Sueños de Libertad Capítulo 435 (¡Giro Inesperado! Gabriel es el NUEVO DIRECTOR pero lo rechaza)

🔥 ¿Qué tal, queridos seguidores de Sueños de Libertad? Prepárense, porque se avecina una tormenta que cambiará el destino de la fábrica para siempre 🔥

Justo cuando parecía que en la fábrica las aguas volvían a su cauce, un nuevo huracán de intrigas, poder y traiciones está a punto de desatarse. En el próximo capítulo de Sueños de Libertad, los espectadores serán testigos de un giro tan inesperado como explosivo: Gabriel de la Reina, sin previo aviso, es nombrado el nuevo director general de la empresa. Una decisión tomada directamente por el todopoderoso señor Brosart, que deja a todos los accionistas —y especialmente a Andrés— en estado de shock. La noticia cae como un rayo en medio de un cielo aparentemente despejado, provocando un torbellino de dudas, desconfianza y estrategias ocultas.

Todo comienza en la oficina de Chloé Du Bois, la implacable representante de Brosart, quien mantiene una tensa conversación telefónica con su superior. Aunque intenta mantener la calma, la tensión en su voz revela que algo no marcha bien. “Comprendo perfectamente su punto de vista, señor Brosart”, dice conteniendo la respiración. “Pero usted me confió la gestión de esta fábrica. ¿Está absolutamente seguro de que esta es la mejor decisión?”. Sin embargo, la respuesta al otro lado del teléfono no deja espacio para objeciones. Brosart ha hablado, y su palabra es ley. Chloé se queda en silencio, asintiendo con resignación. “Entendido —responde con un hilo de voz—. Se hará como usted disponga.”

Cuando cuelga el teléfono, la frustración se apodera de ella. Deja caer el auricular, respira hondo y, sin perder un segundo, toma de nuevo el aparato. “Tasio, reúne a todos los accionistas de inmediato. Quiero la sala llena en veinte minutos. Y asegúrate de que el señor Gabriel de la Reina esté presente. Su asistencia es indispensable.” Su tono no admite réplica. Tasio, acostumbrado a obedecer sin cuestionar, simplemente asiente y se dispone a cumplir la orden, sin imaginar la magnitud del anuncio que está por venir.

Andrés empieza a sospechar de las verdaderas intenciones de Gabriel y se  enfrenta a él: “No me fío de ti”

Minutos después, los primeros en llegar son Luis y Cristina, quienes intercambian miradas cargadas de desconcierto. Nadie entiende la urgencia de aquella reunión improvisada. Luis, intentando mantener la formalidad, entrega a Chloé una carpeta con la nueva fórmula de perfumes en la que tanto habían trabajado, pero ella apenas la mira. “¿Podría decirnos el motivo de esta convocatoria tan repentina?”, se atreve a preguntar. “Todo a su debido tiempo”, responde ella con frialdad, sin apartar la vista de los documentos que sostiene entre las manos.

Poco a poco, los demás accionistas van llenando la sala. Las conversaciones en voz baja se mezclan con miradas de intriga y preocupación. Se respira una tensión tan densa que podría cortarse con un cuchillo. Y entonces, cuando parece que todos están presentes, la puerta se abre. Joaquín entra con semblante serio, agotado, pero decidido. “Ya que estamos todos reunidos, tengo algo importante que comunicar”, anuncia con voz firme. Un murmullo recorre la sala, pero él continúa. “Anoche presenté mi dimisión irrevocable.”

El silencio que sigue es absoluto. Marta, perpleja, apenas logra reaccionar. “¿Qué estás diciendo, Joaquín? ¿Has perdido la cabeza?” Él evita mirarla y prosigue con serenidad: “Después de los últimos cambios impuestos por Brosart, he decidido que no puedo seguir formando parte de esta gestión. A partir de ahora, mi vínculo con la empresa será solo como accionista.” Tasio lo observa incrédulo. “¿Estás seguro de lo que haces?” Pero Joaquín no titubea: “Totalmente. Es una decisión meditada.”

Antes de que el impacto de la noticia se disipe, Gabriel, hasta entonces callado, toma la palabra con su habitual tono diplomático. “Señorita Du Bois, ¿podría explicarnos cuál es el motivo de esta reunión?” Chloé, que parece haber recuperado su aplomo, se pone en pie y anuncia: “Con efecto inmediato, la empresa cambiará su nombre. A partir de hoy, pasará a llamarse Perfumería Brosart de la Reina. Es una decisión de la cúpula directiva.”

Las reacciones no se hacen esperar. Marta, indignada, se levanta. “¿Y se nos informa ahora? Ayer mismo mi padre se topó con uno de esos nuevos carteles y se llevó un disgusto tremendo.” Chloé la mira con aparente empatía, aunque su tono sigue siendo cortante. “Lamento lo sucedido, doña Marta. Haré lo posible para que no vuelva a ocurrir.” Pero no deja espacio para más protestas. Toma aire y, con solemnidad, añade: “Y ahora, el punto principal de esta reunión. Acabo de recibir la confirmación oficial del señor Brosart sobre quién asumirá la dirección general de esta fábrica a partir de hoy.”

El silencio se hace tan profundo que puede oírse el tic-tac del reloj. Todos los presentes se miran, intentando adivinar el nombre que está a punto de pronunciarse. Chloé disfruta de la expectación y finalmente revela: “El nuevo director general será el señor Gabriel de la Reina.”

El asombro es inmediato. Las miradas se cruzan, incrédulas. Andrés, con el ceño fruncido, observa a su primo con evidente desconfianza. “¿Gabriel?”, murmura, sin poder contener su sorpresa. Chloé asiente, manteniendo su sonrisa profesional. “Sí, el señor de la Reina. Felicitaciones.”

Tasio es el primero en reaccionar. “Disculpe, Chloé, pero esto es muy inusual. Nadie duda de las capacidades de Gabriel, pero… ¿cómo puede pasar de ser secretario de la junta a director general en cuestión de días?” Andrés se suma al cuestionamiento, visiblemente molesto. “Estoy de acuerdo. Apenas conoce el funcionamiento interno de la empresa. Esto es, como mínimo, un error de juicio.”

Chloé, inmutable, responde con la serenidad de quien simplemente ejecuta órdenes. “El señor Brosart quedó impresionado tras la visita que Gabriel le hizo en París. Considera que su independencia respecto a los accionistas lo convierte en el candidato ideal. Precisamente por no tener intereses personales dentro de la compañía.”

Las palabras caen como piedras. Marta, intentando calmar los ánimos, se adelanta con diplomacia: “Bueno, en ese caso, felicidades, primo.” Gabriel sonríe con modestia, aunque en su mirada se asoma una chispa de triunfo. Todo parece indicar que ha alcanzado lo que buscaba. Pero justo cuando todos asimilan la noticia, él lanza una bomba que descoloca a todos.

“Lo siento, pero no puedo aceptar el cargo.”

Avance semanal de 'Sueños de libertad': Gabriel, por fin, termina con los  De la Reina - Sueños de libertad

El murmullo se convierte en un zumbido de incredulidad. “¿Cómo dices?”, pregunta Andrés, incapaz de creer lo que oye. Gabriel se mantiene firme. “Como ustedes mismos han señalado, no me considero el más adecuado para una responsabilidad de tal magnitud.” Luego, sin más explicación, se levanta y abandona la sala, dejando tras de sí un silencio cargado de confusión.

Los presentes se miran, sin saber si han presenciado un gesto de humildad o una maniobra perfectamente calculada. Chloé aprieta los labios, consciente de que nada en esa jugada ha sido improvisado. Andrés, en cambio, no puede quitarse de encima la sensación de que algo mucho más grande se está gestando a sus espaldas.

¿Ha orquestado Gabriel todo este movimiento para ganarse la confianza del señor Brosart y del resto de la junta? ¿Es su negativa una simple estrategia para regresar con más fuerza y asegurarse el poder absoluto cuando llegue el momento? ¿Y cómo reaccionará don Damián, el patriarca, al enterarse de que su hijo ha sido elegido —y ha rechazado— un puesto tan importante?

El capítulo promete sacudir los cimientos de Sueños de Libertad y dejar a los espectadores con una certeza: en esta fábrica, cada sonrisa esconde una estrategia y cada gesto de humildad puede ser el primer paso hacia la conquista del poder.

🔥 ¿Estamos ante el inicio de la ascensión definitiva de Gabriel o ante la mayor de sus trampas?
Los secretos están a punto de salir a la luz, y nada volverá a ser como antes en Sueños de Libertad.