Una Nueva Vida 94: ¡La familia Korhan al borde de la muerte!¡Un juego peligroso para Ferit y Seyran!
La caída de Ayşen por las escaleras desata de repente una tormenta dentro del yalı
El yalı, normalmente un lugar de elegancia y calma, se transforma en un caos absoluto en un instante. Ayşen, víctima de una caída inesperada por las escaleras, queda tendida en el suelo, mientras los gritos y el pánico se apoderan del ambiente. Suna, con la respiración entrecortada y los ojos abiertos por el miedo, exclama con desesperación: “¡Yo no la empujé!”. Sin embargo, nadie parece escucharla. Tanto Çiçek como Seyran habían presenciado previamente la discusión que precedió al accidente, y bajo sus miradas cargadas de sospecha, las palabras de Suna se pierden, sin fuerza suficiente para probar su inocencia. La joven permanece paralizada por el shock, incapaz de reaccionar.
Abidin, por su parte, observa a Suna con una mezcla de sorpresa y desconcierto. Verla nuevamente en el yalı le provoca una sensación extraña, pero ese instante de distracción desaparece cuando sus ojos se posan en Ayşen, ensangrentada y vulnerable. Su única preocupación se centra en la vida de la joven herida. Çiçek, entre la ira y el miedo, toma acción inmediata: saca a Ayşen al exterior, la coloca sobre un banco en la entrada y llama a un médico para atenderla lo más pronto posible.
Mientras tanto, Ferit enfrenta otra dura realidad. Descubre que Halis Korhan había mentido al afirmar que se había recuperado. La verdad es que, meses atrás, había abandonado su tratamiento y regresado únicamente para reunir nuevamente a la familia. Este secreto pesa sobre Ferit como una losa. Su abuelo arriesgó su vida con la intención de proteger a los suyos, ocultando la gravedad de su condición a todos. En el yalı, el tiempo parece moverse en contra de los presentes, aumentando la tensión a medida que esperan la llegada del médico.

Cuando finalmente llega, examina a Ayşen y, aunque parece haber superado el peligro de muerte, no se atreve a emitir un diagnóstico definitivo: “Debe ser trasladada al hospital, es necesario hacerle pruebas”. La sentencia incrementa el temor en todos. Çiçek se alarma ante la posibilidad de que la familia y la sociedad entera señalen a Suna como responsable del accidente si la trasladan al hospital. Sin embargo, Abidin, con la mirada fija en Suna y un temblor en su voz cargada de firmeza, decide: “Pase lo que pase, Ayşen irá al hospital”. Suna asiente, consciente de que la vida de Ayşen es lo primero, aun a riesgo de exponerse a la acusación.
Mientras la pareja se dispone a salir, Ferit y Cengiz llegan al yalı. Ferit observa la conmoción en la puerta con desconfianza y preguntas sin respuesta, mientras Abidin y Suna colocan a Ayşen en el coche y parten rápidamente. Çiçek se queda atrás, evaluando la situación con los ojos entrecerrados, convencida de que un oscuro secreto une a Suna y Ayşen, y con una sonrisa ambigua en los labios, planea usar esa información en su propio beneficio.
Dentro del yalı, Ferit descarga su frustración y preocupación hacia Seyran, reprochándole que haya ido sola al lugar y haya involucrado a todos sin previo aviso. Su voz refleja la intensidad de su miedo por la seguridad de Ayşen. Seyran, abatida, baja la cabeza en silencio, mientras su teléfono suena: Esme llama desesperada al no encontrar a Suna. Seyran intenta calmarla, pero ni ella misma confía en sus palabras. Por otra parte, Şefika, incapaz de localizar a Ayşen, se dirige al hospital tras recibir la noticia de Abidin sobre la caída. La preocupación la empuja a actuar de inmediato.
Durante el traslado, Suna no deja de observar a Ayşen, cuyo estado es crítico pero muestra signos de recuperación. La joven entreabre los ojos, aunque con la conciencia confundida, y murmura palabras incoherentes. Suna, aterrada por no saber qué recuerda Ayşen, siente un miedo paralizante. Mientras tanto, Ferit y Seyran enfrentan otra tensión: Ferit cuestiona la decisión de Suna de volver con Abidin y su presencia en el yalı. Sin embargo, lo más importante es la vida de Ayşen, y una vez en el hospital, el médico confirma que sus lesiones no son graves y que sanará con tiempo. Esta noticia alivia parcialmente a Şefika y Abidin, aunque la inquietud de Suna permanece: teme que Ayşen pueda acusarla.
En otro lugar, Ferit revela finalmente a Seyran la verdad sobre su abuelo: Halis Korhan abandonó el tratamiento, fingió recuperarse y regresó para asegurar la unión familiar y la dirección de la empresa. La revelación deja a Seyran paralizada, consciente de la carga emocional que Ferit ha llevado en silencio durante años. Al mismo tiempo, Esme y Kazım no logran localizar a Suna y, al ser informados por Seyran, reaccionan con furia y traición. El regreso de Suna al yalı y su decisión de estar con Abidin crean divisiones profundas en la familia Korhan, mientras Gülgün, conocedora del vínculo secreto entre Ferit y Suna, decide apoyarla.

Abidin y Suna, tras salir del hospital, consideran alejarse de todos para construir una nueva vida junto a su futuro hijo. Sin embargo, la indiferencia y manipulación de Çiçek y Karan amenazan con interferir. La determinación de Abidin de no abandonar a Suna y proteger a su hijo se convierte en un obstáculo para los planes de Çiçek, y su decisión provoca sorpresa y alarma en la familia. Por su parte, Seyran enfrenta su temor a no poder tener hijos, confesando su inquietud a Ferit, quien responde con amor y apoyo incondicional.
En el yalı, Suna intenta huir de la tensión y el peligro que Ayşen podría representar, pero Abidin se niega a dejarla sola. Mientras tanto, Karan, motivado por la humillación y el deseo de venganza hacia Seyran, comienza a tramar un complot contra la pareja. La familia Korhan, ajena a la amenaza inmediata, celebra el retorno del tratamiento de Halis Korhan con alegría y esperanza. Los recuerdos y gestos de amor y lealtad familiar fortalecen los lazos entre ellos, mientras Suna y Abidin se preparan para abandonar el yalı y empezar de nuevo en un país lejano, soñando con un futuro seguro para su hijo.
Sin embargo, la calma es efímera: la policía detiene a Suna y Abidin con una orden de arresto, y al mismo tiempo, los frenos del coche de Ferit fallan inesperadamente. Lo que comenzó como un viaje lleno de esperanza se convierte en un instante de pánico absoluto, anunciando que la familia Korhan está al borde de una catástrofe inminente, mientras los hilos del destino se tensan peligrosamente.