UN INVITADO CON LOS DÍAS CONTADOS en La Promesa | Capítulo 697 Serie Review
Don Lorenzo es el prometido de mi hija. Debe existir alguna poderosa razón para este sin sentido. Algo.
¿Qué tal, promisers? Aquí estamos una vez más, ya de noche en este miércoles, justo cuando la emisión de La Promesa termina casi a la hora de cenar. La verdad es que entre semana, los episodios se van encadenando y parece que los días pasan más rápido para nosotros, pero muy lento para los personajes, quienes parecen moverse en un tiempo aparte. Como siempre, los episodios me entretienen, aunque esta vez debo admitir que me cabrean bastante, sobre todo por la evolución de ciertos personajes y la forma en que se manejan sus tramas. Hoy quiero centrarme en lo que está sucediendo con Vera, Manuel y, por supuesto, el recién llegado Beltrán.
Empezando por Vera, debo decir que este personaje ha alcanzado niveles de absurdidad que casi no había visto en la serie. La odio como no había odiado casi ni a Santos. Cada vez que aparece en escena, me pone de mala leche, no porque el personaje en sí sea detestable, sino porque la lentitud con que se desarrolla todo lo relacionado con ella y el cierre de sus tramas me resulta irritante. Antes fue Marcelo, quien parecía tener una historia interesante con el duque y de repente desapareció sin explicación; luego Federico y los Duques de Carril, todo quedó truncado; y ahora Vera regresa, probablemente con una excusa poco convincente sobre su hermana o algún miedo que tiene, y otra vez sus asuntos se van a resolver de manera improvisada. Lo que parece es que pasará por un arco de redención largo y tedioso, y no nos sorprendería que en cien o doscientos capítulos vuelva a estar “bien” con todos. Por el momento, su presencia es irritante y genera frustración en la audiencia, al igual que lo hacía Santos en su momento.
Pasando a Manuel, que últimamente también me tiene muy enfadado, la situación se complica todavía más. Los episodios recientes han mostrado a Manuel contento con los avances en la industria de los aviones, descubriendo innovaciones que prometen un gran cambio generacional. Sin embargo, en su conversación con Adriano, vemos algo que me ha dejado perplejo: Manuel parece casi distraído y poco informado sobre lo que está pasando en las tierras, que ahora están bajo la gestión de Leocadia y Jacobo. A pesar de que él dio el visto bueno para que Jacobo supervisara ciertas cuestiones y para que Martina se involucrara, ahora parece que se entera de todo de repente y acepta lo que sucede como si no tuviera importancia. Esto resulta incoherente con la construcción previa de su personaje, y como espectador me genera frustración, porque Manuel ha sido un personaje con peso y relevancia desde el inicio, y verlo pasar por alto detalles cruciales me parece un fallo de la narrativa.
Este tipo de diálogos y decisiones improvisadas son lo que, para mí, empaña la serie, que hasta hace algunos episodios había sido muy sólida. Recuerdo escenas de gran impacto emocional, como la interacción de Petra con Pía y Samuel, que lograban ponerte la piel de gallina, y contrastan fuertemente con los diálogos actuales de Manuel, que parecen superficiales o simplemente mal concebidos. Sin embargo, es importante mantener la calma, porque la serie sigue siendo entretenida y tiene sus momentos memorables, aunque a veces la lógica de los personajes nos saque de quicio.
En medio de estas tensiones, la llegada de Beltrán de Azcárate se convierte en un rayo de aire fresco. Este joven, hijo de los marqueses de Olite y futuro marqués, aporta dinamismo y chispa a la narrativa. Su primer encuentro con Jacobo y el resto de personajes abre nuevas posibilidades de trama, especialmente considerando que Leocadia ya planea casarlo con Ángela, lo que sin duda generará conflictos con Lorenzo. Beltrán parece ingenuo y confiado, deseando pasar unos días tranquilos con su amigo, pero pronto se verá arrastrado a las intrigas y tensiones del palacio. La interacción entre Beltrán y Jacobo nos permite conocer mejor al misterioso Jacobo, quien hasta ahora se había mostrado bastante hermético, y nos ofrece un contrapunto interesante frente a las decisiones impulsivas de Leocadia.
La relación potencial entre Beltrán y Ángela es otro punto de tensión, porque mientras Leocadia ve en él un “buen partido”, Lorenzo sigue manipulando la situación con su chantaje sobre la muerte de Hann. Esto promete un conflicto intenso, donde Beltrán, sin quererlo, podría convertirse en una pieza clave en la lucha por proteger a Ángela y desentrañar los secretos que rodean a la familia. Su frescura y dinamismo contrastan con la rigidez y la frustración de otros personajes, ofreciendo momentos de respiro y humor, aunque también presagiando que se verá atrapado en el drama que domina La Promesa.
Además, es probable que Beltrán no permanezca mucho tiempo en la historia. Mi sensación es que podría ser uno de los primeros personajes en caer víctima de Lorenzo, lo que abriría nuevas oportunidades para avanzar con las tramas de intriga y venganza. Su curiosidad y disposición a investigar podrían hacer que descubra los motivos del trato secreto entre Leocadia y Lorenzo, provocando una cadena de acontecimientos que involucrará a Curro y a otros personajes cercanos a la familia. Sin embargo, como siempre, esto son especulaciones, y la serie suele sorprendernos con giros inesperados.
En cuanto a la narrativa general, es evidente que la serie continúa jugando con la tensión entre los personajes históricos y los recién llegados. Beltrán representa la novedad, la chispa, mientras que personajes como Vera y Manuel reflejan la frustración y la repetición de patrones que, a veces, ralentizan la historia. La combinación de ambos elementos genera un equilibrio extraño: momentos de gran tensión y emoción, junto con episodios que, aunque entretenidos, nos sacan de quicio por la incoherencia de los diálogos o decisiones de los personajes.

Lo que está claro es que la presencia de Beltrán es bienvenida y necesaria. Aporta claridad, diversión y la posibilidad de nuevos conflictos. Su interacción con Jacobo y la influencia que pueda tener en la relación con Ángela y la tensión con Lorenzo serán claves en los próximos capítulos. Mientras tanto, seguimos atentos a cómo se desarrollan las demás tramas, con la esperanza de que la serie recupere la solidez narrativa que la caracterizó en sus primeros episodios y que continúe sorprendiendo con giros, intrigas y momentos memorables.
En resumen, el episodio actual deja varias certezas: Vera sigue siendo irritante y sus tramas cerradas de manera abrupta frustran, Manuel vuelve a mostrarse desconectado de la realidad de las tierras, lo que molesta al espectador fiel, y Beltrán llega con fuerza, frescura y chispa, prometiendo cambios significativos y nuevos conflictos. Su papel podría ser breve pero determinante, y sin duda se convertirá en uno de los personajes más comentados por los fans en los próximos días. La tensión entre Leocadia, Lorenzo, Ángela y Beltrán promete mantenernos al borde del asiento, y cada episodio será crucial para entender cómo se desarrollan las alianzas, los conflictos y los secretos que definen La Promesa.
Para cerrar, solo me queda invitaros a seguir atentos, a interactuar en redes y a comentar cada detalle de la serie, porque la participación de los fans es una parte fundamental de la experiencia. Suscribiros al canal y dejar vuestro apoyo es esencial para que podamos seguir analizando cada giro de la historia y descubriendo juntos los secretos de Valle Salvaje. Nos vemos en los próximos vídeos y, por supuesto, atentos a lo que Beltrán y los demás personajes nos deparen en los próximos episodios.