Sueños de Libertad Capítulo 412 (Cristina decide vender sus acciones y cambiar su vida profesional)

Sueños de Libertad: Cristina decide vender sus acciones y cambiar su destino

El episodio 412 de Sueños de Libertad se abre con una atmósfera cargada de tensión. En la fábrica, epicentro de intrigas, alianzas rotas y ambiciones, los socios se congregan en la gran sala de juntas. El ambiente está impregnado de expectación. Cristina entra con paso vacilante; trata de mantener la compostura, pero su mirada revela inseguridad. No está segura de aceptar las acciones que la convertirían en socia de pleno derecho. Tacio, intentando suavizar el momento, le asegura que su padre y su hermano Andrés están por llegar. La conversación, sin embargo, apenas logra relajarla.

La puerta se abre y aparece Damián, proyectando su habitual seguridad. Con una sonrisa apenas perceptible, anuncia que Andrés no asistirá, pues trabaja desde casa junto a Marta. En nombre de ambos, felicita a Cristina por su reciente incorporación como accionista. Ella, procurando ocultar su incomodidad, agradece con una sonrisa tensa. Tacio toma la palabra para presentar las novedades de la empresa, pero Damián lo interrumpe con su característico aire de superioridad, subrayando los avances con los clientes norteamericanos y el creciente interés desde Europa e incluso Turquía. La idea de ver los perfumes de la fábrica cruzando fronteras despierta orgullo en todos los presentes.

Joaquín, aliviado, celebra las buenas noticias tras meses de incertidumbre. Tacio informa que las obras en el área de saponificación marchan con una semana de adelanto, lo que permitirá reanudar la producción de jabón pronto. Joaquín destaca que eso reducirá costos, y Tacio se muestra optimista: podrían alcanzar beneficios antes de fin de año. Damián aprovecha para mirar a Cristina y remarcar que sus acciones están en buenas manos, defendiendo el valor de cada socio. Luis, con tono jocoso, comenta que lo que más se percibe en esas reuniones no son los perfumes, sino el olor del dinero, provocando algunas sonrisas.

Tacio intenta seguir con el informe sobre las ventas de Pasión oculta, pero Damián lo interrumpe de nuevo, recordando que ese perfume fue creado por Cristina. Tacio asiente y subraya que las ventas han aumentado, motivo doble para que ella se alegre. Cristina se sorprende genuinamente. Damián reconoce los logros de Tacio, quien a su vez invita a Cristina a decir unas palabras. Ella respira profundo y anuncia con serenidad: ha decidido dejar su puesto en la fábrica. Un silencio denso llena la sala. Luis, incrédulo, le pregunta si piensa marcharse realmente. Cristina confirma que quiere vender sus acciones; no se ve como empresaria y busca un nuevo rumbo. Joaquín lamenta no poder comprarlas por falta de liquidez, y Tacio admite lo mismo. Damián, aprovechando la oportunidad, se ofrece a preparar una oferta. Los rostros de Joaquín y Luis se ensombrecen: si Damián adquiere las acciones, la familia Reina recuperará el control total de la empresa.

Horas más tarde, en el laboratorio, Joaquín expresa su preocupación a Luis. Si Damián se hace con esas acciones, volverán a dominar la compañía. Luis responde con resignación: no tienen dinero para competir. Joaquín propone impedir la venta de cualquier modo, pero Luis se niega a manipular a Cristina. No quiere aprovecharse de sus sentimientos pasados. Joaquín insiste en que entre ellos ya no hay nada, pero Luis replica con firmeza que aún existe algo, y usar eso sería ruin. Joaquín, frustrado, lo deja meditando justo cuando aparece Cristina buscando unas hierbas para el jabón. Joaquín se retira discretamente.

Luis, con tono amable, pregunta por Pepe. Cristina responde aliviada: está mejor y Luz le ha ofrecido quedarse en el apartamento del dispensario. Luis sonríe, pero su preocupación es evidente. Le pregunta si realmente quiere vender sus acciones. Cristina, decidida, explica que planea irse a Grasse, en Francia, para buscar trabajo en una perfumería grande. Luis la mira con tristeza, asegurándole que también allí, en la fábrica, tiene una gran oportunidad. Sin embargo, Cristina lo interrumpe: ambos saben que lo mejor es que se vaya. Le pide que no finja sorpresa. Su decisión está tomada y le agradece por haberla escuchado tantas veces. Luis solo asiente en silencio.

Mientras tanto, en la casa de los Reina, Gabriel llega alterado. Confiesa que, de haberse quedado un minuto más en la fábrica, habría acabado discutiendo. María lo observa intrigada. Él revela que Damián le informó sobre la decisión de Cristina de vender sus acciones. María, con ironía, comenta que debió haber asistido él mismo. Pero Gabriel añade algo más inquietante: Damián quiere comprarlas. María lo enfrenta con sarcasmo: «Si tu plan es hundir la empresa, ¿no te conviene?» Gabriel responde con frialdad que su tío es impredecible y que no soporta las sorpresas. Además, percibe que María también está inquieta por Andrés.

Ella baja la mirada y confiesa que discutieron, que dijo cosas que no debió, influenciada por las sospechas que Gabriel sembró sobre Begoña. Gabriel intenta tranquilizarla: no hay nada entre ellos. Pero María lo acusa de haberle hecho dudar. Gabriel le advierte que debe controlarse o ambos acabarán perdiendo. La tensión crece cuando, tras un breve silencio, él revela una verdad devastadora: Begoña está embarazada y espera un hijo suyo. María queda atónita. Pregunta si Andrés lo sabe, pero Gabriel confiesa que no, y que debe seguir siendo así. Está bajo presión y no puede arriesgar su plan. María, herida y sarcástica, duda de su confianza, pero Gabriel la mira frío y le recuerda que una sola palabra suya podría arruinarlo todo.

En ese instante, Andrés aparece en la puerta y anuncia que va a la fábrica. El teléfono suena: Joaquín informa de un problema con las calderas. Andrés se prepara para salir, y Gabriel decide acompañarlo. Ambos parten hacia la fábrica, sin imaginar que esa noche marcará un punto de no retorno. El viento sopla con fuerza sobre el pueblo y las luces de la fábrica parpadean a lo lejos, presagiando un cambio inevitable. Nadie lo sabe aún, pero las decisiones tomadas ese día redefinirán los sueños y libertades de todos los que forman parte de esa historia.