La Promesa Martes 7 Octubre; Petra preocupa a todos en La Promesa por su salud.
En el capítulo del martes 7 de octubre de 2025 de La Promesa, la atmósfera en el palacio se llena de incertidumbre, emociones contenidas y verdades a punto de revelarse. La jornada comienza con una escena cargada de tensión: Curro y los miembros de la familia Luján observan con tristeza el momento en que Lorenzo realiza la pedida formal de matrimonio a Ángela. Esta noticia, que para algunos podría significar una unión honorable, se convierte en un duro golpe para Leocadia. La mujer, visiblemente afectada, no logra contener su desazón y termina desahogando su frustración con Cristóbal, quien, desconcertado, no comprende la verdadera causa de su dolor. Lo que parece una simple reacción emocional es, en realidad, la manifestación de un conflicto más profundo que atraviesa a toda la familia.
Mientras tanto, Adriano continúa hundido en la melancolía por la desaparición de Catalina. La ausencia de su amada se ha convertido en un vacío imposible de llenar, y la esperanza parece escapársele día a día. No obstante, un destello de ilusión renace cuando se entera de que Leocadia ha tomado cartas en el asunto al contratar a un detective privado para dar con el paradero de Catalina. Este gesto le devuelve a Adriano una razón para continuar, y su esperanza se transforma en una fuerza silenciosa que lo impulsa a seguir creyendo que el destino aún puede darle una segunda oportunidad.

Por otro lado, Martina, siempre prudente y calculadora, decide escribir una carta a Margarita. En ella le narra los acontecimientos más recientes en La Promesa, cuidando cada palabra con delicadeza. Sin embargo, opta por omitir un detalle clave: el inminente enlace entre el capitán y Ángela. Esta omisión no es casual; Martina sabe que revelar esa unión podría provocar una cadena de reacciones impredecibles. Así, su silencio se convierte en una forma de protección, pero también en una mentira encubierta que, tarde o temprano, podría volverse en su contra.
En medio de las intrigas familiares y los secretos amorosos, un nuevo motivo de preocupación sacude a todos: la salud de Petra. La fiel sirvienta, siempre tan fuerte y reservada, comienza a mostrar un deterioro alarmante. Su enfermedad, que al principio parecía una dolencia pasajera, se revela como algo mucho más grave. La noticia conmociona tanto al personal del servicio como a los señores del palacio. La tensión se siente en cada rincón, los murmullos crecen, y la tristeza se apodera de todos. Petra, símbolo de entrega y lealtad, enfrenta su batalla con dignidad, aunque el miedo a perderla une a todos los habitantes de La Promesa bajo una misma sombra de incertidumbre.
Vera, por su parte, mantiene una distancia emocional cada vez más evidente con Lope. Él, sintiendo el cambio en su comportamiento, comienza a sospechar que su hermana podría haber retomado el contacto con Federico. La duda se instala en su mente y, con ella, una sensación de traición que lo atormenta. Las relaciones personales en La Promesa se tornan frágiles, y cada gesto parece esconder un secreto o una doble intención.
En paralelo, Manuel empieza a desconfiar de Enora. Aunque intenta mantener la calma y la cortesía, en su interior se gesta una creciente sospecha. Decide evaluarla en secreto, observando cada uno de sus movimientos para intentar descifrar sus verdaderas intenciones. Pero justo cuando cree tener todo bajo control, aparece Toño con una noticia que lo toma completamente desprevenido: desea que Manuel sea su padrino de boda. Este anuncio, tan inesperado como repentino, rompe el hilo de sus pensamientos y lo obliga a replantearse su papel dentro de los vínculos personales que lo rodean.
No obstante, la sorpresa más grande llega al final del capítulo, marcando un giro inesperado en la historia: Pía regresa a La Promesa. Su aparición repentina causa un profundo desconcierto entre todos los presentes. Las miradas se cruzan, los murmullos se multiplican, y el aire se llena de tensión. Lo primero que hace Pía es preguntar por Ricardo, sin saber aún que él se ha marchado para siempre. Su regreso, cargado