Sueños de Libertad Capítulo 13 al 19 de Octubre (Andrés vs. Gabriel: Duelo Fatal en la Fábrica)

Sueños de libertad. Morir matando: Andrés dispuesto a llevarse a Gabriel a la tumba

La semana en Sueños de Libertad estalla con una intensidad que supera todos los límites, dejando al descubierto el lado más oscuro de cada personaje y marcando un antes y un después en la historia. La venganza, la traición y la obsesión se entrelazan en una espiral donde nadie saldrá ileso. Gabriel, con su mente retorcida y su ambición sin freno, da el paso final en su plan para destruir las perfumerías de la Reina, mientras Andrés, empujado por la verdad y la desesperación, se prepara para enfrentarlo incluso si eso significa morir con él.

Todo comienza con un aparente amanecer tranquilo en la colonia. Sin embargo, bajo esa calma late un torbellino de resentimientos. Gabriel de la Reina, consumido por un odio que se ha ido gestando durante años, ajusta su corbata frente al espejo sin ver su reflejo, sino el de su enemigo: Damián, el patriarca al que planea destruir. Su estrategia es impecable, fría, y su pieza clave es Begoña, la mujer que convertirá en su esposa no por amor, sino como parte de un golpe devastador contra toda la familia.

🔴 Avance Sueños de Libertad, capítulo 369, 11 de agosto: Begoña y las  Mentiras de Gabriel

Mientras tanto, Damián reafirma su autoridad dentro de la fábrica y defiende con fiereza a su hijo Tacio, sin imaginar que los cimientos de su imperio están a punto de resquebrajarse. Sus palabras duras hacia los empleados, su deseo de mantener el control, y su conversación melancólica con Manuela revelan a un hombre que empieza a sentir que su poder se desvanece. Pero en medio de sus dudas, Manuela logra recordarle que las verdaderas fortalezas no están en las riquezas, sino en las personas que lo rodean.

En otro rincón, José e Irene celebran la felicidad de tener de vuelta a su hija Cristina tras décadas de separación. Sin embargo, esa dicha se rompe en mil pedazos cuando la joven anuncia que venderá sus acciones de la perfumería para marcharse a Francia. La noticia desata una guerra entre los Merino, mientras Damián, silenciosamente, ve una oportunidad de consolidar su poder.

Y mientras las familias se desangran por dentro, María se consume por los celos. No soporta ver a Begoña embarazada de Andrés y presiona a Gabriel para que se case con ella. Lo que no sabe es que ese matrimonio no será una unión de amor, sino el detonante de una tragedia. Gabriel, con su mirada glacial, confiesa que su boda con Begoña será el principio del fin para los de la Reina: “El niño es solo el principio. Cuando cruce esas puertas, prenderé fuego a todo”.

Begoña, acorralada por el miedo, la soledad y las convenciones de la época, termina cediendo. Luz intenta hacerla razonar, pero la realidad es cruel: una mujer sola y embarazada no tiene futuro. Así, la joven enfermera acepta el compromiso con Gabriel, sin saber que está firmando su propia sentencia.

Mientras tanto, Andrés continúa con su investigación sobre el sabotaje en la fábrica. Tras su encuentro con Remedios en prisión, descubre la verdad que lo cambia todo: fue Gabriel quien manipuló, amenazó y destruyó vidas para alcanzar su meta. Ese mismo día, mientras Andrés sellaba un pacto para sacar a Remedios de la cárcel y revelar la verdad, Gabriel se arrodillaba ante Begoña con un anillo, sellando su venganza.

La tensión se multiplica. María, en su desesperación, le revela a Andrés el compromiso entre Begoña y Gabriel. La reacción de Andrés es devastadora: su mundo se derrumba. Enfrenta a Begoña y ella, rota, le confiesa su verdad: que lo ama, pero que no puede enfrentarse a la sociedad ni a su destino. Andrés, con el corazón hecho pedazos, se aleja sin imaginar que su hermano ya está preparando su última jugada.

La semana avanza y todo se precipita. Gabriel, cada vez más nervioso por la cercanía de Andrés a la verdad, visita a Remedios en prisión y la amenaza: si habla, Andrés morirá. Su crueldad no tiene límites. Mientras tanto, Damián celebra nuevos éxitos familiares sin sospechar que en el corazón de su fábrica, la destrucción está siendo cuidadosamente preparada.

La boda entre Gabriel y Begoña se anuncia públicamente, y la noticia cae como una bomba. En medio de la celebración, Damián alza su copa orgulloso, sin saber que está brindando por su propia ruina. La mirada de Andrés, fija en el anillo del dedo de Begoña, refleja una mezcla de rabia y desolación. Y en ese instante, jura que no permitirá que su hermano gane.

La tensión estalla el viernes. En un encuentro cargado de odio y verdad, Andrés enfrenta a Gabriel. “Sé lo que hiciste. No voy a dejar que destruyas a nadie más. Pero si caigo, te llevaré conmigo”, le advierte con una voz firme y una mirada de acero. Es la declaración de una guerra final: morir matando.

Avance semanal de 'Sueños de libertad': Gabriel, por fin, termina con los  De la Reina - Sueños de libertad

Mientras la familia se prepara para otra noche de celebración, Gabriel ejecuta su plan definitivo. Entra en la sala de calderas de la fábrica y manipula las válvulas, alterando la presión hasta niveles imposibles. El sabotaje está hecho. En cuestión de minutos, todo puede estallar.

Cuando Andrés recibe la llamada de emergencia, lo comprende todo. Sale corriendo, mientras María intenta detenerlo, desesperada. “¡No vayas! ¡Es una trampa!”, le grita, revelando sin querer que sabe más de lo que aparenta. Pero él ya está decidido.

El sonido ensordecedor de las calderas lo recibe al llegar. El calor, la tensión, el peligro… todo está a punto de estallar. Y justo cuando intenta contener el desastre, una sombra aparece entre el vapor: Gabriel. Frente a frente, los dos hermanos se miran por última vez, conscientes de que el destino solo dejará en pie a uno de ellos.

¿Logrará Andrés evitar la explosión o cumplirá su promesa de arrastrar a Gabriel consigo a la tumba?
El fuego, la sangre y la verdad están a punto de sellar el destino de Sueños de Libertad, en una semana donde la venganza alcanza su punto de no retorno y el amor se convierte en la chispa que puede destruirlo todo.