El próximo capítulo de La Promesa, que se emitirá el viernes 12 de septiembre de 2025, promete ser uno de los más intensos de toda la temporada. Los espectadores se encontrarán con una sucesión de giros dramáticos que pondrán a prueba la fortaleza emocional de los personajes, así como los lazos que los unen o los dividen.

La trama arranca con una confesión desgarradora por parte de Catalina, un acto que no solo desnuda sus intenciones más profundas, sino que también desencadena un torbellino de consecuencias. Su deseo de vengarse del barón de Valladares se revela como una acción arriesgada que amenaza con destruir la frágil estabilidad del linaje de los Luján. Para Catalina, se trata de un acto de justicia y reparación, un ajuste de cuentas que considera necesario para honrar a los suyos. Sin embargo, para el resto de la familia, la confesión se convierte en una bomba de relojería que compromete la reputación y el honor de todos.

Alonso, el patriarca, observa con angustia los pasos de su hija. No puede evitar pensar que Catalina ha cruzado una línea de la que tal vez no haya retorno posible. Su temor es doble: por un lado, teme que ella se pierda en un camino de odio y resentimiento; por otro, que los enemigos de la familia aprovechen la situación para hundirlos aún más en el desprestigio. Leocadia, en cambio, no se limita a preocuparse. Su carácter severo y su visión pragmática la llevan a enfrentarse directamente a Catalina en una escena cargada de tensión. Le echa en cara su inmadurez y la acusa de jugar con fuegos que podrían acabar devorándola. La considera una niña caprichosa que se ha dejado arrastrar por pasiones y causas que le quedan demasiado grandes. Este choque entre ambas mujeres se convierte en uno de los momentos más intensos del capítulo, un duelo verbal que refleja el choque generacional y de valores en la familia.

Mientras tanto, en un plano paralelo, Curro demuestra una vez más su valentía —o tal vez su imprudencia— al desobedecer las órdenes de Leocadia. Amparado por la oscuridad de la noche, decide infiltrarse para reunirse con Ángela, la joven que ocupa su corazón. Sin embargo, el destino no se lo pone fácil: alguien interrumpe el encuentro en el momento más crucial, impidiendo que puedan hablar con sinceridad. La frustración se apodera de Curro, pero la llama de su amor por Ángela sigue intacta. Cuando finalmente logran reencontrarse, la escena se tiñe de ternura y emoción, dejando claro que, pese a los obstáculos, su vínculo es fuerte. Ambos comparten la convicción de que Lorenzo está detrás del secuestro, aunque todavía carecen de pruebas concretas que lo incriminen. La sombra de este personaje sigue proyectándose sobre ellos, un recordatorio de que la amenaza no ha desaparecido.

En paralelo, Vera se convierte en protagonista de otra trama cargada de dolor. Aunque Teresa intenta persuadirla para que actúe con más cautela, ella insiste en que debe regresar a los suyos, aun consciente del peligro que ello implica. Para Vera, se trata de un deber moral, de una decisión que va más allá de lo personal. No obstante, la presión y las constantes críticas hacia su pasado acaban por minar su relación con Lope. En una decisión drástica pero inevitable, Vera decide romper con él. El corte es definitivo, un punto de no retorno que marca un antes y un después en su vida. Lope queda devastado, pero Vera siente que es la única manera de liberarse de un peso que llevaba demasiado tiempo cargando.

Mientras el amor se resquebraja en un lado, en otro florecen ilusiones. Toño, completamente ilusionado con su romance con Enora, confiesa a Manuel su intención de pedirle matrimonio. Manuel, más prudente, lo considera un paso precipitado, y el tiempo le da la razón: la respuesta de Enora no es la que Toño esperaba. Ella, atrapada entre sus sentimientos y el vértigo de un compromiso tan grande, pide más tiempo para reflexionar. Esta tensión emocional abre un nuevo capítulo en su historia, marcado por la incertidumbre y la necesidad de madurar como pareja.

En medio de tantas turbulencias, Martina se ve presionada por el entorno a aceptar formar parte del patronato de la Milagrosa. Aunque al principio se muestra reticente, finalmente acepta el cargo como una jugada estratégica destinada a rehabilitar la imagen del marquesado. La decisión, sin embargo, no nace de la ilusión, sino de la necesidad. Y mientras ella da este paso, Jacobo aprovecha la ocasión para elogiarla públicamente, no sin antes manchar la reputación de Catalina, vinculándola a la revuelta social que tanto escándalo ha provocado. De esta manera, Jacobo demuestra una vez más su astucia para moverse en el terreno de la política familiar, donde cada palabra puede ser un arma.

La reconciliación entre Manuel y Alonso ofrece un respiro en medio del caos. Padre e hijo logran establecer nuevos acuerdos, tanto en lo personal como en lo profesional. Es un paso significativo hacia la armonía familiar, una muestra de que, pese a las diferencias, todavía existe un terreno común donde pueden encontrarse.

Por su parte, Pía y Ricardo siguen soñando con un futuro juntos, aunque la realidad se encarga de poner obstáculos en su camino. El acoso constante de Cristóbal amenaza con empañar sus planes, mientras que las fricciones con Petra hacen que la convivencia se vuelva cada vez más complicada. Sus ilusiones se mantienen firmes, pero el horizonte parece teñirse de nubarrones.

Finalmente, un detalle aparentemente menor se convierte en un gesto lleno de significado: María Fernández, agradecida por el apoyo que Samuel le brindó en una noche complicada, fortalece su vínculo con él. Este agradecimiento sincero abre la puerta a una relación cada vez más sólida, que se perfila como una de las historias más tiernas de la serie.

En conclusión, el capítulo del viernes 12 de septiembre de La Promesa no solo traerá consigo enfrentamientos memorables como el de Leocadia contra Catalina, sino que también mostrará la fragilidad y la fortaleza de los lazos familiares y amorosos. Los espectadores vivirán un carrusel de emociones: desde la ruptura dolorosa de Vera y Lope hasta la ternura de Curro y Ángela, pasando por las tensiones estratégicas de Martina y Jacobo, y la reconciliación esperanzadora de Manuel y Alonso. Todo ello convierte a este episodio en una pieza clave para comprender hacia dónde se dirige la trama y qué nuevos dilemas esperan a los protagonistas en el futuro inmediato.