TODO ACABA AQUÍ: LEOCADIA MATÓ A JANA, DOLORES Y DOÑA CARMEN || CRÓNICAS y ANÁLISIS de #LaPromesa

En el capítulo 670 de La Promesa, titulado ¿Quién mató a Hann Expósito?, los secretos más oscuros de la familia Figueroa salen a la luz, revelando que Leocadia es la mente detrás de múltiples crímenes que han marcado la historia de la serie. Después de más de 670 episodios de intriga, traiciones y pistas dejadas a medias, finalmente se confirma, sin ambigüedades, que Leocadia asesinó a doña Carmen, la primera esposa de Alonso y madre de Catalina y Tomás. Además, es responsable de la muerte de Dolores, la amante embarazada del marqués, y, como ya se había insinuado, de Hann Expósito. Esta revelación no solo cierra varios misterios antiguos, sino que también sitúa a Leocadia como el eje central de la trama actual, dejando claro que su influencia y su peligro aún no han terminado.

La secuencia que revela estos crímenes es impactante y cargada de tensión. Vemos un flashback que muestra a Hann suplicándole a Leocadia por su vida, asegurándole que no revelaría nada de sus secretos ni del pasado de Dolores. Sin embargo, Leocadia, completamente implacable, lo mata a sangre fría, demostrando que no hay límite para su crueldad. Este acto, además, refleja un patrón que Leocadia ha mantenido durante años: la ausencia total de clemencia cuando se trata de consolidar su poder y proteger sus propios intereses. Mientras que en el pasado recibió perdón de Rómulo y pudo rehacer su vida tras ser amenazada, ahora Leocadia ocupa el papel de verdugo, ejecutando con frialdad a quienes considera obstáculos.

La motivación detrás de estos crímenes es reveladora. Leocadia actuó inicialmente para proteger los intereses de Cruz y asegurar que su posición en la familia se fortaleciera. Doña Carmen fue asesinada por orden de Cruz, debido a la obsesión de esta última con Alonso y el miedo a perder influencia sobre el marqués. Leocadia, siguiendo instrucciones, eliminó a la primera marquesa y permitió que Cruz tomara el control del legado familiar, asegurando que Alonso se casara con ella y consolidando el dominio sobre la Casa Figueroa. Sin embargo, los sacrificios de Leocadia no fueron recompensados como esperaba: su lealtad y sus asesinatos estratégicos no le garantizaron la posición ni el reconocimiento que ansiaba, lo que desencadenó su siguiente plan.

Cuando Leocadia descubre que Dolores está embarazada del marqués, decide asesinarla para proteger los intereses de Cruz y, al mismo tiempo, ganar su favor. A diferencia de los asesinatos anteriores, este crimen no fue ordenado; fue una iniciativa de Leocadia, motivada por su deseo de ser reconocida y recompensada por su servicio. Su plan revela un patrón de manipulación y ambición personal, ya que Leocadia cree que eliminando a Dolores ganará consideración y control dentro de la familia y la sociedad aristocrática. Esta acción precipita el conflicto con Cruz, quien comienza a percibir que Leocadia se ha vuelto incontrolable y peligrosa, capaz de causar más problemas de los que resuelve.

El enfrentamiento final de Leocadia con Hann Expósito cierra un ciclo dramático que se venía construyendo desde hace décadas. Hann, al igual que otras víctimas, es asesinado sin piedad; la escena de su muerte, donde se ve su impotencia y súplicas, subraya la frialdad de Leocadia y el contraste con otras villanas de la serie. El hecho de que ella haya actuado sola, sin cómplices, refuerza su carácter calculador y autónomo, mostrando que todo lo que ha hecho ha sido producto de su propia planificación y ambición. Nadie más tiene responsabilidad directa en los asesinatos, lo que confirma que Leocadia es, en este momento, la fuerza más peligrosa de la serie.

El análisis de esta trama también permite entender por qué Cruz quería eliminar a Leocadia. La marquesa, al percibir que Leocadia había tomado la iniciativa en el asesinato de Dolores y que conocía demasiado sobre los secretos de la familia, decide enviarla a Rómulo para matarla. Cruz reconoce que la obsesión de Leocadia con los miembros de la familia y su impulso por asegurar su posición la convierte en una amenaza que podría desestabilizar todo lo que ella ha construido. La relación entre ambas refleja un juego de poder donde la ambición, la venganza y la lealtad se entrecruzan de manera compleja y peligrosa.

A lo largo del capítulo, se evidencia también la dimensión emocional y simbólica de los crímenes de Leocadia. Su violencia no es un arrebato momentáneo, sino una estrategia calculada que responde a años de frustraciones y expectativas incumplidas. La comparación con los actos de Cruz, quienes también han cometido asesinatos, muestra que Leocadia actúa con sangre fría, planificación y sin remordimientos, mientras que Cruz, aunque peligrosa, ha tenido actos de oportunidad y arrebatos más que ejecuciones frías y deliberadas. Esto posiciona a Leocadia como una villana con una combinación de astucia, ambición y frialdad que la hace destacar incluso entre los personajes más complejos de la serie.

Además, el capítulo enfatiza la narrativa de justicia y consecuencias: los crímenes de Leocadia, aunque ocultos durante décadas, finalmente salen a la luz, y su exposición cambia la percepción de los espectadores sobre su personaje. La revelación de que ella fue la responsable de la muerte de doña Carmen, Dolores y Hann no solo resuelve antiguos misterios, sino que también establece un nuevo eje dramático, dejando claro que el control y la manipulación que ejercía Leocadia sobre la familia son extremos y que cualquier movimiento futuro estará marcado por la tensión de sus acciones pasadas.

Finalmente, este episodio marca un cierre importante para la historia de Hann y para los enigmas que rodeaban a los asesinatos de la familia Figueroa. Con Leocadia en el centro de la trama, los espectadores pueden anticipar nuevos enfrentamientos, intrigas y reacciones de los personajes que quedan afectados por sus acciones. La serie subraya cómo la ambición desmedida y la obsesión por el poder pueden llevar a un individuo a cometer actos atroces, y cómo, incluso tras años de secretos, la verdad siempre encuentra la manera de salir a la luz.

En resumen, el capítulo 670 de La Promesa cierra un ciclo de misterios históricos dentro de la trama: Leocadia es confirmada como la asesina de doña Carmen, Dolores y Hann Expósito, situando su personaje en el epicentro de la narrativa actual. Su frialdad, calculo y ambición la distinguen de otros villanos, mientras que sus crímenes revelan el entramado de poder, traición y obsesión que ha marcado a la familia Figueroa durante décadas. Este desenlace no solo resuelve incógnitas antiguas, sino que redefine el rumbo de la serie, preparando el terreno para futuros conflictos y enfrentamientos que mantendrán a los espectadores al borde del asiento. La caída de las reinas y la exposición de Leocadia aseguran que, a partir de este momento, la historia de La Promesa entrará en una etapa de confrontaciones aún más intensas y revelaciones impactantes, donde la verdad y la justicia, aunque tardías, finalmente prevalecen.

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