POSIBLE ALIANZA ENTRE CURRO Y LEOCADIA PARA ACABAR CON LORENZO || CRÓNICAS y ANÁLISIS de #LaPromesa
La Promesa continúa sorprendiéndonos con giros cada vez más oscuros, y lo que se avecina podría ser uno de los momentos más intensos de la serie hasta la fecha. Los últimos avances han dejado entrever un nuevo crimen en el horizonte: el secuestro de Ángela. Todo apunta a que Lorenzo es el cerebro detrás de este siniestro movimiento, un golpe que no solo pondrá en peligro la vida de la joven, sino que también servirá para destapar nuevas alianzas y tensiones dentro del palacio.
El secuestro de Ángela: detonante de la tragedia
Según las imágenes adelantadas, Ángela será interceptada cuando intentaba comprar billetes para huir a Suiza, destino al que Curro insistía en enviarla para garantizar su seguridad. Sin embargo, esa huida se ve frustrada de la peor manera posible. La joven, que ya había vivido otras veces la promesa de partir y empezar de nuevo, se convierte esta vez en la víctima de un secuestro que cambiará el rumbo de todos los personajes.
La autoría del crimen parece no dejar dudas: Lorenzo. El capitán, que ya ha demostrado ser capaz de todo por cumplir sus deseos y castigar a quienes considera sus enemigos, vuelve a situarse en el centro del huracán. Su objetivo no es simplemente retener a Ángela, sino utilizarla como pieza de un juego mucho más perverso: doblegar a Leocadia y torturar psicológicamente a Curro.
Lorenzo, el villano perfecto
No es la primera vez que Lorenzo muestra su obsesión con Ángela. Su fijación raya lo enfermizo, y ahora ve en el secuestro la ocasión idónea para imponerle a Leocadia una exigencia imposible: entregar a su hija en matrimonio. Este plan, que ya había insinuado en capítulos anteriores, no es casual. Para Lorenzo, casarse con Ángela sería la manera definitiva de arruinar la vida de Curro.
Recordemos que él mismo se lo confesó al muchacho: su intención es hacerle sufrir hasta volverlo loco. El recuerdo del maltrato ejercido sobre Eugenia, su primera esposa, sigue flotando como un fantasma, y todo indica que Lorenzo quiere repetir el mismo patrón, solo que esta vez frente a los ojos de su hijastro.
La crueldad de este proyecto es evidente: obligar a Curro a presenciar día tras día la desgracia de la mujer que ama, sometida a la misma espiral de abusos que marcó la vida de Eugenia. No se trataría solo de un matrimonio forzado, sino de un auténtico tormento psicológico que apunta a quebrar por completo al joven.
El papel de Leocadia: ¿víctima, cómplice o aliada inesperada?
Aquí entra en juego un factor inesperado: Leocadia. La madre de Ángela siempre ha sido vista como una de las villanas más implacables de la serie, una mujer fría, calculadora y dispuesta a casi cualquier cosa por conservar su posición. Sin embargo, la situación que plantea Lorenzo podría sacudir sus cimientos.
Aceptar que su hija quede atrapada en un matrimonio con un hombre tan violento sería demasiado incluso para ella. Aunque Leocadia no goce de la simpatía del público, es innegable que el vínculo materno podría llevarla a tomar decisiones sorprendentes. De hecho, no es descabellado pensar que, por primera vez, se vea obligada a acercarse a Curro y tenderle una especie de tregua.
¿Podría darse entonces una alianza insólita entre la “arpía del palacio” y el joven protagonista? Si ambos tienen un enemigo común —Lorenzo— y una motivación compartida —rescatar a Ángela—, esa unión se vuelve no solo posible, sino casi inevitable.
La búsqueda de Ángela: entre la desesperación y la esperanza
Mientras tanto, la desaparición de Ángela desatará el caos en La Promesa. Cristóbal Ballesteros liderará los esfuerzos de búsqueda, aunque en un principio impedirá que Curro se sume a las labores. Sin embargo, la desesperación del muchacho y la presión del entorno acabarán por abrirle paso. Los avances ya revelan que Curro se dirigirá a la cueva donde en su día estuvo retenida María Fernández, convencido de que allí podría encontrarse una pista.
El contraste es claro: por un lado, los criados y habitantes del palacio recorriendo cada rincón con la esperanza de hallar a Ángela; por otro, el maquiavélico plan de Lorenzo, que no busca esconder a la joven para siempre, sino utilizarla como moneda de cambio y herramienta de manipulación.
La dimensión psicológica del conflicto
Lo más fascinante de esta trama no es solo el secuestro en sí, sino el trasfondo psicológico que se desprende de él. Lorenzo no necesita armas ni venenos para destruir a Curro; basta con jugar con sus emociones, con arrebatarle a la mujer que ama y obligarlo a ser testigo de su desgracia.
El paralelismo con Eugenia añade todavía más dramatismo: ella sufrió en silencio, sin que nadie pudiera o quisiera detener al capitán. Ahora, con Ángela, se abre la posibilidad de que la historia no se repita exactamente igual, porque Curro está dispuesto a todo y porque Leocadia podría, paradójicamente, convertirse en un freno al sadismo de Lorenzo.
El atractivo de los personajes complejos
Uno de los puntos más interesantes que plantea esta hipótesis es la humanización de personajes tradicionalmente odiados. Leocadia, hasta ahora símbolo de frialdad y egoísmo, podría sorprender mostrando un atisbo de humanidad al enfrentarse a Lorenzo. No se trataría de redimirla por completo, sino de explorar su ambigüedad moral, lo cual siempre enriquece una trama.
La historia de La Promesa ya nos ha demostrado que los personajes más exitosos no son los totalmente buenos ni los absolutamente malos, sino aquellos que navegan en la complejidad. Recordemos la popularidad de la baronesa de Grazalema, o incluso de Eugenia, que aun en su fragilidad se convirtió en un personaje entrañable. Ese equilibrio entre luces y sombras es lo que mantiene enganchada a la audiencia.
¿Qué futuro espera a Ángela?
El destino de Ángela está en juego, y el abanico de posibilidades es amplio. Podría quedar atrapada en el matrimonio con Lorenzo, sufrir como lo hizo Eugenia, o bien ser rescatada gracias a la inesperada alianza entre su madre y Curro. Incluso cabe la posibilidad de que este conflicto abra nuevas revelaciones familiares, como la identidad real de su padre, un asunto que sigue generando debate entre los seguidores.
Sea como sea, lo que parece seguro es que el secuestro marcará un antes y un después en la narrativa de la serie. No será solo un recurso para añadir tensión, sino una trama destinada a redefinir las relaciones de poder dentro del palacio.
Conclusión: un giro que promete sacudirlo todo
La Promesa se prepara para una de sus etapas más intensas. El secuestro de Ángela, la maquiavélica exigencia de Lorenzo y la posibilidad de ver a Leocadia y Curro trabajando juntos conforman un cóctel explosivo que promete emocionar y sorprender.
Si algo queda claro, es que los guionistas están apostando por la complejidad de los personajes y por situar a los espectadores en un terreno moral incómodo: ¿seremos capaces de empatizar con Leocadia cuando se enfrente a Lorenzo? ¿Aceptaremos que, aunque sea por un motivo egoísta, luche junto a Curro por salvar a su hija?
Todo indica que lo que viene no será fácil de digerir, pero sí apasionante de ver. Y como buenos seguidores de esta historia, solo nos queda mantenernos atentos, porque en La Promesa, cuando parece que lo hemos visto todo, siempre surge un giro que lo cambia absolutamente todo.