Sueños de Libertad “Andrés Lo Recuerda Todo” Andrés capítulo 433

✨ Capítulo 433: “El día en que todo se tambaleó” | Sueños de Libertad (Spoiler completo)

El episodio 433 de Sueños de Libertad comienza con un rugido de tensión que sacude los cimientos de la familia De la Reina. Damián, el patriarca, acaba de recibir un golpe devastador: la empresa francesa Brosard ha decidido despedir a la mitad de los trabajadores de la fábrica, una medida que amenaza con destruir décadas de sacrificio familiar. La escena se abre con él sosteniendo la carta entre sus manos, tembloroso, mientras la indignación lo consume. “¿Cómo es posible?”, grita, golpeando el escritorio. “Esa mujer estuvo aquí esta mañana y no dijo una sola palabra.”

Marta intenta contenerlo, suplicando que se calme, temerosa de que su salud se resienta, pero Damián ya no escucha razones. Su orgullo herido y su amor por la fábrica lo vuelven un volcán a punto de estallar. “Treinta años de esfuerzo tirados a la basura por unos extranjeros sin alma”, murmura con voz rota. Andrés, intentando aportar algo de serenidad, le recuerda que quizá no había otra salida. Pero esas palabras solo avivan el fuego en los ojos de su padre. “No me hables de inevitables, hijo. Ellos no entienden lo que esta tierra significa para nosotros.”

La tensión se corta con las palabras suaves de María, que intenta ofrecer un poco de consuelo. “Tal vez Gabriel no tuvo elección, Damián. Quizás todo esto sea parte de una estrategia mayor.” Pero él no se convence. El resentimiento que lo consume parece más fuerte que la esperanza.

En ese momento, Marta decide intervenir con un tono calculado. Le revela que Chloé Du Bois, la ejecutiva francesa recién llegada, insinuó que podría confiar en ella para dirigir la fábrica. Damián la mira con una mezcla de sorpresa y escepticismo. “¿Tú crees que eso es posible?” —pregunta—. Marta no afirma ni niega, solo dice que tiene una corazonada. Andrés apoya la idea, consciente de que si su hermana ocupa un puesto clave, podrían mantenerse informados de los movimientos de los Brosard. “Sería una pequeña victoria”, concede Damián con resignación.

Damián visita a Andrés en la cárcel y le pide que no se rinda: “Voy a  sacarte de aquí, aunque sea lo último que haga”

Sin embargo, Marta guarda silencio. Hay algo en la propuesta de Chloé que le resulta ambiguo, un juego de poder que podría volverse contra ella. Sin decir nada más, se levanta y se marcha a su despacho, dejando tras de sí un aire denso, como si cada palabra pronunciada pesara toneladas. María la sigue con la mirada, agotada del temperamento implacable de su marido.

En otra parte de la casa, Andrés baja las escaleras lentamente. Su rostro está pálido, su respiración agitada, y una mano oprime su abdomen. María lo encuentra con las llaves del coche y siente un escalofrío. “¿A dónde vas?”, pregunta alarmada. “A la fábrica”, responde él con voz débil. Ella intenta detenerlo, recordándole que los médicos le ordenaron reposo, pero Andrés no puede soportar la confusión que lo atormenta desde la explosión. “No sé qué es real y qué es una mentira de mi memoria”, confiesa con angustia.

En ese momento entra Damián, que al principio intenta imponer autoridad, pero al ver el dolor de su hijo duda. Andrés explica que Luz le sugirió volver al lugar del accidente para intentar recuperar sus recuerdos. María, horrorizada, se opone. “¡Volver allí es una locura! Casi mueres en esa explosión.” Pero Andrés insiste: “Vivir sin saber la verdad es peor que morir.” La firmeza de su voz desarma a todos. María rompe a llorar, y Damián, pese a sus miedos, decide acompañarlo. “Soy más testarudo que tú, hijo. Si vas, iremos juntos.”

Ambos salen de la casa mientras María queda sola, petrificada por el miedo. Sabe que si Andrés logra recordar lo ocurrido, podría descubrir el secreto que tanto ha luchado por esconder: Gabriel fue quien provocó la tragedia. Su respiración se agita al pensar que la verdad podría destruirlos a todos.

En la fábrica, mientras tanto, Tasio, Joaquín y Marta enfrentan la otra cara del desastre. “Nos prometieron conservar a los trabajadores”, dice Joaquín, frustrado. “Ahora me obligan a hacer lo contrario.” Marta intenta convencerlo de no ceder ante las presiones de los franceses, pero él se siente acorralado. “¿Qué hago entonces? ¿Dimito y dejo que otro firme los despidos?” La desesperación en su voz refleja el peso de las decisiones que amenazan con romperlo por dentro. Marta intenta aliviar el ambiente hablando de su boda próxima, un intento torpe de traer un respiro a tanta tensión. “¿Podrías ayudarme con los preparativos?”, pregunta con dulzura. Pero Joaquín, abatido, rechaza la propuesta. “Haz que lo haga Teo. Seguro lo hará mejor.”

La conversación se interrumpe cuando entra su nieta, irradiando alegría. Marta la abraza con ternura, buscando en ella un instante de calma en medio del caos. Sin embargo, el respiro dura poco. Tasio llega con malas noticias: “Se han agotado las existencias de Aires de la Reina. Si no actuamos pronto, perderemos otro clásico.” Marta, preocupada, promete hablar con Carmen para encontrar una solución, aunque en el fondo siente que el control de todo se le escapa de las manos.

AVANCE: La enfermedad de Damián une a los De la Reina, en 'Sueños de  libertad' (capítulo 188, 20 de noviembre)

La escena final golpea con un silencio cargado. Joaquín revela que Chloé Du Bois le ha pedido volver a su antiguo puesto de director de ventas internacionales, lo que implica su desplazamiento del área de producción. “Esa mujer viene decidida a arrasar con todo”, murmura Tasio, con impotencia. El sol del atardecer se filtra entre los visillos del salón, bañando el lugar con una luz dorada y melancólica, como si la casa misma presintiera la tormenta que se avecina.

Lejos de allí, María recibe una llamada que la deja paralizada. Es Gabriel. Su voz suena tranquila, demasiado tranquila. “He oído que tu hijo anda indagando demasiado en lo que pasó en la fábrica”, dice. Ella siente un escalofrío recorriéndole la espalda. “No te atrevas a amenazarme”, responde con un temblor que delata su miedo. “No necesito hacerlo”, replica él con frialdad. “La verdad, tarde o temprano, siempre se abre camino.”

Esa noche, mientras el viento golpea los cristales y el reloj marca las once, Marta se encierra en su despacho. Abre un dossier con documentos que Chloé le ha dejado discretamente. En ellos se esconde un plan de reestructuración total, una maniobra que podría salvar la fábrica… o entregarla por completo a los franceses. Marta lo sabe: la decisión que tome no solo definirá el futuro de Perfumerías de la Reina, sino también el destino de su familia.

El capítulo concluye con una secuencia silenciosa: Damián y Andrés llegan a las ruinas de la fábrica. El aire está cargado de polvo y recuerdos. Andrés se detiene frente al lugar exacto donde ocurrió la explosión. Cierra los ojos… y entonces, una imagen fugaz atraviesa su mente. Un rostro. Una voz. Un olor a gasolina. El pasado está regresando, y con él, una verdad que podría destruirlo todo.

🔹 Así termina el capítulo 433 de “Sueños de Libertad”, un episodio marcado por la tensión, el miedo y la esperanza frágil de quienes aún luchan por no perderlo todo. Las decisiones tomadas en estas horas oscuras cambiarán para siempre el rumbo de la colonia y de cada uno de sus habitantes.