

A la par, María Fernández enfrenta su propio infierno. La doncella, embarazada y aterrorizada, se debate entre la vida y la muerte al contemplar interrumpir su embarazo. Pía, su confidente, intenta acompañarla con empatía, recordando sus propias cicatrices del pasado. Pero el miedo puede más: María se derrumba, incapaz de seguir adelante con su decisión. Su angustia la devora en silencio, sin imaginar que sus cambios de humor pronto levantarán sospechas entre el servicio.

En otro rincón del palacio, Petra, debilitada pero orgullosa, intenta mantenerse firme pese a su evidente agotamiento. Quiere demostrar a Cristóbal que sigue siendo una buena ama de llaves. Sin embargo, su cuerpo la traiciona: se desploma bajo el peso de una caja y es Samuel, el antiguo sacerdote, quien acude a socorrerla. Ese gesto discreto, casi invisible para el resto, enciende en Petra una chispa de gratitud y ternura que no se atreve a nombrar.

El martes, la tensión crece. En el hangar, Manuel y su equipo entrevistan candidatos mientras las diferencias entre Toño y Enora se profundizan. El ingeniero se siente dividido entre la razón y la pasión, y su elección final por Ambrosio despierta el resentimiento de Toño, que lo considera un error. Mientras tanto, Jacobo, atrapado en sus propias frustraciones, busca consuelo en Beltrán. Ambos comparten su desconcierto amoroso y su desdicha: uno con Martina, la otra con Ángela. Sin embargo, la calma dura poco. Una carta dirigida a Adriano y firmada por Catalina irrumpe en el salón, reabriendo heridas del pasado y sembrando nuevas dudas.

Leocadia, por su parte, cumple su palabra y permite el viaje de Ángela y Curro, aunque no puede evitar sentir que algo se le escapa de las manos. Beltrán, ajeno a la verdad, celebra lo que cree un paso más hacia su boda, mientras la verdadera pareja se aleja de La Promesa en busca de su última despedida.

El miércoles, la montaña es testigo de ese adiós. En un paraje escondido, Ángela y Curro comparten risas, recuerdos y silencios que duelen. Entre el viento y las lágrimas, se besan por última vez, un beso que para él significa esperanza, pero para ella, la aceptación de un destino imposible. Lo que debía ser un cierre pacífico se convierte en una herida abierta.

En el palacio, Petra se rebela contra Cristóbal, cansada de sus críticas y humillaciones. Por primera vez, lo enfrenta con dignidad y logra algo insólito: su respeto. Al mismo tiempo, Lope es interrogado por el mayordomo, sospechoso de ser “Madame Cocotte”. Su negativa vehemente convence a Cristóbal, pero el misterio sigue sin resolverse.

Adriano, tras leer la carta de Catalina, confiesa a Martina algo desconcertante: ya no siente nada por ella. Ni amor, ni odio, solo vacío. La revelación deja a ambos perplejos y marca un nuevo punto de inflexión en su historia.

El jueves, la calma vuelve a romperse. Enora, cansada del desgaste emocional con Toño, le pide una pausa. Él lo recibe como un golpe bajo, pero en el fondo sabe que es inevitable. En el taller, los ánimos están rotos y Manuel empieza a dudar de sus decisiones. Curiosamente, es Enora quien aboga por reconsiderar al otro candidato, Don Luis, y así lo hacen. Pero este cambio no convence a todos, y las tensiones internas amenazan con arruinar el proyecto.

Mientras tanto, Jacobo se acerca cada vez más a Leocadia, apoyando sin reservas sus planes de boda para Ángela. Esa alianza inesperada abre un abismo entre él y Martina, cuyo amor parece ya un recuerdo lejano.

En la montaña, el viaje de Ángela y Curro llega a su fin. Entre lágrimas y promesas incumplidas, ambos se enfrentan al regreso a La Promesa, conscientes de que su historia ha llegado a su última página.

En el servicio, María sigue hundiéndose. Samuel, conmovido, intenta ayudarla, pero Teresa lo observa con sospecha. Ignorando el verdadero motivo de su cercanía, comienza a alimentar los rumores sobre una posible relación entre ambos, recordando con malicia el pasado escandaloso del ex sacerdote.

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Y cuando todo parecía calmarse, Leocadia lanza su golpe más cruel: ordena el despido inmediato de Petra. Cristóbal, con el corazón encogido, debe ser quien comunique la noticia. La escena es devastadora: Petra, con las manos aún ocupadas en su labor, se queda inmóvil al escuchar su sentencia. Su esfuerzo y su dignidad son borrados de un plumazo por la frialdad de una mujer sin piedad.

El viernes, el palacio despierta bajo una atmósfera fúnebre. Leocadia celebra su victoria con la eficiencia de quien no tiene remordimientos y comienza los preparativos de la boda entre Ángela y Beltrán, decidida a sellar el destino de su hija cuanto antes.

María Fernández, atrapada en su desesperación, lucha por mantener el secreto de su embarazo. Las miradas comienzan a pesar, los rumores crecen y su alma se tambalea entre el miedo y la vergüenza.

En el hangar, Manuel empieza a notar que Don Luis, aunque metódico, avanza demasiado despacio. Las dudas lo asaltan: ¿ha tomado la decisión correcta o está cavando su propio fracaso?

Mientras tanto, las cocineras no se rinden en su cruzada contra Madame Cocotte. Deciden recurrir a Manuel, el único capaz de ayudarles a desenmascarar al impostor que roba sus recetas.

Y en el salón principal, Jacobo, consumido por su amargura, comienza a sembrar sospechas sobre las cartas de Catalina. ¿Y si no son auténticas? ¿Y si alguien las está manipulando? Sus insinuaciones abren la puerta a un nuevo misterio… justo cuando la boda de Ángela parece inevitable.

La semana termina como empezó: con secretos al borde de estallar, corazones rotos y una boda que podría ser el principio del fin para muchos en La Promesa.