LA PROMESA Jueves 30 de Octubre a las 18:30 Avance capítulo 705 || Serie TVE
Hola, ¿qué tal? Soy tu Gustav, y hoy traigo un nuevo avance de La Promesa que te dejará sin aliento
El capítulo 705 arranca con Petra enfrentando un ultimátum que nos deja helados: Cristóbal Ballesteros, implacable como siempre, le concede solo unos días para demostrar que sigue siendo una ama de llaves válida o, de lo contrario, será despedida. Después de todo lo que ha pasado, nadie esperaba tanta frialdad. La presión de tiempo y la severidad de Ballesteros convierten a Petra en un personaje que refleja dignidad y vulnerabilidad al mismo tiempo. Entre el dolor y el miedo, se enfrenta a una prueba que va más allá de lo profesional: el tiempo mismo parece un enemigo cruel que puede ser más despiadado que su propio patrón.
Pía, por su parte, se convierte en confidente y apoyo de Petra. En el capítulo la vemos acudir al padre Samuel para desahogarse y contarle que Ballesteros ve la casa como una máquina perfecta: si una pieza falla, se cambia y punto. Esta metáfora, en La Promesa, no es solo figurativa, sino una realidad que pesa sobre todos los personajes, recordándonos que la jerarquía y la exigencia son implacables en este mundo. Petra, atrapada entre la obligación y el miedo, representa la lucha constante de aquellos que se aferran a su dignidad mientras enfrentan injusticias.
Mientras tanto, la historia de María Fernández alcanza uno de sus momentos más devastadores. La joven doncella, después de días de dudas, lágrimas y profundo miedo, toma la decisión más dolorosa de su vida: no continuará con su embarazo. La confesión a Pía es silenciosa y cargada de emociones, un abrazo que dice más que mil palabras. En aquella época, una mujer sin apoyo ni recursos debía elegir entre el estigma social o el sacrificio personal, y María representa la fortaleza invisible que muchas veces solo se siente, nunca se ve. Esta escena promete ser una de las más emotivas del año en La Promesa, y su impacto en los espectadores será profundo, recordándonos que la valentía puede aparecer incluso en los momentos más trágicos.

En paralelo, el regreso de Enora, la pelirroja francesa del hangar, genera tensión y expectativas. Manuel, tras consultar con Candela y Simona, le da una segunda oportunidad para regresar al taller, mientras Toño aún se mantiene distante, herido por la decepción y el dolor del amor mezclado con la traición. Las miradas entre ambos dicen más que cualquier palabra: el conflicto entre la esperanza y la desconfianza se percibe en cada gesto. Simone y Candela observan con atención, comprendiendo que a veces, en La Promesa, las segundas oportunidades pueden resultar las más sinceras y significativas, y que el amor verdadero encuentra su camino incluso a través de la duda y la tensión.
Por supuesto, no podemos olvidar a doña Leocadia de Figueroa, la postiza que combina arte y manipulación en cada movimiento. Esta vez su objetivo es San Jacobo: se acerca al joven para sembrar dudas sobre su prometida Martina, insinuando que ella descuida sus deberes y que sus prioridades han cambiado. La habilidad de Leocadia para provocar conflictos sin ensuciarse las manos demuestra su astucia y crueldad calculada. Mientras Jacobo cae en la trampa, Martina encuentra consuelo en Adriano, confesándole que su prometido se vuelve posesivo y egoísta. La tensión y el conflicto crecen, y la historia promete un enfrentamiento que podría romper relaciones y expectativas en el palacio.
Ángela también enfrenta un dilema complicado, presionada por su madre, doña Leocadia, para seguir adelante con el plan de matrimonio con Beltrán. La joven, exhausta y desanimada, entiende que nada servirá si Beltrán no acepta casarse voluntariamente. Sin embargo, Leocadia, con su típica sonrisa gélida, insinúa que quizá solo necesita un “empujoncito”, revelando que ya ha ofrecido una dote millonaria para asegurar el matrimonio. La desesperación de Ángela se hace evidente, y su decisión radical podría cambiar el destino de todos. La mezcla de amor, culpa y manipulación pone a la joven en una situación donde solo las decisiones valientes podrán alterar el curso de la historia.
En medio de tanta tensión y conflicto, también hay espacio para momentos cálidos y esperanzadores. En las cocinas del palacio, Santos, siempre crítico y sarcástico, advierte que tras una mala racha puede venir otra peor, pero Candela y Simona logran iluminar la escena con risas, apoyo y oportunidades. Animan a López a publicar un libro con sus recetas ilustradas, un sueño que el joven nunca se había permitido imaginar y que podría cambiar su vida para siempre. Aquí, La Promesa nos recuerda que, incluso entre secretos, traiciones y sacrificios, hay espacio para la esperanza, la creatividad y la solidaridad. La cocina, más que un lugar de trabajo, se convierte en un refugio donde se nutre tanto el cuerpo como el alma.

Este capítulo, por tanto, combina intensidad, emoción y giros inesperados. Petra corre contra el reloj para salvar su posición; María enfrenta el dolor más profundo al renunciar a su embarazo; Ángela lucha contra la manipulación de su madre; Enora y Toño navegan la turbulencia del perdón y el amor; y Leocadia sigue tejiendo su red de intrigas. Cada personaje enfrenta sus propios desafíos, y los secretos no dichos pesan como cadenas, obligando a todos a tomar decisiones que podrían alterar el destino de sus vidas.
La historia muestra que en La Promesa nadie es completamente libre y que cada acción, cada decisión, tiene un efecto dominó. La fuerza, la astucia y la vulnerabilidad se entrelazan, y los espectadores se ven atrapados en una red de emociones que van desde la desesperación hasta la esperanza. Este capítulo promete impactar, emocionar y mantenernos expectantes por los próximos movimientos de los personajes. Gustav, fiel a su compromiso, sigue trayéndonos los detalles que nadie más se atreve a contar, manteniendo la narrativa viva y cercana cada día.
El capítulo 705, cargado de sacrificios, decisiones y secretos, nos recuerda que en La Promesa, la vida de cada personaje está marcada por el conflicto, la manipulación y, sobre todo, la necesidad de valentía. Petra, María, Ángela, Enora, Toño y los demás enfrentan pruebas que pondrán a prueba su carácter y sus emociones, mientras el palacio sigue siendo un tablero donde la intriga, el amor y la traición se cruzan sin descanso. Cada momento importa, cada gesto cuenta, y la historia no se detiene, recordándonos que en este mundo, la supervivencia depende tanto de la astucia como del corazón.
Así se cierra un capítulo lleno de giros, emociones y sorpresas. Petra contra el tiempo, María contra el destino, Ángela contra su propia madre, y Curro contra el miedo a perderlo todo. La Promesa nos muestra que los secretos, cuando no se revelan, pesan más que cualquier obstáculo y que las decisiones, por difíciles que sean, moldean para siempre la vida de sus protagonistas.